¡Una de cal y otra de arena en dos partidas de Capablanca!
Continúo con algunos de mis “hallazgos” en materia de transposiciones de aperturas; auxiliándome para ello de partidas memorables del Tercer Campeón Mundial de Ajedrez de la Era Moderna, el genial José Raúl Capablanca y Graupera.
Solicito al ajedrecista aficionado que emplee dos tableros y proceda a reproducir al unísono las partidas siguientes:
Doble Peón Dama (al menos en sus inicios)
Capablanca,J - Rubinstein,A [D02]
Berlín Tageblatt Berlín, 1928
1.d4 d5 2.Cf3 c5 3.dxc5 e6 4.e4 Axc5 5.exd5 exd5 6.Ab5+ Cc6 7.0–0 Cge7 8.Cbd2 0–0 9.Cb3 Ab6
10.Te1 Ag4 11.Ad3 Cg6 12.h3 Axf3 13.Dxf3 Cce5 14.Df5 Cxd3 15.Dxd3 d4 16.Ad2 Df6 17.Te4 Tad8 18.Tae1 Dc6 19.g3 Tfe8 20.Aa5 Txe4 21.Dxe4 Cf8 22.Dxc6 bxc6 23.Te7 Td5 24.Axb6 axb6 25.Tb7 Cd7 26.Tc7 Td6 27.Tc8+ Cf8 28.Cd2 c5 29.Cc4 Te6 30.Tb8 Te1+ 31.Rg2 g5 32.a4 Ta1 33.Cxb6 Rg7 34.Tc8 Ce6 35.Cd7 Txa4 36.Cxc5 Tb4 37.Cd3 Tb5 38.Rf3 h6 39.b4 h5 40.g4 hxg4+ 41.hxg4 f6 42.Tc4 Rf7 43.Cc5 Cd8 44.Cb3 1–0
Defensa Francesa Variante Tarrasch
Keres,P - Capablanca,J [C09]
AVRO Holland (6), 14.11.1938
1.e4 e6 2.d4 d5 3.Cd2 c5 4.exd5 exd5 5.Cgf3 Cc6 6.Ab5 De7+ 7.Ae2 cxd4 8.0–0 Dc7 9.Cb3 Ad6
10.Cbxd4 a6 11.b3 Cge7
12.Ab2 0–0 13.Cxc6 bxc6 14.c4 Ae6 15.Dc2 dxc4 16.Axc4 Axc4 17.Dxc4 Tfb8 18.h3 Tb5 19.Tac1 Tc8 20.Tfd1 Cg6 21.Cd4 Tb6 22.Ce6 Db8 23.Cg5 Tb7 24.Dg4 Af4 25.Tc4 Tb5 26.Cxf7 Te8 27.g3 Dc8 28.Txf4 Dxg4 29.Txg4 Rxf7 30.Td7+ Te7 31.Txe7+ Rxe7 32.Axg7 Ta5 33.a4 Tc5 34.Tb4 Re6 35.Rg2 h5 36.Tc4 Txc4 37.bxc4 Rd6 38.f4 1–0
Compárense ambos diagramas luego de efectuadas las 9 primeras jugadas. Inclusive la partida de 1938 puede avanzarse hasta la jugada 11 de las negras, y así podrán percatarse que el caballo del rey igualmente fue llevado al escaque e7.
A los partidarios del Peón Rey tengo a bien recomendarles que profundicen en el estudio de estas dos partidas, como parte de un mismo tratamiento técnico a posiciones que se tornan similares.
La partida Capablanca versus Rubinstein habrá sido un Doble Peón Dama en sus inicios, pero luego de algunas jugadas –me atrevería a decir- que la misma se transpuso hacia un esquema dentro de la familia de la Defensa Francesa Variante Tarrasch.
En su obra Primer Of Chess Capablanca señaló que Rubinstein cometió un error estratégico con la jugada (15…. d4), pero modestamente considero que el extraordinario Akiba estaba tratando de evitar lo que precisamente logró el gigante Keres en su victoriosa partida, es decir, el control de la casilla d4 con el caballo dama y la posterior apertura de la gran diagonal a1–h8 para su alfil del mismo color.
Nada, estimados lectores, que hemos estado en presencia de dos excelentes partidas jugadas por tres supergrandes ajedrecistas de todos los tiempos; y como el cubano equilibró su score al ganar una y perder la otra, muy bien podría exclamarse: ¡Una partida de cal y otra de arena en la carrera ajedrecística de Capablanca!