Bariay: Historia, naturaleza y encuentro de culturas en el oriente cubano
El Parque Natural Cristóbal Colón, ubicado en el oriente de Cuba, es un lugar de singular importancia histórica y natural que atrae cada año a turistas de todo el mundo, especialmente europeos, con un fuerte interés por parte de visitantes españoles. Este parque ofrece una experiencia que va más allá de un simple viaje turístico; se trata de una conexión profunda con las raíces de la historia y la naturaleza cubana, un sitio cargado de simbolismo y de belleza natural.
Uno de los lugares más destacados dentro del parque es Cayo Bariay, un sitio que marcó el inicio de una nueva era para las culturas de Europa y América. Según los investigadores, fue allí donde desembarcó Cristóbal Colón el 28 de octubre de 1492, en lo que sería el primer contacto documentado entre el Viejo y el Nuevo Mundo. Sin embargo, limitarse a esta anécdota sería no hacer justicia a la riqueza cultural y natural que define a esta región.
Una inmersión en la cultura taína
El parque no solo recrea la llegada de los europeos a América, sino que se enfoca especialmente en la vida y cultura de los aborígenes taínos que habitaban la isla antes de la llegada de Colón. Los visitantes pueden experimentar de primera mano las tradiciones de estos pueblos originarios a través de representaciones culturales que incluyen danzas religiosas y rituales, llevadas a cabo por un grupo de actores que visten de manera similar a como lo hacían los taínos en la época precolombina.
Resulta sorprendente para muchos turistas encontrarse con una "indígena" que habla perfectamente inglés, o incluso otros idiomas, mientras señala el lugar por donde las naos de Colón hicieron su entrada en la bahía. Estas recreaciones históricas, aunque adaptadas al contexto moderno, permiten a los viajeros revivir uno de los momentos más importantes en la historia de Cuba y del mundo.
Naturaleza virgen y paisajes monumentales
Más allá de su valor histórico, Cayo Bariay es un paraíso natural. Rodeado de vegetación exuberante y playas de arena blanca, el área es un ejemplo de lo que Colón describió en su diario de navegación como un paisaje "hermoso y verde". Las colinas de la región, incluyendo las conocidas elevaciones como la "Mezquita de Colón" o la "Teta de Bariay", son algunos de los principales atractivos naturales. Estas formaciones montañosas de origen calcáreo se elevan entre suaves colinas, ofreciendo una vista panorámica del entorno que cautiva a los amantes de la naturaleza.
Las lomas de Maniabón, que incluyen cerros de características únicas, como el Cerro de los Portales y el Cerro de Yabazón, añaden otra capa de interés a este paraje. No solo son de interés geográfico, sino también de valor arqueológico, dado que la región cuenta con más de 34 sitios arqueológicos, muchos de ellos ubicados en cuevas que, en algunos casos, están inundadas y ofrecen recorridos fascinantes.
La herencia cultural del lugar
La importancia de Bariay no solo se circunscribe al ámbito natural. En 1992, con motivo del 500 aniversario de la llegada de Colón, se erigió un monumento conmemorativo en Punta de Sabaneta para recordar el encuentro entre las culturas europea y taína. Este monumento es ahora uno de los puntos de mayor interés dentro del parque y refuerza la idea de que este sitio es una verdadera puerta hacia la historia y la identidad cubana.
Además, la historia y la investigación en torno a la llegada de Colón han sido objeto de numerosos estudios. Uno de los eventos más recientes fue la presentación del libro Derrotero de Cristóbal Colón por la costa de Holguín, en mayo de 2017, obra de los autores Miguel Ángel Esquivel Pérez y Cosme Casals Corella. Este volumen destaca la relevancia cultural y geográfica de Bariay en el contexto del primer viaje de Colón. Casals Corella explicó que el vocablo "Bariay" ha sido interpretado de diversas maneras: algunos lo asocian a un árbol endémico, mientras que otros consideran que deriva de la lengua aruaca y significa "Cayo" o "Isla", una hipótesis que parece más coherente desde una perspectiva geográfica.
Hoy en día, Cayo Bariay cuenta con una pequeña población de unos 200 habitantes, distribuidos en comunidades rurales cuya economía gira en torno a la agricultura y la pesca. Los cultivos de ajo, cebolla, plátano y tabaco son las principales actividades agrícolas, mientras que las zonas cercanas al mar complementan su economía con la pesca y la cría de ostiones. Muchos de estos pobladores, además, trabajan en el Parque Monumento Nacional Bariay, una institución que se ha consolidado como un destino turístico de primer nivel, tanto para visitantes nacionales como extranjeros.
El parque, que fue creado oficialmente el 17 de septiembre de 1998, abarca una vasta extensión de la costa norte de la provincia de Holguín. Su área se extiende desde el municipio de Gibara hasta la bahía de Sama, y cuenta con una infraestructura sólida que incluye más de cien senderos especializados y una docena de playas repartidas a lo largo de sus 40 kilómetros de costa. También alberga una rica biodiversidad, con cinco mil hectáreas de bosques naturales y mil hectáreas adicionales reforestadas en años recientes, convirtiéndolo en un paraíso para los amantes de la ecología y el turismo de naturaleza.
El Parque Cristóbal Colón no solo es un lugar de belleza natural, sino también un espacio cargado de simbolismo histórico y cultural. En él se encuentran las huellas de un pasado que marcó el inicio de la era moderna en el Caribe y América, y que sigue siendo una referencia obligada para quienes desean explorar las raíces de la identidad cubana. Las playas, los monumentos y las elevaciones de Bariay ofrecen al visitante una experiencia única, donde la historia y la naturaleza se entrelazan para contar una de las historias más trascendentales de nuestro continente.
Foto: Prensa Latina