Camino sobre la mar al paraíso de Santa María

Cayos de Villa Clara, un verdadero lujo natural perteneciente al archipiélago Sabana-Camagüey, se extiende por más de 17 Km y unas 77 mil hectáreas de idílicos parajes, y acoge a más de 250 especies de plantas; la vegetación autóctona, abrigo de una fauna de elevado endemismo, da paso a virginales y esplendorosas playas de arena fina y aguas cristalinas.
En plena armonía con su exuberante naturaleza, gran biodiversidad y la privacidad de esos predios, se expande un espléndido destino turístico en pleno desarrollo, con una excelente infraestructura hotelera y complementaria de primer nivel.
Cayo Santa María, con cuya toponimia se identifica asimismo al destino Cayos de Villa Clara, es el último y el mayor de los tres, se extiende por una superficie de 13 km2, con 11 km de excelente playa. Considerado entre las principales zonas de buceo contemplativo del Caribe, es una de las once áreas núcleo –sitios protegidos de mayor significación– del territorio declarado por la UNESCO en 2000 Reserva de la Biosfera Buenavista.
Con orígenes como refugio de corsarios y piratas, permaneció prácticamente deshabitado hasta que irrumpiera el desarrollo turístico a finales del siglo XX. Hoy por hoy, es uno de los polos turísticos más importantes de Cuba, famoso por sus playas, en un entramado espectacular con el hábitat de numerosas especies como flamencos, gavilanes, gaviotas, pelícanos, iguanas, murciélagos y otros endémicas, de ahí que la observación de especies sea otro de sus atractivos.
De cara al mundo, Santa María se ha colocado en la mira entre los destinos de playa más codiciados, según el ranking "Mejores Playas 2024" del Centro Internacional de Formación en Gestión y Certificación de Playas, en el cual La Estrella y Perla Blanca se colocaron en los puestos siete y ocho, respectivamente, gracias a su excelente calidad recreativa, compromiso con la conservación del ecosistema y sus altos estándares sanitarios.

Por su parte, Cayo Las Brujas, cuyo nombre recrea la leyenda de brujas y fantasmas que otrora lo frecuentaban, es el más cercano a tierra firme, por lo que es el primero con que topa el pedraplén, naugurado en 1999, merecedora del Premio Internacional Iberoamericano de Alcántara, dado por la armonía de la impresionante obra de ingeniería con el entorno naturaleza y las soluciones para no afectar el medio ambiente.
Con un litoral que acoge a una magnífica playa de 2 km, mide 4 km de longitud y dos de ancho; posee impresionantes fondos marinos que lo distinguen como un lugar perfecto para practicar deportes náuticos, sumergidos en una de las más bellas barreras coralinas de la Isla.
Antiguo asentamiento aborigen, Cayo Ensenachos, con alrededor de 2 km de orilla, es el menor. Tiene forma de herradura y posee dos playas principales, Ensenachos y El Mégano, resguardadas del oleaje en un entorno prácticamente virgen: para muchos, las mejores de la zona.
Sin dudas, las playas de estos islotes son su principal atractivo, seguido por su exótica paisajística y naturaleza virgen. Ahora bien, en absoluta concordancia con ese escenario natural se ha desarrollado una confortable infraestructura extrahotelera que diversifica y complementa el producto turístico, basado en una amplia cartera de opciones complementarias que permite alternar la estancia en el hotel.

Están disponibles, desde recorridos a bordo del bus turístico con servicio Hop On Hop Off para conocer las instalaciones y sitios de interés; el Jeep Safari con el que se entra en contacto directo con la naturaleza; o visitas a las plazas turísticas La Estrella, Las Dunas y Las Terrazas, pintorescos bulevares diseñados que recrean la mezcla de historia, cubanía y cultura que irradia Cuba, hasta excursiones a otras ciudades como Santa Clara, Remedios o la propia Habana.
Marinas Gaviota dispone de instalaciones en Cayo Las Brujas, con modernas embarcaciones entre catamaranes y yates para su oferta de práctica de diversos deportes acuáticos, pesca deportiva y de bojeos, sea tour y tentadoras excursiones náuticas, entre las que sobresale la popular Crucero del Sol.
Tiene asociados un centro de buceo, que cuenta con instructores certificados por ACUC Internacional (certificación de buceo internacional reconocida y aceptada en todo el mundo), donde pueden realizarse inmersiones guiadas por buzos profesionales, buceo en sí y snorkeling, ofertas de lujo en una zona próxima a una de las barreras coralinas más grandes del mundo; y, recomendado por Tripadvisor entre las mejores atracciones en ese destino, un delfinario con seis piscinas de interacción, donde los visitantes disfrutan de espectáculos de delfines y leones marinos y nado especializado con delfines.
Operan en Cayos de Villa Clara más de una veintena de confortables hoteles, predominantemente Todo Incluido de categorías cuatro y cinco estrellas, que ofrecen diferentes opciones de alojamiento, propiedad del grupo cubano Gaviota, algunos de marca propia –Hoteles Playa y Gaviota Hoteles–, aunque la mayoría es administrada por prestigiosas cadenas hoteleras internacionales, entre las cuales están Meliá, Blue Diamond, Iberostar, Archipelago (Aston), MGM Muthu, Valentin Hotels, Banyan Tree (Dhawa y Angsana), Vila Gale, Cosmos y Anex Travel Group.
El aeropuerto internacional más cercano a este destino norteño es el “Abel Santamaría” de Santa Clara, capital provincial de Villa Clara, de donde puede continuarse el viaje por carretera hasta el poblado pesquero de Caibarién, punto de partida del referido pedraplén.
Algunos prefieren llegar por el Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana –distante unos 300 kilómetros– y continuar a la cayería por vía terrestre o por la aérea, valiéndose de las ofertas de vuelos hasta el Aeropuerto Nacional “Cayo Las Brujas”, habilitado para aviones de pequeño y mediano porte.