Cuba y Francia firmaron acuerdos e identificaron intereses comerciales

En apenas un día el presidente francés, Francois Hollande, cumplió en La Habana, como parte de una gira por el Caribe que incluyó también a Guadalupe, Martinica, San Bartolomé y San Marín, y Haití, una apretada agenda dirigida a reforzar los vínculos bilaterales entre las dos naciones.
Por primera vez en la historia un mandatario galo visita a la mayor isla de las Antillas y ello ocurrió tras el acuerdo de La Habana y Washington de desbrozar difíciles escollos y avanzar en la normalización de las relaciones bilaterales, interrumpidas en 1962 y marcadas por un bloqueo económico y financiero por el vecino del norte contra la Isla caribeña por más de 50 años.
También, vale significar, que la visita ocurrió en medio de las negociaciones de Cuba y la Unión Europea, que deberán resultar en la firma de un Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación.
Hollande fue recibido por su homólogo cubano, Raúl Castro, con quien dialogó sobre los vínculos bilaterales y las posibilidades de mayores intercambios comerciales.
Esta es la primera visita –y Hollande tiene el mérito de ser el primero- de un mandatario europeo luego que Raúl Castro y Barack Obama tomaron la iniciativa de trabajar a favor de un acercamiento entre sus respectivos países, hecho histórico ocurrido el pasado 17 de diciembre.
Acompañaron al mandatario Jean-Pierre Bell, enviado personal del Presidente para América Latina y el Caribe; Jacques Audibert, consejero del Presidente y Jean-Marie Bruno, embajador de Francia, entre otras personalidades de alto nivel, además de un grupo importante de empresarios.
Durante su corta estancia el mandatario galo asistió a la firma, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, de cuatro convenios de cooperación en la investigación científica, la enseñanza superior y la promoción de la cultura.
En esta ocasión los ministerios de Salud de los dos países firmaron también una Carta de Intención para profundizar las acciones de cooperación en materia de seguridad sanitaria internacional, sobre todo para el enfrentar enfermedades transmitidas por vectores.
El ministro cubano de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, Rodrigo Malmierca, valoró que los intercambios realizados entre el empresariado de Cuba y Francia permitieron identificar intereses comunes.
Informó, además, sobre la realización de una sesión plenaria de cuatro talleres sectoriales del Foro Empresarial Cuba-Francia, donde se presentaron detalles sobre la actualización del modelo económico cubano, proyecciones a largo plazo y las oportunidades al empresariado francés con la nueva Ley de Inversión Extranjera.
En el taller de turismo trascendió que los visitantes franceses crecieron en un 7 por ciento en 2014 y en un 24,5 por ciento de enero a la fecha. Ello, más el aumento de negocios conjuntos evidencia un buen momento y abre mayores posibilidades para más intercambio, acorde con el ministro cubano.
Hizo mención también a las gestiones por la parte cubana para la adquisición de tecnologías con vistas a la modernización integral del sistema eléctrico cubano, garantías de suministros, financiamiento, y la adquisición de piezas de repuestos para las unidades de generación de origen francés existentes en la nación, además de la preparación profesional del personal.
Asimismo, la parte cubana expresó su interés en la participación del grupo empresarial petrolero Total en contrato de administración de exploración a riesgo y producción compartida, y de la modernización de la refinería de Santiago de Cuba, al oriente cubano.
Existe también interés por la nación caribeña en la producción de asfalto mejorado en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, además de propiciar un flujo mayor de importación y exportación en el sector de la agroindustria e incluso en lograr negociaciones para la modernización de la industria alimentaria cubana.
En tal sentido se promueve que empresas galas inviertan en la producción de alimentos en la isla y lograr la sustitución de importaciones en ese sector, asuntos sobre los cuales hubo propuestas de posibilidades de negocios, particular en la Mariel.
En el propio foro de negocios el grupo Biocubafarma promovió las asociaciones con empresas francesas para el desarrollo clínico y la comercialización de productos biotecnológicos innovadores para el tratamiento de diversas enfermedades.
A más de incentivar la constitución de empresas mixtas en la Zona Mariel y la construcción de instalaciones destinadas a la fabricación de productos biotecnológicos y farmacéuticos.
Durante su estancia en Cuba, Hollande inauguró una nueva sede de la Alianza Francesa, ahora ubicada en un edificio emblemático del patrimonio arquitectónico y cultural del Centro Histórico de La Habana Vieja.
Al intervenir en esa ceremonia Hollande destacó la labor solidaria de los médicos cubanos, sobre todo en el enfrentamiento a la epidemia de ébola en África, elogió el alto nivel y la calidad de la enseñanza en la isla y subrayó que la Alianza Francesa En La Habana es la mayor de acuerdo con el número de habitantes, con una matrícula que supera los 12 mil alumnos.
En una conferencia magistral impartida en el centro de altos estudios, acompañado por el vicepresidente cubano Miguel Díaz Canel, el distinguido visitante significó que América Latina y el Caribe se han convertido en el área geográfica protagonista del siglo XXI.
En otra de sus comparecencias expresó el deseo de su gobierno de aumentar el intercambio entre Francia y Cuba a través de los bloques de cooperación regional; de que Estados Unidos ponga fin al bloqueo económico contra Cuba, al tiempo que manifestó su interés de que Francia esté presente en el proceso de apertura que se avizora en este país tras el descongelamiento de los nexos entre La Habana y Washington.
En La Habana, el mandatario galo sostuvo un encuentro con el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, con quien dialogó sobre los lazos históricos entre las dos naciones y la situación internacional.
De igual modo Hollande condecoró con la Legión de Honor al arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, quien, dijo, jugo un rol importante en el proceso de acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, que tiene como principal exponente, reconocido incluso por el presidente cubano, el papa Francisco.
Venir a despedir al presidente Hollande es una muestra de la satisfacción por los resultados alcanzados durante su visita, declaró Raúl Castro a la prensa en el aeropuerto internacional José Martí tras despedir al visitante.
Cuba y Francia establecieron relaciones diplomáticas en 1902, aunque desde antes, durante la Revolución Haitiana (1791-1804), colonos franceses se asentaron en el oriente de la isla.