Diablillos de Polvo: los conocidos desconocidos
Quizás a muchos de Uds. les ha ocurrido que, estando en un caluroso día de verano junto a un terreno con pocos árboles, han visto algunos papeles, hojas y polvo fino comenzar a rotar junto a la tierra. El pequeño torbellino ha comenzado a crecer en ancho y también en altura, mientras se mueve sobre el terreno de manera aleatoria o sin un rumbo fijo.
A este torbellino de viento y tierra o polvo, en meteorología se le llama “tolvanera”, sin embargo, es más conocido por la traducción de su nombre en inglés: “dust devils”, españolizada como “diablillos de polvo”, lo que puede resultar seguramente más llamativo que el término más científico.
El “diablillo de polvo”, a pesar de su nombre, es muy dócil y generalmente no ocasiona daños de importancia. Las “tolvaneras” tienen un diámetro entre 50 centímetros y hasta 10 metros, los más grandes, y llegan a alturas que en casos extremos alcanzan el kilómetro.
Observen que crecen desde el suelo hacia arriba. Las corrientes de aire ascendentes rotan con velocidades que pueden llegar en algunos casos extremos a 100 km/h, aunque éstos no son frecuentes. En la generalidad de los casos, duran tan sólo unos minutos, hasta que se disipan, pero pueden durar hasta media hora, nuevamente en casos extremos.
¿Por qué se forman las tolvaneras o “Diablillos de polvo”?
La explicación es bien sencilla, y lo comprenderán mejor observando los gráficos que adjunto a este artículo.
- En los días con mucho sol y calor, la superficie de una determinada área de tierra se calienta fuertemente. El calentamiento no es igual en todas partes, hay pequeñas zonas más frías y otras más cálidas. Por encima, el aire es un poco más frío también.
- El aire calentado en el pequeño pedazo de terreno, sube, se hace más ligero que el aire circundante y se forma una baja presión local. El haber aire un poco más fresco encima, ayuda a que el aire cálido suba más.
- En los alrededores, hay un aire más fresco, de menor temperatura, y ese aire fluye hacia el área más cálida, acelerándose, a ocupar el lugar del aire cálido que asciende. Se va formando un torbellino que comienza a crecer durante el proceso hasta determinada altura.
- Al mismo tiempo, el torbellino formado comienza a moverse, desplazándose alternativamente en diferentes direcciones, sin un rumbo totalmente fijo.
- La circulación formada, se mantiene por sí sola, levanta polvo, papeles, cosas por lo general ligeras y eventualmente ocasiona algunos daños menores.
- Poco tiempo después, encuentra una zona más fría; el aire que penetra puede ser también más frío; y el torbellino se va debilitando hasta desaparecer.
Cuando nos encontramos con un “diablillo de polvo muy desarrollado”, quizás pudiera confundirse con un tornado. Sin embargo, no hay comparación posible.
El tornado se origina y parte de una nube de tormenta llamada Cumulonimbus, y crece hacia abajo. Al llegar a la superficie crea un caos, con vientos intensísimos que pueden llegar a más de 300 km/h, una baja presión en su centro intensísima, que al igual que el viento no se ha podido medir, porque no hay instrumento que haya logrado sobrevivir a su embate, y por ello crea una estela de destrucción y muerte a su paso. El tornado es un fenómeno peligrosísimo.
Se puede apreciar a simple vista las diferencias entre un Tornado y un “Diablillo”. 1) El Tornado parte de una nube de tormenta, véase la base de la nube arriba; el “Diablillo” parte del suelo; arriba el cielo está despejado, hay mucho sol y el suelo es llano y uniforme. 2) Obsérvese las diferencias en la estructura de ambos fenómenos; 3) la intensidad, es incomparable la fuerza destructora de un tornado y el viento de un “Diablillo”.
En Cuba, he visto estos “Diablillos de Polvo” alcanzar hasta la altura de una Palma Real, pero los hay más pequeños. En los desiertos, o cerca de ellos, o en zonas donde las temperaturas son muy elevadas por el día, se pueden formar “Diablillos” impresionante y ocasionar los mayores daños. Aquí les voy a mostrar algunas fotos que ilustran lo que les digo.
¿Puede ocurrir este fenómeno en otro planeta?
Seguro que sí. Sólo hace falta una superficie caliente, gases más frescos o fríos en los alrededores, aunque el gas no sea aire como en La Tierra.
Por ejemplo, el aire de nuestro planeta La Tierra, es una mezcla de gases compuesta principalmente por oxígeno (21 %) (que es el gas que respiramos) y el nitrógeno (78 %), aunque también hay otros gases en composición más pequeña, como el argón, dióxido de carbono y el vapor de agua.
La atmósfera del planeta Marte es muy diferente a atmósfera de la de La Tierra. está compuesta principalmente por dióxido de carbono (95%), nitrógeno (3%) y argón (1,6%), y contiene trazas de oxígeno, agua y metano.
Pero existiendo gases en una superficie que durante el día marciano alcanza 20 ºC o más, pero que a la sombra de los peñascos y rocas la temperatura puede ser de -50 ºC, esa diferencia térmica proporciona la energía para que estos torbellinos de polvo marciano se desarrollen. Una prueba: les adjunto estas imágenes tomadas por los robots de la NASA de los EE.UU. “Curiosity” y “Opportunity” en el pasado 2020, y “Perseverance”, en marzo de este año 2021.
