Octubre y los huracanes

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Por Dr. José Rubiera.

Septiembre, el mes más activo de una Temporada Ciclónica, según las estadísticas de los últimos 100 años, con el pico máximo alrededor del 10 de septiembre, da paso a octubre, mes algo menos activo, pero un mes a respetar. 

Lo digo, no sólo porque octubre posee el segundo pico de una Temporada Ciclónica, que ocurre poco antes del día 20 de este mes, sino porque en octubre la actividad ciclónica deja paulatinamente de ocurrir en el Atlántico Tropical, al Este de las Antillas Menores, sino que se traslada al mar Caribe occidental. Esto hace de octubre un mes muy peligroso para esta área geográfica y también para el Sudeste de los Estados Unidos.

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Cantidad de Ciclones Tropicales (Huracanes y Tormentas tropicales) en 100 años. Fuente: NOAA

 

Con todo y eso, octubre a veces nos asombra, pues a veces pasan varios años y no pasa casi nada. Pero hay razones climáticas que posibilitan que este mes sea llamado, con razón, el de los grandes huracanes del Caribe.

Ya en octubre va avanzando el otoño en el Hemisferio Norte. Por el continente norteamericano y el golfo de México comienza a verse avanzando algún frente frío. Hay personas que piensan que cuando se aparece un frente frío se acabaron los ciclones en el Caribe. No es así, a veces un frente, o el mismo transformado en vaguada frontal, ya sin cambios de temperatura, penetra en el mar Caribe occidental y encuentra condiciones que hacen que se convierta en un ¨gatillo¨ para la generación de un ciclón tropical. 

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Zonas de Formación y Trayectorias más probables de los Huracanes y Tormentas tropicales de octubre. Fuente: NOAA

 

Los huracanes que se forman en octubre en el Caribe occidental surgen de áreas de nublados. A veces no ocurre nada más que lluvias fuertes en zonas de América Central, como en Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Honduras. Pero otras veces, esas áreas de chubascos y lluvias, se mueven al norte, lento primero, van ganando paulatinamente en fuerza, forman área sde bajas presiones, y en un proceso de varios días, se convierten en tormentas tropicales o huracanes, a veces intensos.

Estos ciclones tropicales de octubre tienden a seguir una trayectoria al norte o nortenordeste, usualmente impulsados por los vientos en altura del sector delanteros de la vaguada frontal del continente o de la porción suroeste del anticiclón atlántico. 

Algo como lo descrito, fue precisamente la génesis del tristemente célebre ¨ciclón del 26 (1926), que irrumpió en la capital cubana con grandes destrozos y la pérdida de 600 vidas el 20 de octubre de ese año. En la fotografía mostrada en la portada de este trabajo, puede verse el área frente a lo que es hoy el mundialmente conocido hospital habanero “Hermanos Almeijeiras”, como se encontraba entonces, inundada por los 520 mm de lluvia en 24 horas y las marejadas del Huracán de octubre de 1926.

La génesis del también tristemente célebre Huracán de 1944, no fue igual, aunque su trayectoria en el Caribe occidental en cierta medida fue bastante parecida al de 1926. En el caso del huracán de 1944, fue éste el huracán más intenso del siglo XX en Cuba, y ocurrió el 18 de octubre. 

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Daños ocasionados por el Huracán de octubre de 1944 en Marianao, La Habana (Tomado de la revista Bohemia. Año 36. Nro. 39. Octubre de 1944).

 

Sobre éste último, cabe decir que fue precedido por un frente frío que llegó a La Habana el día 11 de ese mes, hizo frío, se cuenta que los habaneros sacaron los abrigos…. Y unos días después… llegó el huracán, con sus estragos y muertes, el día 18. El hecho de que llegue un frente frío no es obstáculo para que no haya después huracanes, algo que muchas personas piensan que no es así. 

El huracán de octubre de 1944 produjo en la capital cubana vientos con fuerza de huracán durante 14 horas, y de ellas 7 horas fueron con rachas superiores a 200 km/h. La racha máxima fue registrada en el antiguo Observatorio Nacional, con un instrumento que aún se conserva funcionando en el mismo sitio, ahora Instituto de Meteorología, un anemómetro ¨Dines¨, de gran precisión para medir las rachas de fuerza de huracán. Cabe destacar que la moderna tecnología no ha podido desplazar a este preciado instrumento. La racha medida fue de 262 km/h y fue un record sólo superado por la racha de 340 km/h del huracán Gustav en Paso Real de San Diego en el 2008 registrada con un instrumento del mismo tipo. En el de 1944 en La Habana hubo que lamentar una gran destrucción y 300 muertes relacionadas con este huracán, que sin embargo fue relativamente seco. Solo 200 mm en 24 horas, y digo seco comparado con los 510 mm en 12 horas dejados caer por el ciclón de 1926 en La Habana. Creo que para Cuba, el de 1944 fue la verdadera ¨Tormenta del Siglo (XX)¨.

Hacia atrás en el tiempo, tenemos que el primer huracán de que se tienen noticias que azotó a La Habana en un mes de octubre fue el del 24 de octubre de 1692, la llamada "Tormenta de San Rafael". Pero terribles huracanes han también azotado a Cuba en el siglo XVIII, como fueron los del 15 de octubre de 1768, la "Tormenta de Santa Teresa"; el del 29 de octubre de 1792, o "Tormenta de San Francisco". 

