Y detrás de una gran Mujer… un hombre

Claudia Gómez
07 March 2021 7:08pm

Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, hombres muy presentes en la vida de ciertas mujeres cubanas nos regalan una breve crónica sobre el día a día de ellas, ejemplo de entereza y entrega. Modelo de personas a seguir, paradigma para muchas; y también para muchos.

Quién mejor que su compañero de vida en el amor, o ese con quien han compartido estudio y trabajo, o el que nació de la unión profunda a un hombre… quién mejor para hablarnos de ellas.

Y los hombres nos cuentan:

Para Blanca Elena Herrera, de su hijo Carlos Enrique Almirante, actor

Blanca Elena y Carlos Enrique Almirante
Blanca Elena y su hijo Carlos Enrique Almirante

 Primero que todo quisiera agradecer la oportunidad de expresarme un día como hoy y poder felicitar a todas las mujeres del mundo. Segundo para mí es una oportunidad especial poder hablar de mi madre. En casi todas las ocasiones anteriores me han preguntado sobre la figura de mi padre, su carrera, algo que no me molesta, todo lo contrario. Sin embargo, pocas veces he tenido la oportunidad de hablar de mi madre, lo que significa para mí y creo que no alcanzan las palabras.

 Blanca Elena es una mujer dedicada a la medicina. Desde muy joven se graduó de ginecología y obstetricia. Profesión que ejerció durante muy pocos años. Y decidió cambiar a oftalmología.

 En estos momentos trabaja en el hospital González Coro atendiendo a las embarazadas y a los niños recién nacidos. Una carrera hermosa que disfruta al máximo. Muy querida por todas sus compañeras de trabajo. Y ha mostrado sus tesis en conferencias internacionales y trabajos de clase. La admiro muchísimo por disfrutar día a día con total entrega lo que hace.

La mayor parte de su vida estuvo al lado de mi padre Enrique Almirante. Un actor con una carrera infinita. Cosa que no es fácil para cualquier mujer: estar al lado de un actor y convivir con todas esas experiencias; pero ella supo acompañarlo durante todo su viaje y crecieron juntos como seres humanos. Nací yo. Me dieron una infancia hermosa y feliz que han hecho de mí la persona que soy hoy.

Te agradezco infinito mamá por todo lo que me has enseñado. Por cada momento a tu lado. Por crecerte siempre ante cualquier obstáculo. Y por hacerme sentir que tengo la mejor madre del mundo. Felicidades para ti hoy y todos los días.

 

A Aurora Bosch: Desde que nos conocimos hemos mantenido una estrecha, intensa y permanente relación…, nos dice su esposo, Rafael Mirabal

Aurora Bosch y Rafael Mirabal
Aurora Bosch y su esposo, por más de 50 años, Rafael Mirabal

 Conozco a Aurora desde hace 51 años. Nos conocimos en la Ciudad de México D.F. por la visita que, en abril de 1968, realizó el Ballet Nacional de Cuba como representación de nuestro país en la Olimpiada Cultural previa a los Juegos Olímpicos celebrados allí en octubre de ese año. Yo trabajaba en la Embajada de Cuba como Encargado de los Asuntos Consulares.

 Desde entonces hemos mantenido una estrecha, intensa y permanente relación con más de 50 años de matrimonio.

 Aurora no es solo una artista con reconocido prestigio profesional nacional e internacional como bailarina y maitre de ballet clásico. Es, fundamentalmente, una persona comprometida en lo más profundo con sus valores y responsabilidades, poseedora de un incesante afán de superación personal, en el conocimiento de su profesión y en todos los aspectos de la cultura de la sociedad humana.

Perfeccionista constante en todo su quehacer y especialmente sensible a todo aquello en lo que pueda ser capaz de aportar y contribuir en el desarrollo de las tareas que emprende, particularmente con los más jóvenes.

Mujer interesada en el conocimiento de los problemas actuales del mundo y en especial la situación de la mujer.

Ha sido para ella un verdadero orgullo haber integrado la Dirección Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas presidida por Vilma Espín, así como haber ejercido como Vicepresidenta de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, y Presidenta de la Sección de Artes Escénicas durante dos mandatos.

Las exigencias y el rigor de su profesión como bailarina clásica nunca le impidieron el desarrollo exitoso de sus estudios universitarios, de postgrado y la realización de un Doctorado Académico, así como el aprendizaje de idiomas y todas las labores desplegadas que, obviamente, incluyen también las labores domésticas a las que estamos todos obligados.

Aurora es un ejemplo de participación activa de la mujer en la vida social.

 

Aprender a escuchar a Ivette (Cepeda) me ha ayudado a crecer y a ser más humilde, reconoce José Luis Beltrán, su esposo y guitarrista.

Ivette Cepeda y José Luis Beltrán
Ivette Cepeda y su esposo y guitarrista, José Luis Beltrán

 Para mí es un honor y algo muy difícil hablar acerca de alguien con quien comparto la fe en Cristo, su amor y todo lo que conlleva una relación matrimonial y profesional. Si es difícil una, la otra no queda exenta de retos, pues hay infinidad de criterios en cuanto a la estética (por nombrar solo un aspecto) que podrían dar lugar a posiciones irreconciliables.

