Historia de un Récord Traído por el Viento

Dr. José Rubiera
24 February 2021 10:53am

Estamos habituados a hablar de récords en multitud de actividades. Quizás los más conocidos sean los deportivos o aquellos que aparecen en el Libro Guinness de Récords, sin embargo, no debemos olvidar que los récords meteorológicos son titulares de importancia en la prensa mundial, sobre todo en estos tiempos de cambio climático.

Cada uno de ellos tiene una determinada manera de asegurar y comprobar que efectivamente lo es, y esos requerimientos son diferentes, según sea la actividad.

En el mundo meteorológico hay también procedimientos muy bien establecidos para aprobar, y entonces proclamar, un nuevo récord meteorológico. Así que pienso que este sea un buen tema para el trabajo de hoy.

Comenzaré contándoles que los récords meteorológicos mundiales se iniciaron en 1923 mediante una resolución de la entonces denominada Conferencia de la Organización Meteorológica Internacional (IMO), antecesora de la actual, y desde 1950, Organización Meteorológica Mundial (OMM), que es un organismo especializado del sistema de las Naciones Unidas.

Una de las funciones de la IMO fue la producción de un gran volumen de valores mensuales de la temperatura, la precipitación y la presión atmosférica de cientos de estaciones meteorológicas alrededor del Mundo, con algunos datos que incluso pertenecían a la primera parte del siglo XIX. Ese trabajo se fue desarrollando más con el paso del tiempo, y ahora es la OMM la que lo continúa aportando publicaciones digitales por décadas, y más recientemente también actualizaciones anuales de los récords climáticos de miles de estaciones meteorológicas del orbe.

Estos datos, que comenzaron a publicarse en 1927, incluyen hoy valores medios mensuales y anuales de la presión atmosférica a nivel de estación y a nivel del mar, temperaturas (media, máxima y mínima), y precipitación total (mensual y anual), entre otros datos de interés.

Un desarrollo de dicho trabajo ha llevado, adicionalmente, a la creación del Archivo de Valores Extremos del Tiempo y el Clima, desarrollado por la OMM bajo la dirección del Dr. Randy Cerveny, Profesor-Presidente de Ciencias Geográficas de la Arizona State University, ubicada en Tempe, Arizona, EE.UU., en su condición de Reportero de los Extremos del Tiempo y el Clima de la OMM.

Con el Profesor Cerveny he tenido la oportunidad de trabajar en algunos casos de valores extremos en Ciclones Tropicales, “GUSTAV” en Cuba, “OLIVIA” en Australia, y “PATRICIA” en el Pacífico mexicano; razón por la cual conozco bien los procedimientos y todo lo que se hace para declarar un nuevo récord, así como el rigor con el que se hacen esos estudios.

El huracán “GUSTAV”

La racha máxima de vientos de 340 km/h registrada en el huracán “GUSTAV” el 30 de agosto del 2008 en Paso Real de San Diego, Pinar del Río, Cuba, fue algo que llamó poderosamente la atención. Incluso, existe el hecho de que la torre del anemómetro registrador fue derribada al medir ese valor, por lo que pudiera ser que hubieran existido rachas superiores a 340 km/h que no pudieron ser registradas.

El récord de racha máxima de vientos estaba en poder de Mount Washington, registrada por una estación situada en la cima de una montaña, el Mount Washington (1856 m), en el estado de New Hampshire, EE.UU., el 12 de abril de 1934. El valor de esa racha de vientos era reconocido como récord de viento no-tornádico a nivel mundial. Sin embargo, cuando se habla de récords usualmente se refiere a valores a nivel del mar o cercanos al mismo. En este caso, se trataba de una montaña y, además, se debió a una tormenta invernal (baja extratropical o borrasca).

Pero en el caso del huracán “GUSTAV”, la racha máxima había ocurrido casi a nivel del mar, y se trataba de un ciclón tropical.

El único antecedente había sido el Tifón “PAKA”, en el océano Pacífico, que el 16 de diciembre de 1997 había reportado una racha máxima de 378 km/h Sin embargo, el reclamo del récord no pudo sustanciarse. El instrumento utilizado (un anemómetro, del tipo de “alambre caliente”), mostró una falta de precisión para medir la racha.

Torre del anemómetro registrados DINES
La torre del anemómetro registrados DINES, derribado en la azotea de la estación meteorológica de Paso Real de San Diego, pinar del río, Cuba, tras medir 340 km/h, por lo que el viento pudo ser superior (Foto: J.Rubiera).

 

Gráfico del Viento
Gráfico del Viento, donde quedó registrada la velocidad de racha máxima de 340 km/h, justo antes de caerse la torre de medición. (Foto: J. Rubiera)

 

En el caso de la racha registrada al paso del “GUSTAV”, en Pinar del Río, Cuba, fui invitado por el Profesor Cerveny a ser parte de una Comisión ad hoc de varios especialistas, para que investigáramos y dictamináramos el caso con toda la documentación disponible.

Dicha Comisión estuvo compuesta por Dr. Tom Peterson (US National Climatic Data Center, y Presidente del CCl OPAG II), OMM;  Dr. Pierre Bessemoulin  (Presidente de la OMM y de la Comisión de Climatología (CCl));  Dr. Jose M. Rubiera Torres Instituto de Meteorología, Cuba; Dr. John (Jack) Beven, Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos; Dr. John King (British Antarctic Survey), y el Dr. Randy Cerveny (Arizona State University School of Geographical Sciences).

El estudio fue muy minucioso, mucho importaba el instrumento, y éste era un excelente anemorrumbógrafo Dines (ese es el nombre verdadero, comúnmente se le llama anemómetro, o como es en este caso, un instrumento registrador, se le llama anemógrafo).

Tal instrumento mide con efectividad las rachas de viento porque se basa en la diferencia de la presión que este ejerce, comparado con la presión atmosférica, por ello es de una sensibilidad muy rápida y muy preciso.

De gran importancia fue también las circunstancias del sistema meteorológico que ocasionó el valor extremo, la topografía del terreno, la exposición del instrumento, e incluso, las certificaciones de calibración y de los diferentes mantenimientos de que regularmente era objeto el instrumento.

La fuerza del viento se puso de manifiesto con el camión rastra que se guareció bajo este puente en la autopista de La Habana a Pinar del Río, cerca de Paso Real de San Diego. Cargado con 111 refrigeradores, y estando detenido bajo el puente, el viento lo volcó y sólo la pared del puente hizo que se recostara y no llegara a volcarse totalmente. (Foto en portada: J.Rubiera).

Al final se redactó un documento oficial estableciendo que dicha racha máxima era un nuevo récord Mundial de racha de viento extrema para el caso de un huracán. Sin embargo, tal categoría, duró poco, y van a ver porqué.

El Ciclón Tropical “OLIVIA”

El 10 de abril de 1996 el Ciclón Tropical “OLIVIA” cruzó sobre Barrow, una pequeña isla de 202 km² de superficie, situada a unos 50 kilómetros al Noroeste de la costa de Pilbara, costa occidental de Australia. Durante su paso por esa isla, una Estación Meteorológica Automática (EMA) registró una racha de viento máxima en 3 segundos de 408 km/h. La razón aparente para ella fue la presencia de un meso vórtice de actividad severa en la pared del ojo, algo similar a lo que ocurriría en Pinar del Río en el caso del Huracán “GUSTAV”.

Se preguntarán Uds., entonces, ¿por qué un evento que había tenido lugar en 1996 esperó tanto tiempo, después del 2008, para ser analizado? Resulta que la estación meteorológica automática que midió y registró este viento extremo en la isla de Barrow, pertenecía a una empresa privada, y no al Buró de Meteorología de Australia (BoM), que es como se llama el Servicio Meteorológico oficial en dicho País. Al principio, cuando tuvieron noticia del dato, el BoM desconfiaba de la veracidad de la lectura, parecía increíble, pero la estación meteorológica no pertenecía al BoM y no tuvieron acceso a realizar una investigación, ni a la estación, ni a los datos originales.

Trayectoria del Ciclón Tropical “OLIVIA”
Trayectoria del Ciclón Tropical “OLIVIA” que cruzó sobre la isla de Barrow en Australia.

 

Sin embargo, cuando años después, en el 2008 – 2009, en nuestra Comisión de la OMM estudiábamos el caso del “GUSTAV” ocurrido en Cuba, un miembro de la Comisión recordó el dato de la racha del ciclón tropical “OLIVIA”, que nunca se había investigado. En busca de la verdad científica, la Comisión recomendó que valía la pena hacerlo.

La decisión fue que la misma Comisión de la OMM, con sus integrantes, pero incluyendo ahora al Dr. Blair Trewin, del Buró de Meteorología de Australia como experto regional, realizara la investigación y el análisis de la información disponible. Se revisó toda la documentación que pudo hallarse, una vez entregados por los propietarios de la estación, y estudiadas todas las circunstancias del caso, algo similar al del “GUSTAV”, por ser un evento severo localizado en la pared Sudeste del ojo, algo de por sí raro en dicha zona de la estructura de un huracán.

Para estar seguros de la capacidad y de la exactitud potencial del instrumento de medición, fue realizada una prueba con un instrumento similar al de Barrow, en un túnel de viento de gran velocidad perteneciente a la NASA. Esa prueba confirmó que la estación automática tenía una respuesta lineal a la velocidad del viento hasta los 360 km/h, en que pudo verificarse.

Por ello, no se encontró ningún impedimento para que la racha medida en el Ciclón Tropical “OLIVIA” en la isla de Barrow, ostentara el récord mundial de racha de viento extrema en un ciclón tropical.

A decir de algunos, el récord de “OLIVIA” fue casi “perdido en el viento”. Tardó cerca de 14 años, y por fin llegó el 26 de enero de 2010, como resultado del trabajo de la Comisión ad hoc de la OMM y la autorización y beneplácito de los dueños de la estación de Barrow, y fue entonces cuando la OMM anunció oficialmente que esa racha de 408 km/h era la más alta registrada en el Mundo en un ciclón tropical, y no asociada a tornado.

La racha máxima de 340 km/h registrada durante el “GUSTAV” en Pinar del Río, Cuba, quedó como la racha de viento extrema en un ciclón tropical en el Hemisferio Occidental, mientras que la racha máxima extrema registrada en 1934 en Mount Washington, quedó como la racha de viento extrema para una medición realizada, sin que la causa fuera un tornado o un ciclón tropical.

Ah, y en un tornado… nunca se ha podido medir el viento en un tornado, así que esa categoría está vacía, y quizás pase mucho tiempo antes de que pueda ser asignada… No hay instrumento de medición que resista el paso de un tornado sin destruirse, al menos por ahora.

 

 

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