Claro que mientras más cerca nos encontramos en el tiempo, también aparece más información. Es así que en el siglo XIX se inicia el siglo con  el huracán del 26 de octubre de 1810, la "Tormenta de la Escarcha Salitrosa", curiosamente llamada así porque el aire se llenó del salitre que se desprendía de la espuma de las grandes olas que se generaron con el huracán, pues hubo una enorme inundación costera en la que los botes, se cuenta, que navegaban por la calle Obispo hasta frente a donde después estuviera la Moderna Poesía. 

Pero sin dudas, el siglo XIX dejó su impronta con dos terribles huracanes de octubre, ocurridos con sólo un año entre ellos, lo que recuerda lo fútil que resultan ser las estadísticas. 

El primero fue el del 5 de octubre de 1844, la "Tormenta de San Francisco de Asís". Categoría 4. Dejó en la capital cubana 100 muertos, incontables heridos, 2 mil 546 casas derrumbadas, y además, 13 buques mercantes se fueron a pique en la bahía habanera. 

Y poco después, llegó el huracán más intenso que jamás en la historia conocida haya azotado a Cuba, la "Tormenta de San Francisco de Borja", huracán Categoría 5, el 11 de octubre de 1846. Su radio de vientos fue tan grande que los vientos huracanados se sintieron hasta las proximidades de los actuales límites de las provincias orientales, cubriendo casi toda Cuba. A su paso por La Habana, se registró un valor mínimo de presión atmosférica de 916 hectopascal, la más baja presión atmosférica registrada en la mayor de las Antillas hasta la fecha. Solo comparable a los posteriores huracanes de 1926 y 1944 en el siglo XX.

Pero también hubo intensísimos huracanes en 1865, 1870, que ocasionó grandes inundaciones y el triste saldo de 800 muertes en la ciudad de Matanzas; el de 1876, también muy fuerte en La Habana, y el huracán del  7 al 9 de octubre de 1882 en Pinar del Río, entre otros.

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Torre de Radiotelegrafía en la estación de La Fe, extremo occidental de Pinar del Río, torcida y derribada por el Huracán Categoría 5 de octubre de 1924.

 

El siglo XX se inicia con el huracán del 18 de octubre de 1906 y otro el 11 de octubre de 1909, ambos muy fuertes. Se cierra la primera década de este siglo con el Huracán de los Cinco Días, llamado así porque hizo un enorme lazo que lo hizo regresar al mismo punto a los cinco días de haber azotado por primera vez. Ocurrió del 13 al 17 de octubre de 1910.

Después, vino el huracán del 19 de octubre de 1924, llamado Huracán sin Precedentes, y se le llamó así por no tener precedentes en Vuelta Abajo (Pinar del Río). Fue un categoría 5 que arremetió con inusual fuerza sobre la parte más occidental de las provincias cubanas. Sin mayor trascendencia, sin embargo, y casi nadie le recuerda, por haber pasado por una zona de poca población, extrema pobreza y haber tenido un diámetro no muy grande.

Después vinieron los célebres huracanes de 1926 y de 1944, ya referenciados más arriba en este artículo; el del 12 de octubre de 1945, Ciclón que afectó una estrecha faja de Camagüey y las Villas; 7 de octubre de 1945, Huracán que afectó a Pinar del Río.

Otro huracán memorable fue el del 5 de octubre de 1948, Huracán Categoría 3, de pequeño diámetro, se formó y cruzó por el Sur de Pinar del Río, y que luego recurvó y salió por La Habana; el del 16 de octubre de 1950, Huracán que afectó a Camagüey. Otro grande, el Huracán FOX, del 24 de octubre de 1952, categoría 5, registró vientos máximos en rachas de 280 kilómetros por hora en la estación meteorológica de Cayo Guano del Este, al sur de Cienfuegos. Pasó por Las Villas y Matanzas, más debilitado, pero ocasionando gran destrucción en casas, ingenios azucareros y cosechas.

Muy conocido es el caso del Huracán FLORA, del 4 al 7 de octubre de 1963.  Fue un huracán que se movió por toda la zona oriental de Cuba, haciendo un enorme lazo sobre las actuales provincias de Las Tunas, Granma, Holguín y Camagüey. Aunque los vientos no fueron muy fuertes, las lluvias asociadas al mismo, con acumulados del orden de los 1800 mm en 72 horas, sí lo fueron, ocasionando inundaciones nunca antes vistas y provocando 1050 muertes.

Cierra el pasado siglo XX con el huracán “LILI”, del 18 de octubre de 1996, el cual, después de una pausa de 33 años, inauguró otra etapa activa de ciclones tropicales, la cual dura hasta nuestros días.

En países vecinos, como en los Estados Unidos, octubre también ha sido un mes de grandes huracanes, sobre todo en el estado de La Florida. Es así que desde 1861, año en que comienzan las estadísticas más confiables, han llegado a la península de La Florida 36 huracanes, y de ellos 11 de gran intensidad, Categorías 3, 4 o 5.

Por ello, no hay dudas de que octubre es un mes para observar cuidadosamente lo que ocurre en la zona occidental del mar Caribe.

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