Cuba busca incrementar producción maderera
El Ministerio de Agricultura (Minagri) de Cuba impulsa un programa de desarrollo que prevé incrementar en 25 por ciento la producción de madera aserrada hasta el 2020, mediante el fomento, manejo y protección del entorno forestal.
El propósito del programa es elevar la producción de madera aserrada y alcanzar los 190.000 metros cúbicos, cifra superior a lo planificado en 2013. Para lo que se cuenta con una base productiva de 27 empresas forestales y dos henequeneras; 198 viveros y 79 aserraderos; 1.195 fincas forestales, 144 unidades silvícolas y una fuerza laboral calificada de alrededor de 30.000 trabajadores, según declaraciones de .
En la isla se desarrollan cerca de 32 especies maderables, de las cuales sobresalen cuatro variedades de coníferas y el grupo de las preciosas, que incluye cedro, caoba y roble, además de otros ejemplares como el ébano.
Destacan, a su vez, maderas llamadas duras y semiduras como el ocuje, algarrobo y eucalipto, así como otras especies catalogadas como blandas y de amplio uso para la protección y conservación, como la gmelina y las albizias.
Anualmente se plantan en la isla 220.000 hectáreas de bosques en promedio, aunque en los últimos cinco años esa cifra no logra superarse y lo plantado significa solo el 71 por ciento de lo previsto.
Entre los derivados madereros más sobresalientes y con mayor peso en la economía de la isla se distingue el carbón vegetal, con una producción anual superior a las 40.000 toneladas -con tendencia al ascenso-, para satisfacer la demanda interna y la exportación.
El carbón vegetal artesanal es un producto altamente demandado en el mercado europeo, en el que no existe producción doméstica. Cuba se ha convertido en uno de los principales productores y exportadores de este material en el mundo, a partir de la materia prima del marabú, un arbusto espinoso de la familia de las Mimosáceas que forma tupidos bosques difíciles de erradicar.
Expertos cubanos consideran que la sustentabilidad de los bosques de la isla está garantizada, pues aseguran que en el país se planta tres veces más de lo que se tala.
No obstante, los incendios forestales continúan siendo un problema, por lo que directivos del GEAM concuerdan en la necesidad de aumentar las acciones de control para disminuir las afectaciones en las áreas boscosas.
Cada año, se queman en la isla más de 2.000 hectáreas de bosques, aunque en el último periodo evaluado la tendencia mostró una disminución a partir de aplicar una serie de medidas, así como una reducción del periodo seco.
Con información de Xinhua