San Pedro de la Roca del Morro, un bastión valioso en Santiago de Cuba

alina
05 March 2014 4:08pm
San Pedro de la Roca del Morro, un bastión valioso en Santiago de Cuba

La inutilidad podría ser la reflexión inicial de quien contemple la fortaleza de San Pedro de la Roca del Morro, en Santiago de Cuba, cuya primera función, defender la ciudad de los ataques de piratas, nunca cumplió su objetivo, pese a ser una imponente mole de toneladas de piedra y cañones.

Y es que la obra dilató 200 años y a su puesta en marcha, la ciencia y el arte de la guerra la habían superado. Sin embargo, califica entre las concepciones defensivas más notables construidas por los colonizadores españoles en América por lo que resulta un lugar que pudiera ser muy especial para el visitante de la segunda ciudad en importancia de Cuba.

Su principal diseñador y arquitecto, el famoso ingeniero militar italiano Juan Bautista Antonelli, había ganado fama con los trabajos de fortificación de San Cristóbal de La Habana, pero nunca imaginó que su proyecto demoraría dos siglos.

San Pedro… se integra junto a La Socapa, La Avanzada y La Estrella en el sistema defensivo de la bahía santiaguera, en lo que constituye el mayor y más completo ejemplo de ingeniería militar renacentista europea aplicada en las condiciones del Caribe, y aunque inútil en su objetivo primario, valioso en otro, al ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en 1997.

Otro elemento paradójico e imposible de prever por el ingeniero italiano resulta el cambio de naturaleza de la fortaleza, en tanto se concibió para contener a los piratas y hoy día alberga un museo dedicado a aquellos depredadores del Caribe.

Hacia el final del siglo XIX, durante la guerra cubano-hispano-norteamericana, el bastión militar no ofreció ayuda alguna y más bien fue testigo silencioso en el asedio que naves estadounidenses establecieron contra Santiago de Cuba. A la sazón, se hallaba surta en la bahía de la ciudad oriental la supuesta gloriosa armada del país ibérico, comandada por el almirante Cervera.

Por la forma de la rada santiaguera, con una bolsa de salida muy estrecha, los acorazados norteamericanos realizaron una práctica de tiro contra sus similares españoles que salían uno a uno sin el más mínimo chance de éxito. Queda para la historia como un ejemplo de pundonor militar, pero también evidencia de lo testarudo y tozudos que eran aquellos uniformados ibéricos.

Como resultado, en las cercanías del accidente geográfico hay numerosos pecios a gran profundidad, otro detalle para el recuerdo de aquella desigual batalla.

Según la historia, la propuesta para edificar la fortaleza corrió a cargo del entonces gobernador Pedro de la Roca y Borja, de quién tomó el nombre. Sometido a diversos trabajos de reconstrucción, el Morro de Santiago de Cuba constituye una riqueza arquitectónica de gran valor estético e histórico. En sus muros, torres y murallas los visitantes aprecian en toda su magnitud la huella del arte militar desarrollado en Italia, España y Cuba entre los siglos XVI y XIX.

A partir de 2001, la fortificación acoge una ceremonia que incluye un saludo de artillería a los combatientes por la independencia de Cuba de todos los tiempos, a imagen y semejanza del que en La Habana, la capital, se efectúa a las nueve de la noche.Empero, sí en el de la principal ciudad cubana los protagonistas visten a la usanza de los colonizadores, en el santiaguero, sus ejecutores lo hacen con indumentaria mambí, o sea, con los atuendos que utilizaban los combatientes contra la corona española durante las guerras de los 10 años, primero, y de 1895, después.

El cañonazo lo ejecuta una dotación de artilleros que utiliza una pieza llamada Príncipe Pío, fundida el 19 de diciembre de 1805 en Sevilla, España, e instalada en sus inicios en el complejo histórico Morro-Cabaña de la capital cubana.

La instauración de la salva constituye además un homenaje a Santiago Apóstol y a Santa Bárbara, patrones de la ciudad de Santiago de Cuba y de los artilleros, respectivamente.

A unos pocos metros de la fortaleza hay un restaurante que guarda como tesoro el taburete (silla de madera y cuero), en el cual el ex Beatle Paul McCartney tomó asiento durante una fugaz visita.

La fortaleza de San Pedro de la Roca del Morro, es solo uno de los muchos lugares atractivos que puede ofrecer la ciudad de Santiago de Cuba a un posible visitante. Como destino turístico la Santiago cubana reúne posibilidades inmejorables para el disfrute de playas, turismo de ciudad y de naturaleza.

umbrellatravel.com

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