Un medicane azotó a Libia
Un medicane fue el fenómeno meteorológico que azotó a Libia y otras naciones del Mediterráneo a principios de este mes. Se conoció como la tormenta o ciclón “Daniel”, que realmente ha sido el ciclón del Mediterráneo que puede considerarse como el más costoso y mortífero registrado hasta la fecha; y también el ciclón más costoso del mundo ocurrido fuera de la cuenca del Atlántico, y, por si esto fuera poco, ha sido hasta ahora el evento climático más mortal del presente año 2023.
Este apelativo de medicane es por lo general muy poco conocido, y más, fuera del ámbito mediterráneo europeo, por ello me ha parecido que es un buen tema para recordarlo, compartiéndolo hoy con nuestros lectores.
Un medicane es algo que no es muy difícil de explicar. Éste término viene de la unión de dos palabras. La primera es “mediterráneo”, en alusión directa a dicho mar; y la otra palabra es “hurricane”, con la que se designa en idioma inglés al “Huracán”. Esa unión forma la nueva palabra “medicane”.
Pero, ¿es totalmente tropical como los ciclones tropicales del Atlántico? No lo es, pero tiene cierto parecido, y a veces pudiera tomarse como similar. En principio, el medicane no es un sistema netamente tropical y tampoco es un sistema extratropical neto. Es algo así como un híbrido, que puede tener características propias de las depresiones "clásicas" de las latitudes medias, o ciclones extratropicales, y también características de los ciclones tropicales.
El medicane es un sistema meteorológico de baja presión, o sea, que es en primera instancia un ciclón, pues cumple, además con la condición de que tiene vientos rotatorios que, en el Hemisferio Norte, que en el mar Mediterráneo, donde se forman, giran en sentido contrario a las agujas del reloj.
Tienen también, al igual que los ciclones tropicales, un núcleo de aire cálido, pero es bastante compacto, pues alcanza sólo de 200 a 400 kilómetros de diámetro.
Los medicanes generan fuertes lluvias y rachas de viento, que pueden muy bien superar los 100 km/h. Sin embargo, se quedan en general muy por debajo de los vientos, la lluvia y la marejada que puede generar un huracán del Atlántico.
Los medicanes son sistemas meteorológicos poco frecuentes, pues desde principios de la década del 2000 hacia acá, es decir, aproximadamente en los últimos 20 años en que se han catalogados, han sido observados uno de 1 a 3 años, principalmente en la etapa de otoño o principios del invierno.
Estos sistemas parecidos a los ciclones tropicales se identificaron por primera vez en la cuenca mediterránea en la década de 1980, cuando comenzaron a emplearse más ampliamente los satélites meteorológicos. Se observaron sistemas de bajas presiones que se parecía a los ciclones tropicales, incluso formaban un ojo en su centro de circulación, pero eran mucho más pequeños. Debido a la sequedad reinante en la región del Mediterráneo, la formación de estos ciclones era poco frecuente y también difíciles de detectar, a no ser que tuviera una estructura bien organizada.
Los estudios realizados dieron como resultado que los medicanes requieren de determinadas condiciones meteorológicas para que se formen, por lo que es necesario que:
• que existan restos de una depresión "clásica" de las latitudes medias, o sea, un ciclón extratropical que posea aire frío en altura y que quede aislado en el área del Mediterráneo,
• que haya aire cálido y húmedo en las capas inferiores de la atmósfera,
• que exista poca cizalladura del viento en altura (el viento debe tener la misma dirección y velocidad en las capas inferiores de la atmósfera y en altitud),
En esto último, se parece bastante a una de las condiciones necesarias para el desarrollo de un ciclón tropical en la cuenca del Atlántico. Sin embargo, miren esta otra condición como se diferencia de los mismos, pues los medicanes requieren de una temperatura del mar de alrededor de 20°C, o superior. O sea, la especificación no es tan alta como la de un ciclón tropical típico en el cual las aguas de la superficie del mar deben ser iguales o superiores a 26.5 ºC.
En Europa se nombran los ciclones extratropicales (o ciclones invernales, de fuera del trópico) que resulten de cierta importancia y, algo interesante, lo nombra el país que va a recibir la afectación mayor. No es un sistema de nombres tan organizado y desarrollado como el que se emplea en las tormentas tropicales y huracanes, pero sirven al mismo propósito de recordarlos, según su nombre.
Para el caso concreto de los medicane, mucho menos frecuentes, también se comenzaron a nombrar, por analogía con los ciclones extratropicales, los que a su vez tomaban la idea de los nombres en los ciclones tropicales.
Ya que hemos conocido que es un medicane, veamos que ocurrió a principios de septiembre en el Mediterráneo:
Resulta que un área de baja presión se desarrolló sobre el Mar Jónico, en la parte central del Mediterráneo. El 4 de septiembre de 2023, se trasladó tierra adentro sobre la península de los Balcanes, lo que provocó lluvias torrenciales, especialmente sobre la región de Tesalia, en Grecia. El sistema se convirtió en un ciclón del Mediterráneo al día siguiente y, al ser Grecia el primer país afectado, fue nombrado Tormenta “Daniel” por el Servicio Meteorológico Nacional Helénico. Daniel se convirtió en un perfecto medicane el 9 de septiembre, teniendo varias características propias de los ciclones tropicales del Atlántico. Durante los días siguientes, el sistema se movió hacia el sureste, alcanzando su punto máximo como una tormenta subtropical, con vientos registrados de 83 km / h, aunque hay reportes de que después se estimaron vientos de unos 180 km/h, algo que es no comprobable y no muy creíble.
La tormenta tocó tierra cerca de la ciudad de Bengasi en Libia el 10 de septiembre y con desplazamiento al Este continuó tierra adentro, antes de debilitarse en un área de baja presión y disiparse el 12 de septiembre.
El impacto de “Daniel” resultó ser muy importante, tanto en pérdida de vidas como en daños materiales, por lo que puede considerarse como un verdadero desastre.
En Grecia se registraron 17 fallecidos y cifras preliminares de $ 2.14 mil millones de dólares estadounidenses en pérdidas; hubo 7 muertes en Turquía y 4 en Bulgaria. El país que sufrió el mayor impacto de la Tormenta “Daniel” fue sin duda Libia, donde se han contabilizado preliminarmente 4 006 fallecidos y pérdidas por 10 mil millones de dólares estadounidenses.
Ahora bien, creo que hay que aclarar que el tremendo impacto de “Daniel” en Libia no se debió sólo al sistema meteorológico en sí, sino a la gran vulnerabilidad. Es un lamentable ejemplo de cómo una situación meteorológica puede ser agravada en su impacto si existen vulnerabilidades anteriores que lleven al desastre.
Los acumulados de lluvia estuvieron alrededor de los 250 milímetros en 24 horas. Sin embargo, había otra situación cerca de la ciudad de Derna que fue la que ocasionó el gran desastre.
La lluvia hizo colapsar dos presas fluviales envejecidas río arriba de la ciudad costera después de que el medicane “Daniel” azotara el área el pasado 10 de septiembre. Alrededor de una cuarta parte de la ciudad oriental libia quedó arrasada por las inundaciones que ocurrieron tras la rotura de una presa durante una tormenta, fue como un “tsunami” creado por la fuerte corriente de agua, ya que con la ruptura de las presas se liberaron un total de 33 millones de metros cúbicos de agua que se llevaron a su paso zonas residenciales enteras. De esta manera, la corriente de agua lamentablemente arrasó con barrios enteros, y se llevó a miles de personas al mar.