Hemingway une a Cuba y EEUU

Autoridades culturales y políticas de Cuba y Estados Unidos pasaron por alto hoy las diferencias ideológicas de más de medio siglo sus gobiernos y renovaron el acuerdo de colaboración bilateral para proteger el legado del afamado escritor y premio Nobel de Literatura 1954, Ernest Hemingway (1899-1961).
La ratificación del convenio fue suscrita en La Habana por la presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC) de Cuba, Gladys Collazo, y la copresidenta de la Fundación Finca Vigía (estadounidense), Jenny Phillips, quien es nieta de Maxwell Perkins, editor y amigo de Hemingway.
A la ceremonia asistieron el viceministro cubano de Cultura, Fernando Rojas, y el congresista demócrata por el estado de Massachussets, James McGovern, responsable de la autorización gubernamental de Washington para este proyecto.
Este convenio se estableció en 2002, con el propósito de conservar y restaurar los libros y documentos de Hemingway resguardados en el Museo que radica en Finca Vigía, residencia durante más de 20 años del novelista y periodista estadounidense ubicada en San Francisco de Paula, a unos 15 kilómetros de La Habana.
Ocho años después, el CNPC y la citada fundación extendieron el trabajo a la realización de una compilación, en un texto bilingüe, de los resultados científicos y técnicos sobre la labor conjunta para preservar la herencia compartida.
Desde hace ocho años, los trabajos de conservación, restauración y digitalización de la colección documental de Finca Vigía, hoy Museo Ernest Hemingway, han permitido poner a disposición de especialistas y estudiosos más de 5.500 documentos inéditos que incluyen la correspondencia del autor.
Esos documentos se conservan en Finca Vigía y están a disposición de investigadores en la Biblioteca y Museo Presidencial John F. Kennedy, en Boston.
El convenio ha propiciado así la difusión de la obra del escritor durante su estancia en Cuba, de marcada madurez creativa, pero insuficientemente estudiada.
En la mayor de las Antillas donde Hemingway vivió de 1939 a 1960, 'Papá', como le llamaban sus más allegados, se inspiró para escribir obras a la postre famosas como 'Tener y no tener' (1937), 'Por quien doblan las campanas' (1940), 'El viejo y el mar' (1952) e 'Islas en el Golfo', con edición póstuma en 1970.
También, como parte del acuerdo, se prestó asesorías en diversas especialidades y se logró restaurar la casa principal, que se convirtió en Museo después de la muerte de Hemingway el 2 de julio de 1961, cuando se suicidó de un disparo con una escopeta de caza en Ketchum, estado de Idaho, Estados Unidos.
La casona atesora una colección de unos 22.000 objetos personales y documentos que pertenecieron al novelista, entre libros, trofeos de caza, discos, armas, papelería como cartas y fotos, una máquina de escribir donde solía escribir de pie y el yate 'El Pilar', con el que salía a pescar y navegar por el mar Caribe que rodea Cuba.
Collazo precisó que con el nuevo acuerdo 'la colaboración se profundiza y se va a otras áreas', mediante trabajos 'más específicos' que tienen que ver con la restauración y conservación del propio inmueble, e incluirán a ingenieros y arquitectos.
Para el legislador McGovern, el trabajo conjunto realizado por especialistas cubanos y estadounidenses es 'un ejemplo' de cuanto se puede avanzar en materia de colaboración bilateral entre los dos países que no tienen relaciones diplomáticas desde 1961. 'Hemingway trasciende la política y si los cubanos y los estadounidenses podemos unirnos para hacer algo tan noble como mantener vivo el legado de una personalidad como el creador de 'Por quién doblan las campanas', es señal de que podemos hacer cualquier cosa', apuntó.
Para el viceministro cubano Rojas, ojalá esta experiencia sirva para que los dos 'pueblos vecinos no se pierdan el extraordinario tesoro' de su relación cultural.
Con información de Xinhua