La Plaza Vieja, la favorita en La Habana

Redacción Exce…
28 January 2019 2:40pm
Plaza Vieja de La Habana

Un placer del que disfrutan a plenitud cubanos y foráneos es desentrañar las claves de La Habana, en especial su singular Plaza Vieja, que figura en el número uno entre los 10 lugares más populares del área del Caribe, de acuerdo con los premios Travellers’ Choice 2019.

En su andar el radiante sol caribeño envuelve al viajero, quien, fascinado, descubre un halo mágico en las calles de la Plaza, tercera creada en la capital y una de las más importantes de la Habana Vieja, que orgullosa exhibe un atractivo complejo recreativo y cultural.

Los viajeros son pródigos en elogios sobre la Plaza Vieja, cuya alegría, colorido y entorno colonial la hacen merecedora de figurar en la cima de la popularidad de los premios Travellers’ Choice 2019 en su edición 17, según el sitio web Tripadvisor, para viajeros y turismo, que anualmente publica sus premios a destinos, hoteles, sitios de interés y otros.

La plaza ha sido bien restaurada, sus coloridas casas coloniales, su bullicio y emblemáticos restaurantes llenan los sentidos, pero sorprende aún más disfrutar de uno de los planetarios más modernos del mundo con una escenografía del Sistema Solar a escala increíble, donde la esfera del Sol alberga la sala de proyecciones, opinó uno de los visitantes.

Es una de las plazas más emblemáticas de la Habana, teniendo en cuenta su impronta colonial con un magnífico estilo arquitectónico en sus edificios donde prima el eclecticismo, opina uno de los visitantes. La plaza es uno de los lugares que es bueno visitar porque allí hay mucha historia, manifestó otro turista en TripAdvisor, sitio web de viajes más grande del mundo.

En una de sus calles se ubica el edificio con la Cámara Oscura desde donde se puede hacer un recorrido de 360 grados de La Habana a "vista de periscopio", escribió uno de los visitantes en el sitio Tripadvisor, red social para viajeros y turismo, donde los comentarios coinciden en afirmar que visitar la Plaza Vieja es adentrarse en un paisaje que se integra armónicamente a los demás de la ciudad de La Habana, que este año arribará a su medio milenio de existencia.

Según datos históricos, la plaza, rodeada de las calles Teniente Rey, Mercaderes, Muralla y San Ignacio, fue creada en 1559 como objetivo comercial, a solo 100 metros de la Plaza de San Francisco. En ese entonces se le llamo Plaza Nueva, donde, además, de actividades comerciales se realizaban fiestas religiosas, conmemoraciones y hasta tuvo su sede la picota pública.

Nueva, Real, de Roque Gil, del Mercado, de la Verdura, Fernando VII, de la Constitución, de Cristina, de la Concordia, Vieja y Parque Juan Bruno Zayas han sido los nombres que a lo largo de los años ha tenido la Plaza Vieja, cuyos trabajos de restauración comenzaron en 1995.

Las elegantes residencias de la aristocracia en la época de la colonia, luego de ser minuciosamente restauradas acogen instituciones recreativas culturales, comerciales y de entretenimiento, que prestan sus servicios a los visitantes del Centro Histórico de la Ciudad.

De acuerdo con sitios web especializados algo que motiva una gran admiración en los recorridos turísticos es la obra escultórica Natura, consistente en una gran flor que nace de los adoquines de la Plaza Vieja, con una fuente con su surtidor al centro, similar a la existente en el siglo XVIII y en la parte sur una enigmática escultura de un gallo con una mujer encima.

También llama la atención de cubanos y foráneos una fuente en mármol de Carrara que se asemeja a la construida en piedra, en 1796, por el conde de Santa Clara, que sustituyó a la edificada por el marqués de Casa-Torres en el lugar donde, desde 1606, existía una pila de agua de la Zanja Real, en el centro de la Plaza para suministrar el líquido a los moradores.

Otras instalaciones muy frecuentadas son el Planetario, consistente en una sala con una cúpula de proyección que hace posible representar y simular la bóveda celeste de noche con sus miles de estrellas, planetas, cometas y otros elementos, donde acuden adultos, jóvenes y niños, y la Fototeca de Cuba, que atrae a los interesados en la fotografía de la isla caribeña.

Una escultura de bronce del artista cubano Roberto Fabelo y la Cámara Oscura de la Habana Vieja, similar a la Cádiz, es una especie de periscopio basado en un diseño de Leonardo Da Vinci, que mediante un sistema de lentes refleja en una pantalla cóncava imágenes de la zona.

El Centro Cultural Vitrina de Valonia, que muestra la cultura belga a niños y jóvenes, el Museo de Naipes con su colección de barajas, naipes, cartas y postales, la Factoría de Maltas y Cervezas, de tecnología austriaca, también atraen la curiosidad de los visitantes, así como el Palacio del Conde de San Juan de Jaruco, sede de la Galería La Casona, donde nació la novelista María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo, conocida como la Condesa de Merlín.

Un oasis para descansar un buen rato es el Café El Escorial en la antigua casa de la familia Franchi Alfaro, donde se degusta la aromática bebida, y, muy cerca, se hallan la antigua casa de Don Pedro Alegre, ahora la tienda Paul and Shark, la Casa del Conde de Casa Lombillo, devenida un Salón de masajes y viviendas, y el antiguo Colegio Santo Ángel, que actualmente es sede del restaurante Santo Ángel, renombrado por su exquisito arte culinario.

El retumbar de la música y singular paisaje forma parte de esa magia indiscutible de la vetusta urbe, donde abundan los patios interiores, típicos de las construcciones coloniales que cautivan a los admiradores de La Habana, que, coqueta, se prepara para festejar su medio milenio.

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