Compañías de Estados Unidos señalan desventajas de bloqueo a Cuba

Prominentes políticos y empresarios de Estados Unidos resaltan hoy que el bloqueo impuesto a Cuba también perjudica a los norteamericanos, impedidos de viajar a la Isla y hacer negocios, desventaja que aprovechan sus competidores europeos y asiáticos.
Agencias de viajes, turoperadores y asociaciones gremiales del sector turístico norteamericano, líneas aéreas y de cruceros, así como hoteleros y proveedores de esa industria, figuran entre los más interesados en un rápido progreso de la política de pleno restablecimiento de relaciones entre las dos naciones vecinas.
Tras el resonante llamado hecho el viernes último en Miami por Hillary Clinton, para que el Congreso levante el conjunto de sanciones económicas, comerciales y financieras adoptadas contra Cuba a partir de 1962, la muy probable candidata presidencial demócrata recibió el lunes el respaldo del influyente diario The New York Times.
En su discurso, programado con toda intención en el Estado de la Florida, donde el voto cubanoamericano y latino tienen un peso decisivo, Clinton resaltó la pérdidas y riesgos que afronta Estados Unidos si la mayoría de los congresistas republicanos persisten en una política fracasada que ha probado su ineficacia.
Compañías norteamericanas interesadas en hacer negocios con Cuba temen llegar tarde al mercado cubano y perder las oportunidades que se ofrecen al comercio y las inversiones en la Isla, si el Congreso demora el levantamiento del bloqueo.
Las decisiones que se tomen en el Congreso tendrán consecuencias no solo para 11 millones de cubanos, sino para toda la región, alertó Clinton.
Por su parte, The New York Times argumentó que una significativa mayoría de norteamericanos favorece el levantamiento del embargo (bloqueo) como reflejan las más recientes encuestas.
El periódico, uno de los impulsores del acercamiento entre Washington y La Habana, subraya hechos que permiten concluir que el bloqueo actúa como un arma de doble filo.
Al respecto recordó que tras regresar de su primera visita a la capital cubana, el máximo directivo de la cadena de hoteles de lujo Marriot International, Arne Sorenson, alertó que el bloqueo está dejando a las compañías norteamericanas en una irrazonable desventaja.
Las empresas extranjeras se apresuran para tener su tajada en el mercado cubano “a fin de dejar lo menos posible a los negocios estadounidenses cuando las restricciones se hayan levantado totalmente”, advirtió Sorensen.
Con igual preocupación –destacó el Times- la senadora Amy Klobuchar, demócrata de Minnesota, presentó en febrero un proyecto de ley que permitiría restablecer el comercio con Cuba.
En una irónica descripción de lo que sucederá si el bloqueo se prolonga, la senadora advirtió que “los norteamericanos se concentrarán para vacacionar en Cuba, se alojarán en hoteles españoles, comerán alimentos alemanes y usarán computadoras chinas”.
En su sintomático editorial, The New York Times advierte que pese a las acciones ejecutivas de la administración del presidente Barack Obama, Cuba enfrenta las más rígidas sanciones estadounidenses y es el único país del mundo al que los ciudadanos estadounidenses tienen prohibido viajar como turistas.
Todo indica que la reciente decisión de reabrir las embajadas de los dos países en sus respectivas capitales ha dado un impulso creciente a los contactos permitidos –aún sujetos a regulaciones- y estimulan esperanzas de un deshielo total.
Sin dudas, tras el entusiasmo despertado por el acto de izamiento de la bandera de Cuba en su sede diplomática de Washington, la ceremonia correspondiente a la misión de Estados Unidos en La Habana, con la asistencia del secretario de Estado John Kerry, el venidero 14 de agosto, marcará otro momento de aliento a la normalización.
Ya se cuentan por decenas de miles los turistas estadounidenses que llegan mensualmente a territorio cubano para gozar de sus playas, su cocina y su cultura, en un ambiente seguro, sano y alegre, como pocos países en el mundo de hoy pueden ofrecer.
A tono con estas perspectivas, las mayores compañías aéreas norteamericanas anunciaron su disposición a iniciar vuelos regulares hacia la Isla, tan pronto como sea posible.
El presidente de American Airlines, Doug Parker, elogió la reapertura de las embajadas como un nuevo paso hacia relaciones comerciales normales. Recordó que desde 1991 esa compañía opera vuelos chárter desde Miami y Tampa hacia Camagüey, Cienfuegos, La Habana, Holguín y Santa Clara.
Parker subrayó que esa aerolínea es líder en la región del Caribe con 150 vuelos diarios a 31 destinos. Este año -añadió- American y Envoy tienen previsto realizar cerca de mil 100 vuelos chárter a la Isla.
Tampoco se quedaron atrás en su interés por reanudar vuelos regulares hacia Cuba las compañías aéreas United Airlines y Southwest. Ambas empresas se congratularon por la reapertura de embajadas en La Habana y Washington como un paso esperanzador.
El enfoque de tan renombrados empresarios, apoyado al más alto nivel político por la precandidata demócrata Hillary Clinton, así como medios de prensa tan influyentes como The New York Times, ponen el acento en el interés en recobrar presencia en el mercado cubano y mejores vínculos con el Caribe y Sudamérica, un objetivo de alcance estratégico.