Ciclón tropical potencial desmitificado
La pasada semana de registró un evento lluvioso en zonas del mar Caribe. Llovió fuerte, y en algunas zonas hubo lluvias que llegaron a ser intensas, en la región oriental de Cuba. Pero donde más llovió, con consecuencias catastróficas en el saldo de vidas humanas y en pérdidas materiales, fue en la mitad sur de la República Dominicana.
Si a muchas personas le preguntaran a qué se debieron estas lluvias, habrá quienes responderán que a una vaguada, quizás unos pocos, pero habrá otros que dirán que se debió a un “Potencial Ciclón Tropical 22”, o a los resto de, o bien, al mismo “Potencial Ciclón Tropical 22”, pero ya en disipación.
Los que contestaron que se debió a una vaguada frontal, estarán en lo cierto. Lo otro, es parte de una gran confusión, que puede ser incluso peligrosa para la comprensión de las personas a la hora de tomar medidas de prevención.
Por ello, creo que se debe aclarar bien en qué consiste el “Potencial Ciclón Tropical”. Pero primero, lo que hay es analizar si ese nombre está correctamente expresado en español o es una mala traducción. Hay varios idiomas, como el inglés, en que es algo obligado que el adjetivo esté situado antes del sustantivo. En español no es así, un adjetivo puede estar delante o detrás de un sustantivo. Pero cuidado…. el sentido del sustantivo en la oración cambiará y, además, no siempre se puede emplear así. Cuando el adjetivo va después del sustantivo, proporciona una nueva información con respecto al sustantivo y tiene una posición de mayor importancia. Cuando el adjetivo va delante del sustantivo: en muchas ocasiones el adjetivo no constituye una información nueva con respecto al sustantivo. La cualidad a la que se refiere al adjetivo ya se conoce a priori.
Por ello, sin ser lingüista, preferiría emplear el apelativo Ciclón Tropical Potencial, que no solo suena mejor en nuestro idioma, sino que es más correcto así. Y si alguien tiene duda, lo remito a la versión oficial en español del documento de la Asociación Regional IV, OMM – Plan Operativo sobre Huracanes para América del Norte, América Central y el Caribe, Programa de Ciclones Tropicales, Informe Nº PCT-30, Edición de 2022.
Esta es la definición oficial, que puede ayudarnos a aclarar muchas cosas, además del asunto del nombre.
IV. Ciclón tropical potencial
En el contexto de los productos del CMRE-Centro Nacional de Huracanes de Miami, este término se refiere a una perturbación que todavía no se ha convertido en ciclón tropical pero que amenaza con provocar una tormenta tropical o las condiciones de un huracán en zonas terrestres en un plazo de 48 horas.
Quiere decir que, como sistema meteorológico, El Ciclón Tropical Potencial, no existe. No existe. Usted no lo va a encontrar en ningún texto de Meteorología. En la definición anterior está muy claro que el sistema es una perturbación que todavía no se ha convertido en ciclón tropical. Por tanto, no es un ciclón, es una perturbación y seguirá siéndolo hasta que no se forme el ciclón tropical. Pero dice algo más, que esta definición se emplea solo “en el contexto de los productos del CMRE-Centro Nacional de Huracanes de Miami”
Reitero, porque es importante, quiere decir que lo que existe como sistema meteorológico es la perturbación tropical o amplia zona nubosa acompañada de áreas de lluvias, chubascos y tormentas eléctricas, y que dicha perturbación tropical posee condiciones que le pueden permitir que llegue a ser un ciclón tropical en un lapso de 24 a 48 horas. O puede que no. Y se le nombra como Ciclón Tropical Potencia solamente para permitir que los países cercanos puedan emitir, con suficiente tiempo de antelación, avisos y alertas, para el caso de que se forme un ciclón tropical… pero ojo, el ciclón tropical no existe, en ese momento es una ficción. Si el sistema no se desarrolla y esa área nubosa con lluvias se integra a otro sistema meteorológico o simplemente cruza por alguna región y ocasiona lluvias, lo que ha afectado a esa zona no es el ciclón tropical potencial, sino la perturbación tropical, la zona de tiempo perturbado, o la vaguada que ha absorbido al mismo. De la misma forma, el Ciclón Tropical Potencial no puede disiparse, porque no existe. Puede disiparse la perturbación, o la vaguada, pero nada más. Son conceptos que tienen que estar claros.
