Historia de un Premio: Guardianes de la memoria
Si de instituciones de extraordinaria y meritoria labor socio cultural se habla en Cuba, ha de nombrarse en primer lugar, sin titubear a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y la Red de Oficinas del Historiador y Conservador de las Ciudades Patrimoniales del país, ambas justamente, ostentan el Premio Excelencias Cuba.
El lauro responde al impacto de labor de estas instituciones en la valorización de la urbe como destino turístico y la implementación de acciones relevantes, ideas significativas y planes creativos que marcaron la diferencia en el sector durante el pasado calendario.
En diciembre del año 2008, en el marco del VII Encuentro Internacional sobre Manejo y Gestión de Centros Históricos, celebrado en La Habana, directivos y técnicos de las Oficinas del Historiador y del Conservador del país acordaron crear la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de Cuba, con el fin de fomentar el intercambio y transferencia de conocimientos, aprovechando la larga experiencia acumulada por cada una de ellas en el campo de la rehabilitación urbana y la recuperación del patrimonio.
Los resultados alcanzados tras la puesta en marcha de un nuevo modelo de gestión en la ciudad de La Habana en 1993, dio lugar a la adopción de una medida similar en otras ciudades de reconocido valor patrimonial: Santiago de Cuba (1996), Camagüey (1997), Trinidad (1997) y Cienfuegos (2007). Con sus particularidades y prerrogativas en materia de gestión, cada una ha conformado equipos técnicos multidisciplinarios alrededor de la Oficina del Historiador o del Conservador según el caso.
Aquel encuentro inicial sirvió para identificar potencialidades y temas de interés común, así como las acciones que permitirían concretar dicho intercambio, entre las cuales se prevé la realización de talleres y cursos en cada una de las ciudades, el intercambio de información especializada, la promoción de investigaciones y programas comunes (turismo patrimonial, por ejemplo), y la publicación de materiales especializados sobre la rehabilitación en general u otros temas en particular. En este sentido, se consideró de gran importancia partir de una publicación que sintetice información de las ciudades y el trabajo desarrollado por las Oficinas en los últimos años, al tiempo que permitiría sistematizar la información disponible, y servir de pauta para nuevas tareas en el futuro.
En el marco de este proyecto, en el año 2010 se realizó en la ciudad de Trinidad un taller en que participaron expertos de las cinco Oficinas, y que se dedicó a la actualización de las regulaciones urbanísticas en los centros históricos.
La creación de la Red ha contado en su inicio con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID).