Andar, fórmula mágica para turistas

Caminar constituye un buen ejercicio, favorable para la salud humana, además de representar la mejor manera para conocer lugares, rincones y personas, de ahí la relevancia que tenga para los turistas.
Caminar constituye una fórmula verdaderamente estimulante tanto para conocer lugares y personas, como para tener una salud que nos permita disfrutar de los escenarios recreativos de la mejor manera posible.
Beneficios cerebrovasculares, facilidades para la pérdida de peso y estímulo para tener un especial amor a la vida, andar es sin dudas una solución cotidiana, barata y efectiva de vivir, y vivir mejor.
Son muchas las fuentes que se pueden consultar al respecto y todas coinciden, médicos, instructores físicos, psicólogos, deportistas o simples maestros de escuela, para todos ellos andar es lo mejor.
Algunos consejos recopilados de diálogos con galenos e instructores, permiten una sabiduría perfecta tanto para jóvenes como viejos, mujeres y hombres.
Ciertos consejos aportados por revistas de moda resumen que es necesario un calzado adecuado, zapatillas preferiblemente, que de ser posible se cambien una vez al año para que mantengan sus propiedades.
Caminar con flexibilidad constituye otro de los consejos, pues la flexibilidad evita lesiones y conduce a un paso relajado, permitiendo un movimiento natural de los pies.
Pero es necesario tener en cuenta que no se deben dar pasos muy grandes, se trata de un error que castiga a los pies, por tanto lo ideal es descubrir un paso cómodo, siempre en dependencia de las características de cada caminante.
También recomiendan andar con la cabeza en alto, una buena postura, la barbilla recta en paralelo con el suelo y los ojos mirando tres metros adelante, aunque es necesario tener en cuenta lo accidentado del terreno que se pisa.
Los brazos no se deben mantener quietos, sino en movimiento, oscilando, al estilo de un péndulo, pues tenerlos quietos durante una larga marcha puede hincharlos y que funcionen como freno.
Por tanto, es necesario mover los brazos de manera correcta, con los codos cerca del cuerpo y mover los brazos hacia delante y hacia atrás, pero sin cruzar la línea central del cuerpo.
El vestuario es sumamente importante para las caminatas, con ropa visible si es de noche para evitar un accidente con coches, ropa ligera de preferencia de algodón, cómoda, holgada, en caso de invierno es preferible tener abrigos ligeros en capas, en lugar de uno solo más pesado y que impida el movimiento.
De ser posible es recomendable caminar recto para evitar lesiones de espalda y cuello, con hombros relajados.
Y entre las reglas inviolables está beber agua antes, durante y después de este ejercicio, el agua siempre ayuda a la marcha. Relatan los instructores que deben tomarse un vaso de agua 10 minutos antes de comenzar la marcha, un vaso aproximadamente cada 20 minutos y al terminar uno o dos vasos.
Recomiendan evitar bebidas con cafeína para caminar porque pueden causar una pérdida de líquidos y se tendrá más sed, en caso de transitar más de dos horas tomar bebidas isotónicas, para deportistas.
Esas recetas tienen en cuenta una hora diaria de caminatas, que puede dividirse en tandas de media hora cada una, y tomar un día de la semana de descanso de este tipo de actividades.
Recomendaciones específicas del Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM) de Estados Unidos, tiene opciones parecidas, en una lista de siete puntos necesarios a tener en cuenta.
Esa lista apunta al Power Walking o caminar a paso ligero, que proponen como una actividad agradable y muy efectiva parte de la rutina del entrenamiento diario, esto también se puede cumplir si se marcha hacia la oficina o al trabajo a pie.
Anotan los siete puntos que se debe caminar a más de 4,8 kilómetros por hora para que el ejercicio sea efectivo, esta velocidad es la aceptable para cualquier adulto que por lo general camina entre 4,8 y 6,4 kilómetros por hora.
