Y siguen los eventos astronómicos
La pasada semana les conté acerca del eclipse de Sol anular que sería visto en varias partes de nuestro hemisferio el sábado 13 de octubre, y también las medidas de protección de los ojos ante un eclipse de Sol.
En mi casa de La Habana, pude hacer varias fotos con empleo de un filtro solar de montura “casera”, el cual tengo que decir que funcionó muy bien. A continuación, les comparto la fotografía del momento álgido del eclipse, el de mayor ocultación del disco solar por La Luna, a las 13:34 hora de Verano Local.
Por ello, he pensado que, para continuar con la tónica, repasar junto a Uds. cuáles serán otros eventos astronómicos de interés que tendremos por delante.
Recordemos que los eclipses (del griego ékleipsis, ‘desaparición’, ‘abandono’) se producen cuando un cuerpo celeste, como la Luna o un planeta, se interpone en la trayectoria de la luz de otro cuerpo celeste, proyectando una sombra sobre él.
En un año suelen producirse solo entre 4 y 7 eclipses, incluyendo los solares y lunares.
Pero los eclipse no se pueden ver al mismo tiempo desde cualquier lugar del mundo, particularmente los de Sol. Un eclipse de Sol se puede ver para un punto cualquiera de La Tierra, solo durante unos minutos y aproximadamente cada 375 años, y eso si la meteorología, o la cobertura de nubes, ayudan, porque baste que esté nublado, para que no se pueda observar, como lamentablemente pasó en varios lugares con este último eclipse del pasado sábado 13 de octubre. Ello explica la connotación misteriosa y divina que los antiguos les atribuían.
Ahora bien, al contrario de los eclipses de Sol, los de Luna pueden verse en prácticamente todo el hemisferio que tiene delante La Luna. Es que en este caso, lo que tapa a La Luna es la sombra de La Tierra, que es mucho más grande que La Luna. En un eclipse de Sol, La Luna proyecta su sombra sólo en una pequeña parte de La Tierra, debido a su menor tamaño.
Eso concede a los eclipses de Luna de una gran ventaja, teniendo en contra solo el factor de la nubosidad imperante en el lugar.
Y lo digo, porque este próximo 28 de octubre podremos observar un eclipse de Luna que será visible a la vez en Europa, Asia, Australia, África, parte de Norteamérica y Sudamérica, Ártico y Antártico.
Se tratará de un eclipse lunar parcial, en el que solo una pequeña parte de la Luna se oscurecerá (concretamente, un 6,05%), mientras que la otra parte permanecerá iluminada. No es mucho, pero algo, es algo. Sin embargo, no será visible en el Caribe, solo después de ya comenzado el eclipse, cuando salga La Luna, en el Caribe oriental.
Pero, no nos desencantemos, porque en el 2024, habrá varios eventos astronómicos interesantes. Por ejemplo, del 24 al 25 de marzo habrá un eclipse penumbral de Luna, visible en la mayor parte de Europa, el Norte y Este de Asia, la mayor parte de Australia y de África, Norteamérica y Sudamérica, el Pacífico, Atlántico, el Ártico y la Antártida.
Y como plato fuerte, un eclipse total de Sol el 8 de abril de 2024, el cual será visible en México, Estados Unidos y Canadá. En la parte occidental del Caribe, se verá como parcial, por ejemplo, en La Habana, con un ocultamiento del 52 % del disco solar, o sea, será de una magnitud de un 24 % inferior a la que se pudo observar el pasado 13 de octubre.
Pero atención, hay algo que podría ser todo un espectáculo celeste. Se del cometa 12P/Pons-Brooks, que el pasado 5 de octubre. Especialistas en astronomía observaron que este viejo cometa se acercaba y que brillaba más que otras veces. Parece ser que el calor del Sol, al acercarse después de 69 años, provocó dos explosiones, y por eso se incrementó su brillo.
Tiene el tamaño de una ciudad pequeña, con un diámetro estimado de 30 kilómetros y cruzará muy próximo a la órbita de La Tierra, pero no representa ningún peligro para nuestro planeta.
Se estima que en esta ocasión, el cometa será visible a partir del 21 de abril del 2024, día en que alcanzará su perihelio, el punto más cercano al Sol. En ese momento, se estima que brillará en su punto más luminoso (con una magnitud de alrededor de 4.5) en la constelación de Tauro, por lo que se podrá observar a simple vista.
Todavía falta tiempo, y en algún momento volveré a hablarles acerca de este cometa. Hay que decir que los estimados o pronósticos de brillo de un cometa son de los más difíciles de realizar y los que menos éxitos cosechan, así que no embullarse demasiado para no sufrir un desengaño.
Aún recuerdo que mi tío abuelo, llegado de España como inmigrante a finales de la primera década del siglo XX, me hacía las historias del cometa Halley a su paso en el año 1910. Como su período es de 76 años, esperé pacientemente a que llegara 1986 para ver el espectáculo, Nada absolutamente se vio a simple vista, y eso que el Halley fue un cometa formidable por como brillaba en el cielo durante meses en aquel año 1910, incluso se veía de día.
Así que, veremos que ocurre con este visitante 12P / Pons-Brooks en su nuevo acercamiento a La Tierra. Los mantendré informados.