Santiago de Cuba, ¿provincia jardín?

Los jóvenes que ahora rebasamos los 40 años de edad nunca habíamos experimentado una vivencia tan amarga, desoladora y triste como los fuertes embates que, a su paso, dejaron los vientos del huracán Sandy en el año 2012 por la provincia Santiago de Cuba y, en particular, en Palma Soriano.
El "leñador" calificativo que Sandy recibió de la voz popular santiaguera, ciertamente arrasó con cuanto objeto material a su paso encontró, especialmente, con árboles y plantas, al punto de no dejar, casi, en pie a ningún arbusto y de hecho su follaje.
Y si bien por un lado el panorama y paisajístico en los últimos meses de ese año era desolador, todavía en el 2013 se mantenía así pues muchos de los derribados por él clasificaban como árboles de gran valor maderable.
A raíz de esto, algunos artículos de las circunstancias, resultado de la investigación acuciosa de la prensa escrita, radial, televisiva, de agencias y digital santiagueras, arribaban a la conclusión que cerca del 90 por ciento de la arbolada de Santiago de Cuba fue totalmente destruída y para ello se proyectaron nuevos programas de reforestación sostenible, lo que originó que especialistas del CITMA y la Empresa Forestal se dieran a la tarea de un estudio inmediato y eficiente de la siembra de aquellas especies de plantas que pudieran ser duraderas, bellas por su follaje, funcionales en entornos urbanísticos y, por demás, que armonizaran en él.
Hoy en Palma Soriano en este sentido el panorama va cambiando, al igual que en Santiago de Cuba, en pos de devolverle a las ciudades afectadas por el huracán Sandy el aspecto de una ciudad jardín. Razones por un 500 bello y acogedor en la siempre provincia oriental cubana y caribeña.
Fundación Santiago de Cuba/Sierra Maestra