Prescriben en segundo lugar medir las pulsaciones, para comprobar el ritmo cardiaco, pues un buen ejercicio permite registros de 60 al 80 por ciento de la frecuencia cardiaca máxima.
En tercer puesto señalan la marcha de por lo menos 150 minutos (dos horas y media) a la semana con el ritmo explicado anteriormente, y lo perfecto sería - para este instituto- una sesión diaria de media hora, nunca inferior a 20 minutos.
Para el ACSM en cuarto puesto está fijarse en el modo de caminar con el empleo de la mayor cantidad de músculos posibles, para que sea mayor el ritmo cardiaco (movimiento de brazos).
En quinto puesto combinar intensidades y ejercicios, es decir tramos con diferentes intensidades; para ayudar pueden combinarse, en el caso de quienes quieren bajar de peso, con una rutina de cinco a 10 minutos de abdominales.
Y por supuesto, emplear el equipo adecuado ocupa el sexto lugar con zapatillas que se adapten al peso, tipo de pisada, edad y sexo.
Por último, complementar el ejercicio con música o compañía para que no se haga monótono este trabajo, incluida la recomendación de cambiar de circuitos o salir acompañados de mascotas.
El American Collage of Sports Medicine (ACSM) señala que un hombre que recorre mil 600 metros quema entre 124 y 88 calorías al caminar, según las indicaciones de esta entidad, y una mujer puede quemar de 105 a 74 calorías.
UN BUEN AMIGO DEL CORAZÓN
Por su parte, el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE) recomendó en marzo de este año caminar cinco horas a la semana a paso moderado para reducir 46 por ciento del riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Agregó que la práctica habitual del ejercicio físico permite evitar este tipo de enfermedades, como un tratamiento fisioterapéutico para mitigar y prevenir síntomas.
Ese informe de la entidad española señala que la enfermedad cardiovascular comprende diferentes patologías que afectan el corazón y el sistema circulatorio, como es el caso de la enfermedad cardiaca y el accidente cerebrovascular.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) registró que por lo menos 20 millones de personas morirán en 2015 por enfermedades cardiovasculares, lo que la anota como la mayor causa de fallecimientos en el planeta.
El presidente del CGCFE, Miguel Villafaina, afirmó que diferentes estudios demostraron que con solo realizar la mayoría de los días de la semana una marcha a paso ligero por media hora se puede prevenir una de cada tres muertes por enfermedad cardiovascular.
Villafaina recomienda ejercicio, como los aeróbicos, entrenamiento de fuerza y caminar como prevención de accidentes, fallecimientos y discapacidades generados por este tipo de padecimientos.
En ese caso, el experto recuerda investigaciones que confían en ejercicios supervisados por fisioterapeutas, con una dieta adecuada que mejore la calidad de vida.
Esos entrenamientos los considera el directivo como capaces de reducir efectivamente la presión en ancianos, teniendo en cuenta que la hipertensión arterial constituye factor de riesgo para el infarto cardiaco y el accidente cerebrovascular.
Dicho informe reseña estudios científicos que demuestran la necesidad de ejercicios de resistencia para la reducción de la presión sistólica y diastólica, así como en reposo, que le disminuye de cinco a nueve por ciento de las posibilidades de sufrir enfermedades de ese tipo.
Con respecto al accidente cerebrovascular, caminar cinco horas a la semana a paso moderado, de 4,8 kilómetros por hora, reduce casi la mitad del riesgo con respecto a las personas que no hacen ejercicios.
La práctica de actividad de resistencia disminuye la presión y la rebaja de ocho a 14 por ciento el riesgo de un accidente vascular.
Y tales marchas pueden evitar enfermedad coronaria, fallo cardiaco y obstrucción pulmonar crónica (EPOC).
Si tenemos en cuenta estos datos científicos y médicos, y las recomendaciones referentes a caminar, perfectamente podemos aplicar los consejos a los paseos turísticos, tanto en nuestro país como en el extranjero, y de esa manera a la par que disfrutamos de un descanso activo, protegemos nuestra salud.