Reinier Segundo Rendón Fernández, entre la cultura y el turismo en Trinidad

Redacción Exce…
14 December 2024 9:22am
Reinier Segundo Rendón Fernández, subdirector general del Hotel Meliá Trinidad Península

Durante los días de celebración del Festival de la Canchánchara, Excelencias conversó con Reinier Segundo Rendón Fernández, subdirector general del Hotel Meliá Trinidad Península, quien compartió su vasta experiencia en el sector turístico y su dedicación a exaltar los valores culturales y patrimoniales de Trinidad. Con una trayectoria destacada, Rendón Fernández ha sido un actor clave en la integración de la cultura y el turismo, promoviendo y preservando el rico legado de la ciudad.

—Desde su posición de directivo del turismo desde hace varios años, ¿cómo ha contribuido a la puesta en valor turístico de los valores culturales y patrimoniales de Trinidad?

Desde mis inicios en el turismo, siempre he reconocido que el recurso turístico más importante de Trinidad es la cultura, por sus valores arquitectónicos y patrimoniales y su diversidad de manifestaciones culturales. Estas incluyen la música, el folclor, las artes plásticas, la artesanía con trabajos de guano, cerámica roja, repujado de cuero, tejidos textiles y de hilo, orfebrería, entre otras.

“Desde finales de la década del 80, fuimos pioneros en el desarrollo del Turismo de Circuito, cuyo atractivo fundamental era la visita al Centro Histórico de la Ciudad, incluyendo los museos, talleres de artesanías, el Cabildo, la Casa de la Cultura y otras instituciones. He tenido un papel muy activo en la restauración de muchos inmuebles patrimoniales para darles uso turístico, como los restaurantes El Jigüe, Plaza Mayor, el alegro hoy Bodeguita del Medio, Guamuhaya, Plaza Santa Ana, Las Begonias, Tienda La Cochera, Casa del Tabaco, Restaurante Manaca Iznaga, Hacienda Guachinango.

“Posteriormente, nos correspondió concluir el plan de recuperación del Valle de los Ingenios en su primera etapa, con la participación de 13 organismos, y fueron restauradas varias haciendas como Buena Vista, Guachinango, San Isidro, Guáimaro, el Mirador del Valle, el Abanico. En estrecha relación con la Oficina del Conservador de la Ciudad se realizaron varios trabajos de restauración, como los barracones de esclavos y otros objetos en Manaca.

“Trabajando mancomunadamente con el Ministerio de Cultura, incluimos en los programas turísticos todas las instituciones culturales como Artex, Casa de la Música, Fondo Cubano de Bienes Culturales y otros. La obra artística de nuestros creadores forma parte importante de la animación de la ciudad. Los proyectos de inversiones en el territorio se rigen estrictamente por las regulaciones de la Oficina del Conservador, con apego al respeto al patrimonio. La decoración de estos proyectos incluye una fuerte presencia de obras de artistas y artesanos de Trinidad. La Comisión de Cultura y Turismo siempre ha funcionado con una estrecha relación entre turismo y cultura.

—¿Cuáles han sido los mayores desafíos que ha enfrentado en su esfuerzo por promover la cultura de Trinidad?

Los principales desafíos para promover la cultura en Trinidad han sido de orden subjetivo: concientizar y educar a todos los directivos del territorio, incluyendo a los del turismo y las autoridades, en que, como dijo nuestro Comandante en Jefe, "Sin cultura no hay turismo". Es esencial alcanzar una percepción real de este tema. Se trata de entender que no se precisa crear una cultura para el turismo, sino que el turismo se inserte y comercialice nuestra cultura. Junto a la Oficina del Conservador y el gobierno, enfrentamos con energía las ilegalidades urbanísticas contra nuestro patrimonio, con un fuerte protagonismo de las reuniones de ordenamiento territorial y urbanístico presididas por el Ministro de Turismo por encargo estatal.

“En Trinidad existen hostales y restaurantes privados desde 1996. Según el Lineamiento 262 del V Congreso del PCC, nos correspondió ser referencia en el desarrollo del trabajo por cuenta propia en alojamiento y los paladares del turismo, logrando que este territorio sea un ejemplo de desarrollo armónico y coherente en este aspecto. Durante estos años hemos visto crecer una cultura de atención a los visitantes, que se desarrolla de manera fluida. Durante el 500 aniversario de la villa y en los aniversarios posteriores, el turismo ha tenido un papel protagónico, remodelando y creando nuevos productos, con un impacto directo en la restauración, conservación y recuperación de inmuebles patrimoniales.

—¿Qué mensaje le gustaría transmitir a las futuras generaciones sobre la importancia de mantener vivas las tradiciones culturales?

A las nuevas generaciones les transmito que respeten y luchen por mantener nuestras tradiciones culturales, comenzando por cuidar y preservar el patrimonio tangible e intangible de la ciudad y el Valle de los Ingenios, patrimonios culturales de la humanidad por la UNESCO. Es cuidar y preservar lo que nuestros ancestros hicieron, lograron y mantuvieron. Es rendir homenaje y respeto al ingenioso, laborioso y respetuoso pueblo trinitario, al decir de la auténtica Doctora Trinitaria Alicia: “Trinidad es un don del cielo y así es. Cuidémosla todos”.

—¿Qué importancia tiene para usted el Festival de la Canchánchara como plataforma para la promoción de la cultura y el turismo trinitario?

El Festival de la Canchánchara es un magnífico marco para resaltar los más grandes valores culturales de nuestra sociedad, repasar y hacer historia, homenajear a los que no están, a los presentes y concretar la base para que nuestra cultura prevalezca y siga enriqueciéndose sin olvidar a los que nos la legaron. “Trinidad está en los genes de los trinitarios verdaderos” y un poco más allá.

 

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