Changó, dios del fuego, del rayo y la guerra

alina
04 December 2014 9:00am
Changó, dios del fuego, del rayo y la guerra

Después de Obatalá, considerado padre de todos los orishas y de la humanidad, que en la santería sincretiza con la Virgen de las Mercedes, Changó (Santa Bárbara) es el más poderoso y más venerado de la religión de origen Yoruba, conocida en Cuba como Regla de Ocha o santería.

    Changó -que celebra su fiesta este 4 de diciembre- es hijo de Yemayá (la Virgen de Regla) y Aggayú Solá (San Cristóbal), aunque fue criado por Obbatalá. Él dio vida a los Ibeyis. Se dice reinó en la ciudad nigeriana de Oyó. A Cuba llegó junto con la cultura religiosa yoruba, un gran grupo etno-lingüístico del oeste de África, en la región conocida actualmente como Nigeria y Benin.

    En esta isla caribeña surge el sincretismo al no poder los negros esclavos -traídos en el siglo XVI para trabajar en las plantaciones de caña y en ingenios azucareros-  manifestar sus creencias de forma pública y presentaban a sus orishas por santos católicos.

    Changó es considerado dios del trueno, del rayo, del fuego, la guerra, la danza, de toda la música y de la belleza masculina; patrón de las tempestades, adorado, temido y deseado por todos.

    Encierra en sí virtudes e imperfecciones a la vez: valiente, buen amigo, adivino y curandero, pero también mentiroso, pendenciero, jactancioso, mujeriego y jugador.

   Es igualmente visto como  buen padre mientras su descendencia sea obediente, pero si es cobarde o invertido se transforma en el más feroz de los progenitores.

   Santa Bárbara fue una virgen mártir registrada en la lista del martirologio de la iglesia católica, la cual celebra sus fiestas en muchos países de América y de Europa cada 4 de diciembre.

    Se dice que su padre Dióscoro, rey de Sátrapa, -considerado pagano, supersticioso y que adoraba dioses irreales- la privó de la vida hace más de mil 700 años. Antes la encerró en una torre, al parecer para evitar el proselitismo cristiano o que los hombres admiraran su belleza y la sedujeran.

     En ausencia de su padre y negada a contraer matrimonio, Bárbara se convirtió al cristianismo y mandó a construir una ventanas más en su torre, para que fueran tres, simbolizando a la Santísima Trinidad. Ello enfureció mucho a su padre, quien tras golpearla y flagelada en el potro, la decapitó en la cima de una montaña. Al acto, un rayo lo alcanzó y lo mató. Todo ocurrido un 4 de diciembre.

  Sus reliquias fueron llevadas a Venecia,  a Kiev, y en la época de los desastres napoleónicos, trasladadas al templo de San Martín de la isla de Murano, donde hoy son resguardadas.

    De igual modo, en la iglesia de San Juan del Hospital, en Valencia, está la columna donde fue martirizada, llevada hasta allí por la Constanza Augusta, emperatriz de Grecia (1230-1307).

    Entre sus atributos están la espada - de madera o metal-, el hacha de doble filo, -madera liviana pintada de rojo, decorada en blanco-, copa, caballo moro y un cetro de madera de palma y cedro. Sus elekes o collares son de cuentas rojas y blancas alternadas, hasta completar 280.

    Santa Bárbara aparece con la espada con la cual fue decapitada, razón por la que se relaciona con la guerra, pero la leyenda dice que ello es reflejo de fe inquebrantable.

    Su manto rojo simboliza la sangre de Cristo; el cáliz significa la conversión al catolicismo, además el rayo que cayó durante su martirio la vincula con los explosivos, considerada la patrona del arma de artillería, y por ello también al arsenal de explosivos en los buques le llaman santabárbara.

    También se dice que el aaid al Barbara o fiesta de Santa Bárbara se celebra también 4 de diciembre en Siria, Líbano, Jordania y Palestina, entre los árabes cristianos,

   La creencia general entre los cristianos libaneses y sirios es que Santa Bárbara se disfrazó de varios personajes para evadir a los romanos, sus perseguidores, y de ello nace la idea de disfrazarse como ella el día de su celebración y visitar las casas vecinas.

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