El más legendario de los cabarets cubanos: Tropicana (Parte II)

Redacción Exce…
16 July 2019 1:43pm
El más legendario de los cabarets cubanos: Tropicana

Es uno de los mayores encantos de La Habana. Declarado en 1992, como el mejor cabaret de América, Tropicana es un sitio con un gran patrimonio e historia. Un lugar además donde han tenido lugar significativas presentaciones de algunos de los diseñadores de moda más exitosos del mundo. 

Si hay un sitio en La Habana que sabe combinar la naturaleza, la noche tropical y los encantos de la cultura es Tropicana. Y cuando hablamos de cultura, no es solamente la música, el folklore o los bailes cubanos. El cabaret más legendario de la Isla no es histórico solo por sus presentaciones y su exuberante floresta. También lo es por su arquitectura, las esculturas que engalanan el sitio y las presentaciones que han tenido lugar en él.

Una estilizada escultura nos da la bienvenida: Es la mítica Bailarina, uno de los símbolos del cabaret. A finales de 1949, cuando Tropicana comienza a transformarse, aparece una bellísima escultura creada por la artista cubana Rita Longa, en medio de un pequeño estanque rodeado de césped donde florecían nenúfares. Según diarios de la época, la obra deslumbró a todos y fue descrita como “larga, larga como una tentación y fina como un deseo, la cual haciendo unas preciosas puntas parece girar sobre un espejo de agua”.

Y mucho se preguntaron entonces el motivo de escoger una bailarina clásica, si el cabaret apostaba más por los bailes más populares. La respuesta fue certera: representaba un símbolo imperecedero de la danza. La autora confesaría que la escultura fue concebida justo en la época en que fue estrenada la película británica sobre ballet Las zapatillas rojas, protagonizada por la actriz y bailarina Moira Shearer. Y no hubo una modelo en específico que inspirada a la artista. Las modelos de Longa no fueron de carne y hueso, sino producto de estudios de composición y movimiento.

Atrás no se queda La Fuente de las Ninfas, grupo escultórico creado por el artista italiano Aldo Gamba y que estuviera desde 1952 en el exterior del casino. Ocho ninfas se toman las manos y levantan sus piernas en expresión de entrega, de goce y disfrute del ambiente.

Pero lo más renombrado y lo más logrado en materia arquitectónica de la década de 1950, es el Salón Arcos de Cristal. Y lo fue por la significación estética de la naturaleza tropical utilizada dentro del contexto arquitectónico. Arcos de Cristal fue Premio Medalla de Oro del Colegio Nacional de Arquitectos de 1953 y su arquitectura se reduce a ligeros arcos de cubierta, cuya forma queda absorbida por el predominio de la exuberante naturaleza. Según reflejan los diarios y libros de la época, para recrear la bóveda celeste en pleno campo, se pintó el local en colores oscuros y se iluminó fuertemente la arboleda del exterior, iluminación que llega a su vez al interior, a través de cristales transparentes. Fue un concepto arquitectónico único de su tipo para la época y un elemento que distingue a Tropicana, del resto de los centros nocturnos de Cuba y las Américas.

Pero junto a su arquitectura, hay otros elementos que trascienden y que lo han posicionado como lugar privilegiado. De inolvidable fue catalogada la presentación, por vez primera fuera de París, de la Colección Primavera-Verano, del diseñador Pierre Balmain. Fue en 1954 y él viajó personalmente a La Habana para exhibir sus diseños.

En 1996, otro evento de este tipo se reviviría en Tropicana. Ese año, llegó hasta el salón la diseñadora de moda japonesa Junko Koshino con su Fashion Show, y en la cual intervenido coreográficamente la mano del maestro y profesor Santiago Alfonso, quien le dió originalidad y dinamismo al desfile. 

Tropicana, en estos 80 años que cumple este 2019, no es solo el cabaret de la música y el baile. Es un centro nocturno para vivir los más esplendorosos performances, shows de todo tipo y la originalidad de los más atrevidos creadores de Cuba y otras naciones.  

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