El desconocimiento de estos detalles realmente ocasiona gran confusión en el público y la prensa, ya que interpretan los conos de probabilidad de trayectoria para el Ciclón Tropical Potencial, como si fuera un ciclón real que tiene que cumplirse, pero no es así. Es diferente cuando hay un ciclón formado y se hace un pronóstico; en este caso, se pronostica que, si se forma el ciclón, puede hacer esa trayectoria. Y claro que es algo muy útil para tomar medidas con antelación, por si se forma, pero el tomarlo como un hecho es lo que trae mayor desosiego en la población.
La confusión puede incrementarse si durante varios días medios en las redes sociales lanzan mensajes de amenazas, mayormente sensacionalistas, sin que estén avaladas por los Servicios Meteorológicos Nacionales, o que los informes oficiales, más cerca de la realidad, no tengan la misma oportunidad de difusión.
¿Y qué fue lo que afectó a zonas del Caribe la semana pasada? Fue una vaguada frontal, que se movió de Oeste a Este, desde el golfo de México y, después, por el occidente y centro de Cuba. En el sur del mar Caribe occidental, se encontraba una zona de tiempo perturbado o zona de perturbación tropical. La lógica del proceso meteorológico era que, con desplazamiento al Nortenordeste o Nordeste, dicha zona se integrara a la vaguada, incrementando el potencial de lluvia.
Ello comenzó a ocurrir el jueves y viernes en Jamaica y la región oriental de Cuba, donde se registraron en varias áreas acumulados superiores a 100 mm en 24 horas, lo que se cataloga como lluvia intensa. El resto del paquete nuboso, se integró algo después a la vaguada, y el sábado 18, con una menor velocidad del movimiento al Este, la vaguada ocasionó lluvias muy intensas en toda la mitad sur de la República Dominicana, con el consiguiente desastre.
Hubo acumulados en 24 horas de más de 450 mm y llegando a los 500 mm en algunos sitios. Las lluvias continuaron el domingo, pero la vaguada estaba ya más debilitada en su movimiento al Este, y las lluvias, por consiguiente, fueron ligeras, aunque aportaron un mayor acumulado a zonas en las que había llovido torrencialmente el día anterior.
El NHC estimó que la perturbación tropical del Caribe podía llegar a ser un ciclón tropical, aunque no había muchas condiciones para ello. Por eso, comenzaron a emitir avisos sobre el Ciclón Tropical Potencial 22, para que se tomaran medidas en caso de que se formase con poco tiempo de antelación antes de llegar a tierra.
Algunos medios lo mostraron como si realmente fuera un ciclón tropical, pues había un cono de trayectoria, horarios y todo, excepto que no era un Ciclón Tropical aún, pero eso no se explicaba bien. Realmente era solo posible su formación. Algunos le llegaron a llamar Depresión Tropical o, incluso, le pusieron el nombre de “Vince”, como tormenta tropical.
Pero, esa perturbación tropical nunca llegó a ser ciclón tropical, pero ello también estaba en las probabilidades. Solo había que ver las informaciones y observar cómo las probabilidades de formación bajaban de 70%, 60%, 50%, etc. Pero a esto, no se le dio gran difusión.
Lo demás es historia, una muy lamentable historia con relación a las lluvias ocasionadas por la vaguada frontal en la República Dominicana, a pesar de las alertas por lluvias emitidas por el Servicio Meteorológico de ese País (ONAMET), y una historia a recordar para que, en otros casos, se haga una mayor difusión y no se produzca tanta confusión en el área del Caribe.