 En cambio, es con paciencia, benignidad y humildad, en cada caso, que se logra la unidad que da como fruto lo creíble e increíble de cada actuación y, como resultado final, el reconocimiento del público.

Puedo decir, sin duda alguna que, si bien llegar a un criterio unánime no es fácil, aprender a escuchar a Ivette me ha ayudado a crecer y a ser más humilde.

Ver cómo ha actuado en situaciones difíciles, expresando amor donde el sentimiento provocado en mí ha sido la ira, es la razón por la cual, gracias a Dios, nos mantenemos unidos. Gracias.

 

La Dra. Blanca Rosa Manzano posee lo que se llama “don de gente”, nos asegura su compañero de estudios y trabajo, el DrC. Fernando Domínguez Dieppa

Blanca Manzano y Fernando Domíngez Dieppa
Blanca Rosa Manzano y su amigo de muchos años, Fernando Domíngez Dieppa

 Nació el 10 de agosto de 1948 en la ciudad de Güines, hija de dos padres médicos (un radiólogo y una ginecóloga-obstetra) de quienes le viene su innata vocación de servicio que se expresó desde muy temprano en su vida estudiantil y profesional.

 Es pequeña de estatura, en cambio posee lo que se llama “don de gente”, una gran inteligencia y una peculiar capacidad para captar rápidamente cualquier nuevo conocimiento por muy difícil que sea. Además, siempre ha sido capaz de memorizar fácilmente desde lo más importante hasta lo que pueda resultar más nimio o trivial, facultades que, lejos de disminuir con el paso del tiempo parece que de un modo místico se han incrementado.

 Blanca Manzano es especialista de primer y segundo grado en Obstetricia y Ginecología, profesora titular y consultante de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana y Maestra de la Obstetricia y Ginecología Latinoamericanas. Pero ella ha sido y aún es mucho más que todo eso porque ha sabido imponerse con criterios sólidos y bien fundamentados a cualquier injusticia que le haya tocado enfrentar en las esferas laboral, académica y social.

Quizá por todos esos dones, y por haber nacido bajo el signo de Leo, ha tenido que aplicar su vocación de servicio como dirigente en la institución hospitalaria donde labora como especialista desde hace más de 45 años. Ha sido la única persona que ha ocupado dos vice direcciones en períodos diferentes: la facultativa y la docente; es miembro del grupo nacional de su especialidad y ha ocupado diversos cargos en la junta de gobierno de la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología de la que ha sido su primera y única presidenta.

Secretaria y presidenta de los comités organizadores de los congresos cubanos de la especialidad que se han realizado en los últimos 25 años y actual presidenta de la Cátedra de la Mujer en la Facultad de Ciencias Médicas Manuel Fajardo.

Pero, quizá su mayor mérito ha sido el haber creado la Comisión Nacional de Atención al Climaterio y Menopausia para la sistematización del manejo integral de ese difícil período por el que pasa toda mujer después de concluida su edad fértil y que generalmente la sorprende en el curso de su plena realización personal, laboral y social.

Ha sido reconocida como experta por la Federación Latinoamericana de Climaterio y Menopausia y la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia la ha premiado como mujer destacada de la especialidad.

Como ser humano no puede obviarse que ha sabido impregnar de amor y valores a todos los miembros de su familia, pues hoy sus dos hijos y sus cuatro nietas, en diferentes latitudes, son seres humanos que expresan con su accionar la impronta noble que en ellos ha dejado esta madre y abuela, quien además ha sido una hija y hermana ejemplar.

Hoy se siente comprometida con seguir sirviendo a las mujeres desde su especialidad y muy orgullosa de todo lo que ellas han podido lograr.

El empoderamiento de la mujer ha ido incrementándose (…) Hay más mujeres meteorólogas e investigadoras que meteorólogos en Cuba, nos dice el Dr. José Rubiera

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Las meteorólogas cubanas Yilenis Bermudez (izq.) y Miriam Teresita Llanes (der.)

 En los últimos años, el empoderamiento de la mujer ha ido incrementándose a pasos agigantados, pero pienso que aún queda mucho por hacer, sobre todo a nivel mundial, y en los países menos desarrollados. Tengo ejemplos cercanos que avalan esa percepción, pues quién me sustituyó como Jefe de Pronósticos en el Instituto de Meteorología (InsMet), cuando me jubilé, fue una mujer: la Dra. Miriam Teresita Llanes Monteagudo, quien había sido mi segunda por muchos años.

 Una mujer, también, es la Directora de Sistemas Básicos del Insmet: la M.Sc. Yinelis Bermúdez Souza, quien tiene que ver con todo el sistema de estaciones meteorológicas, radares, y con los Centros de Pronósticos, Meteorología Marina, Informática y Comunicaciones.

Y qué decir de los meteorólogos... hay más mujeres meteorólogas e investigadoras que meteorólogos en Cuba, y esa tendencia se ve también en las aulas universitarias de la carrera, en todos los casos, con muchos éxitos profesionales.

A todas ellas, hoy, nuestras más sinceras felicitaciones.

 

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