¨Volcanes o humanos: la mayor emisión de CO2¨

Volcanes o humanos: la mayor emisión de CO2

Hay varios gases que comúnmente llamamos ¨gases de efecto invernadero¨.

Se llaman así porque su acción en la atmósfera terrestre es similar a la que hacen los cristales en las casillas, o invernaderos, usadas en los países fríos, para poder cosechar vegetales y flores en pleno invierno.

En efecto, la luz del Sol, que es una radiación de ondas cortas, atraviesa los cristales del ¨invernadero¨ sin cambio alguno, calientan el suelo, la tierra y todo lo que hay dentro de esa casilla, y al calentarlos, estos objetos, a su vez, transmiten energía radiante en forma de radiación de onda larga. El vidrio no permite que las ondas largas pasen a su través, por lo que esa energía se queda dentro del ¨invernadero¨, y eleva la temperatura dentro del recinto, más y más, permitiendo los cultivos, aunque afuera haya temperaturas de menos de 0 °C y esté todo cubierto por nieve.

Esquema del Efecto Invernadero. Fuente: Research Gate
Esquema del Efecto Invernadero. Fuente: Research Gate

 

En la atmósfera ocurre algo similar. La atmósfera terrestre es transparente a los rayos solares de ondas cortas, por lo que la radiación emitida por el Sol entra sin obstáculos. Sin embargo, cuando la luz solar llega al suelo y a todas las superficies, estas se calientan y emiten radiación de ondas largas, y estas son absorbidas por el anhídrido carbónico (o CO2), y otros gases, sin poder salir al espacio. Esto hace que la atmósfera se caliente, y es el factor que, por aumento en la concentración de esos gases, en especial del CO2, provoca el aumento de la temperatura de nuestro planeta y lo que llamamos actualmente el Cambio Climático.

Ello resulta así, ya que la actividad humana desplegada desde la Revolución Industrial, ha ido incrementando enormemente la cantidad de gases de efecto invernadero presente en la atmósfera, en especial el CO2, durante todos estos años.

Pero hay también otras emisiones de dióxido de carbono o CO2, que son naturales, y que han existido mucho antes que la Revolución Industrial, por ejemplo, los volcanes. ¿Serán determinantes?

Monte Santa Helena con erupción explosiva el 18 de mayo de 1980. La columna de cenizas, vapor y gases llegó hasta 18 kilómetros de altura sobre el nivel medio de mar. Erupciones tan masivas son raras y de corta duración. Foto: Servicio Geológico de los EE.UU.
Monte Santa Helena con erupción explosiva el 18 de mayo de 1980. La columna de cenizas, vapor y gases llegó hasta 18 kilómetros de altura sobre el nivel medio de mar. Erupciones tan masivas son raras y de corta duración. Foto: Servicio Geológico de los EE.UU.

 

En el transcurso del tiempo geológico, los volcanes han producido ocasionalmente cantidades significativas de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Los volcanes emiten dióxido de carbono de dos maneras: durante las erupciones y a través del magma subterráneo. El dióxido de carbono del magma subterráneo es liberado a través de grietas, rocas y suelos porosos, además del agua que alimenta lagos volcánicos y manantiales termales. Se ha dicho que hace 250 millones de años una extensa inundación de lava volcánica emanó de manera continua en Siberia, tal vez por cientos de miles de años, y que esta erupción a gran escala, y de larga duración, probablemente elevó las temperaturas globales lo suficiente como para causar una de las mayores extinciones en la historia de nuestro planeta. Sin embargo, afortunadamente, la actividad volcánica no ocurre en una gran escala ni se emiten enormes cantidades de gases

Emisiones de CO2 en Mauna Loa, Hawái, Estados Unidos. (Fuente: NOAA)
Emisiones de CO2 en Mauna Loa, Hawái, Estados Unidos. Fuente: NOAA

 

Valores promedios de emisiones de CO2 en las últimas semanas. Los valores de concentración están creciendo bastante rápido. La cifra de 400 partes por millón (ppm) fue sobrepasada por primera vez en la historia conocida en el 2012. Fuente: NOAA
Valores promedios de emisiones de CO2 en las últimas semanas. Los valores de concentración están creciendo bastante rápido. La cifra de 400 partes por millón (ppm) fue sobrepasada por primera vez en la historia conocida en el 2012. Fuente: NOAA

 

Contrario a esto, la actividad humana actual genera de unas 60 a 90 veces, según diferentes estimados, la cantidad de dióxido de carbono que los volcanes liberan cada año. Pueden, es verdad, ocurrir erupciones violentas y grandes que en pocas horas emitan mucho, pero lo hacen realmente por muy poco tiempo y, además, estos casos son muy poco frecuentes. Solo a modo de comparación, puedo decirles que varios estados de un país desarrollado, como los Estados Unidos, ellos solos, liberan de manera individual cada año, más dióxido de carbono que, en ese mismo tiempo, todos los volcanes activos que existen en la Tierra.

Así que, sin duda alguna, las emisiones ocasionadas por la actividad del Hombre son mayores, y están ocasionadas, principalmente, por la quema de carbón y petróleo y sus derivados, pero también por otras muchas actividades, como puede ser la producción de cemento, la deforestación, etc. Se ha estimado que más de 2 000 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono han sido lanzadas a la atmósfera producto de la actividad humana desde el comienzo de la Revolución Industrial.

Sin embargo, hay que decir que las erupciones volcánicas tienen como aspecto positivo que, en lugar de calentar el clima global, realmente lo enfrían. ¿Cómo es eso? Es que el CO2 no es lo único que los volcanes emiten a la atmósfera; hay también cenizas volcánicas y pequeñas partículas llamadas aerosol.

Las cenizas volcánicas y los aerosoles, reflejan la luz solar hacia el espacio, impidiéndoles su entrada en la Tierra y, por tanto, la radiación solar (en onda corta) que se recibe es menor. Por tanto, la atmósfera terrestre se va enfriando. Un buen ejemplo de este efecto ocurrió con el Monte Tambora, que se encuentra en el archipiélago de Las Filipinas, en el océano Pacífico.

 

Localización del Monte Tambora en Indonesia, océano Pacífico
Localización del Monte Tambora en Indonesia, océano Pacífico.

 

El Monte Tambora estalló violentamente con una serie de erupciones que comenzaron el 5 de abril de 1815, y culminaron en lo que hoy es considerada la erupción más grande en la historia humana registrada, y también la más grande del período Holoceno en que nos encontramos (hace 10.000 años hasta el presente).

La actividad volcánica alcanzó su punto máximo en ese año de 1815, culminando en una erupción explosiva. Se cuenta que la explosión se escuchó en la isla de Sumatra, a más de 2.000 kilómetros de distancia. Se observaron fuertes lluvias de ceniza volcánica tan lejos como Borneo, Sulawesi, Java y las islas Molucas, y la elevación máxima de Tambora se redujo de 4.300 a 2.850 metros. Todo lo demás, o gran parte de ello, se fue a la atmósfera.  La erupción fue causa de grandes anomalías climáticas en los años siguientes, debido a la pantalla contra los rayos del Sol que formó la ceniza volcánica y los aerosoles que quedaron suspendidos en la atmósfera. El año 1816 se conoció como el "año sin verano" debido al impacto en el clima de América del Norte y Europa. En el hemisferio norte, las cosechas no pudieron realizarse y el ganado murió, lo que resultó en la peor hambruna de ese siglo.

Back to top