Temporada ciclónica en el Atlántico: Muchas tormentas y huracanes en el horizonte

La temporada ciclónica en el Atlántico comenzó oficialmente hoy y los pronósticos meteorológicos auguran un período de récord con al menos 23 tormentas con nombres, 11 de las cuales podrían convertirse en huracanes. De estos, cinco podrían alcanzar categoría tres o más en la escala Saffir-Simpson, con vientos de 178 kilómetros por hora o más.
Según la Universidad Estatal de Colorado, el calentamiento global está aumentando el impacto de los huracanes y los niveles del mar están aumentando, lo que hace que la situación sea aún más peligrosa.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) pronostica un rango de 17 a 25 tormentas con nombre, lo que es superior a la media de 14. De estos, entre ocho y 13 podrían convertirse en huracanes, incluyendo cuatro a siete huracanes importantes.
En Cuba, expertos del Centro de Pronósticos y el Centro del Clima del Insmet advierten que 11 de las tormentas tropicales pronosticadas podrían alcanzar la categoría de huracán y que la probabilidad de que se origine e intensifique al menos un huracán en el Caribe es del 85 por ciento. La probabilidad de que uno de procedencia atlántica penetre en esta área es del 70 por ciento y el peligro de que Cuba sea afectada por al menos un huracán es del 80 por ciento.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha informado que ya han transcurrido ocho años consecutivos de actividad superior a la media y la última temporada por debajo de lo normal fue en 2015. "Basta con un solo huracán que toque tierra para hacer retroceder años de desarrollo socioeconómico", señaló la institución.
Las condiciones oceánicas y atmosféricas fundamentales que regulan la actividad ciclónica tropical sobre el océano Atlántico y el mar Caribe serán favorables para que la temporada ciclónica sea muy activa, según los especialistas. La temperatura superficial del mar en la franja tropical del Atlántico Norte ha mostrado valores elevados desde junio de 2023 hasta abril de 2024 y los modelos indican que este calentamiento pudiera persistir durante la temporada ciclónica e influir favorablemente en la formación y desarrollo de los ciclones tropicales.