“Nuestra segunda Luna”

“Nuestra segunda Luna”

Hoy quiero contarles algunas cosas interesantes sobre las lunas que pueblan nuestro Sistema Solar.

En nuestro Sistema Solar, compuesto por la estrella madre, el Sol, los planetas, asteroides y cometas, y todo lo que circunda y queda bajo la influencia del Astro Rey, existe una cantidad aproximada de 200 lunas, o satélites naturales de los diferentes planetas que se mueven alrededor del Sol.

Representación del Sistema Solar (no está a escala)
Representación del Sistema Solar (no está a escala).

 

Hay planetas que tienen una increíble cantidad de lunas, por ejemplo, Saturno y Júpiter que poseen la mayor cantidad. Saturno, del que hablamos hace poco, tiene 82 lunas, de las cuales 53 tienen nombre y 29 están pendientes de confirmación y nombre oficial. La mayor, de nombre Titán, es del tamaño del planeta Mercurio, y la menor, es muy pequeña, del tamaño de un campo deportivo de los que tenemos acá en la Tierra.

Para no ser mucho menos, Júpiter tiene 53 lunas y otras 26 esperan por su nombramiento oficial. Combinadas, hacen un total de 79 lunas.

En el distante planeta Neptuno, solo mediante potentes telescopios, se ha podido descubrir hasta el presente un total de 14 lunas.

Otro distante y enigmático planeta, Urano, que al igual que Saturno tiene anillos, aunque sea esto algo muy poco divulgado, hasta el presente se le han adjudicado la pertenencia de 27 lunas, algunas de ellas han sido descubiertas por ingenios espaciales que han visitado las cercanías de ese planeta.  Por ejemplo, el Voyager 2 en 1986 descubrió 10 de esas lunas, con un diámetro entre 26 y 154 kilómetros. Los astrónomos empleando el telescopio espacial Hubble y los mejores telescopios terrestres llevaron el total conocido a 27. Y no ha sido una tarea fácil, pues Urano está a una distancia de 2 900 millones de kilómetros el Sol, y alguna de las lunas tienen un tamaño muy pequeño, de 12 a 16 kilómetros de diámetro, y hay una de esas lunas que es de un color negro como el asfalto, muy difícil de ver.

Urano. Extraño planeta, Tiene también anillos, pero su plano de rotación es de lado, perpendicular al de los demás planetas, y también gira sobre su eje al revés que los demás.
Urano. Extraño planeta, Tiene también anillos, pero su plano de rotación es de lado, perpendicular al de los demás planetas, y también gira sobre su eje al revés que los demás.

 

Plutón y algunos asteroides también tienen pequeñas lunas, mientras que los planetas Mercurio y Venus, no tienen ningún acompañante en su viaje por el espacio alrededor del Sol. Nuestro vecino, el planeta Marte, tiene solo 2 lunas.

Y llegamos a la Tierra. Recuerdo cuando era niño y caminaba con mi padre por las calles de mi pequeño pueblo de campo, miraba al cielo nocturno, y veía a la Luna, brillante y caminando junto a nosotros. Me preguntaba entonces, cómo podía la Luna caminar junto a nosotros; mi mente de niño no podía saber que era solo una ilusión debido a la enorme distancia de 384 000 kilómetros que nos separa de nuestro satélite natural. Y si imagináramos por un momento, lo que sentiríamos si estuviéramos en el planeta Marte y observáramos dos lunas en el cielo, para no pensar en esos cielos con decenas de lunas, qué sensación tendríamos….

Pero siempre hemos creído que nuestro planeta la Tierra tiene un solo satélite natural, la Luna, y las otras lunas que orbitan el planeta son lunas artificiales creadas por el Hombre, los satélites artificiales de la Tierra, después de que el primero fuera lanzado por la URSS en octubre de 1957, dando inicio a la Era Espacial.

Astronauta de Apollo XIV en La Luna en 1971, recogiendo muestras de suelo lunar.
Astronauta del Apollo XIV en La Luna en 1971, recogiendo muestras de suelo lunar.

 

Y ahora, nos enteramos de algo muy interesante: la Luna tiene una hermana menor, o sea, que la Tierra tiene otro satélite natural. Según publicó el pasado año la revista Nature Magazine, esta segunda luna es un pequeño objeto de solo 50 metros de diámetro, que orbita La Tierra al igual que La Luna, aunque de una manera no acostumbrada, pues lo hace con una trayectoria espiral que parece un sacacorchos. Se le llamó Kamo’oalewa, que en idioma hawaiano quiere decir “objeto celestial en movimiento”, refiriéndose a que orbita a la Tierra. El estudio fue liderado por Ben Sharkey, del Laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de Arizona, en los Estados Unidos.

Pero, ¿de dónde vino esa nueva “luna”? Los investigadores la compararon con el material lunar traído a la Tierra por los astronautas de la nave espacial Apollo 14 en 1971. Y por su similitud con la estructura de dichas muestras, piensan que la “nueva luna” salió, o fue parte, de… la Luna.  Es también lógico pensarlo, pues La Luna está siendo continuamente bombardeada por “objetos celestes”, y un pedazo podría haberse escapado para caer en la vecindad de la Tierra, cayendo dentro de su órbita.

En ese caso, lo que lo hace más maravilloso, es que Kamo’oalewa no solo es una segunda luna de La Tierra, sino parte de nuestra propia Luna. Sin embargo, se piensa que no será por mucho tiempo. Los investigadores han concluido que en unos 300 años Kamo’oalewa se liberará de la órbita de La Tierra y seguirá su rumbo como un objeto espacial más; ¿hacia dónde? Ya eso nadie lo podrá decir, al menos por el momento.

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