“Algunas curiosidades meteorológicas”

curiosidades meteorológicas

En estos días de comienzos de la primavera astronómica, quizás sea una buena idea tratar sobre algo que hace tiempo tenía en mente contarles. El de hoy no es un tema denso ni que dé demasiado a pensar sobre ello, pero creo que sí a disfrutarlo. Es que les voy a contar dos curiosidades relacionadas con la meteorología. ¿Les parece? Les aseguro que hay más, pero las dejo para otra ocasión. Así que comienzo, claro está, por la primera de hoy, y espero que la disfruten.

¿Pueden llover peces, caracoles y ranas?

No llover, cayendo de las nubes, como la lluvia, pero sí llover en el sentido de caer del cielo a la tierra. Incluso, ocurrió en La Habana Vieja el 27 de abril de 1979. Una tromba marina se movió del mar a tierra, donde se disipó. Pudiera haber sido una tormenta que hubiese azotado a la ciudad, pero afortunadamente no lo hizo. Lo que sí hizo es que cayeron del cielo algunos peces y caracoles sobre la Habana Vieja.

Tromba Marina en la bahía de Cienfuegos, Cuba. Las trombas marinas absorben el agua y lo que pueda contener.
Tromba Marina en la bahía de Cienfuegos, Cuba. Las trombas marinas absorben el agua y lo que pueda contener.

 

Las trombas marinas, como los tornados, tormentas tropicales y huracanes, tienen una baja presión en el centro y alrededor circulan fuertes vientos que le dan estructura al sistema. Las diferencias son de tamaño, escala y sus características de génesis y dinámicas.

En el caso de las trombas marinas, son sistemas pequeños, y al cruzar sobre el mar, la baja presión hace que succione el agua y todo lo que hay en ella, tal y como ocurre, a una escala mucho menor, cuando con un absorbente, uno absorbe un refresco mediante un tubito plástico. En el caso de la tromba marina, junto con el agua puede ir pequeños peces, caracoles u otras cosas, y las deja en suspensión. Recuerdo que los pescadores tienen un dicho que “la tromba viene a tomar agua”, pues, efectivamente se produce una columna de agua en su centro y junto con el agua, van esos objetos.

Peces caídos del “cielo”, por disipación de una tromba marina en la costa.
Peces caídos del “cielo”, por disipación de una tromba marina en la costa.

 

Cuando la tromba marina penetra en tierra, la resistencia del terreno y el corte de energía que tiene que ver con su alejamiento de la superficie acuática, simplemente la disipa, y al esto ocurrir, ya no puede sostener en suspensión todo lo que tenía. Así que, ese día, literalmente llovieron peces y caracoles en La Habana.

Aunque esto puede ocurrir en estos casos de trombas marinas, también ha sido observado en sus contrapartidas terrestres, los tornados, por lo general, mucho más fuertes y mayores.

Un tornado que pase sobre un pequeño estanque, puede llevarse el agua, y si hay sapos o ranas, pequeñas piedras, o pequeños peces, también se los llevaría, y los dejaría caer donde se disipe.

De esa forma, una vez llovieron ranas en Kansas City, EE.UU., en 1873. La revista, “Scientific America” concluyó que debe haber sido causada por un tornado u otra tormenta terrestre, ya que no había pantanos u otros cuerpos de agua en las cercanías. De igual modo, también llovieron ranas en Dubuque, Iowa, EE.UU., el 16 de junio de 1882, y los científicos especularon entonces que las ranas pequeñas fueron recogidas por una poderosa corriente ascendente y congeladas en granizo en el aire frío sobre la superficie de la tierra.

Hay que decir que realmente nadie ha sido testigo de una corriente ascendente levantando ranas del suelo, pero, la teoría es científicamente plausible, ya que las corrientes ascendentes recogen regularmente escombros ligeros y los transportan a distancias considerables.

En el caso del tornado, para darnos cuenta de su fuerza, recuerdo que por el año 1981 cuando comenzaba mis labores en la televisión, se reportó que en la provincia cubana de Camagüey un tractor con alzadora de caña fue levantado por un tornado, cruzado por el aire por encima una cerca, y después dejado caer en el suelo. Es algo verdaderamente impresionante.

¿Se puede conocer la temperatura ambiente por mediación de algún animal?

¿Quizás vaya Ud. a salir al campo? Si quiere saber cuántos grados de temperatura hay en el ambiente durante su estancia, no requiere hacer uso de un termómetro ni de las tecnologías más modernas; solo hace falta encontrar a un grillo. Sí, como lo escucharon: a un simple grillo. Aunque pudiera parecer imposible, sí, un grillo puede ser un buen termómetro.

Diversos estudios han demostrado que los grillos resultan ser auténticos termómetros naturales. Lo único que tiene que hacer es fijarse en su canto y contar los cri-cris que hace.

Grillos, cigarras y otros insectos parecidos pueden ser usados indirectamente para medir la temperatura
Grillos, cigarras y otros insectos parecidos pueden ser usados indirectamente para medir la temperatura

 

Aunque parezca sorprendente, la explicación está en el metabolismo de los grillos (y también otras especies parecidas, como las cigarras). Estos no son capaces de autorregular su temperatura corporal (algo que sí podemos hacer los mamíferos), y son también extremadamente sensibles a los cambios de temperatura.

Entonces, resulta que la frecuencia del canto del grillo varía según sea la temperatura ambiente. Cuanto mayor es la temperatura, mayor es la velocidad de reacción y más chirridos emiten; y viceversa: cuanto más frío hace, menos sonidos producen.

Pero, les cuento aún más. Si Ud, quiere entretenerse y medir la temperatura con el canto del grillo, en lugar de observar un termómetro, todo lo que tiene que hacer es contar la cantidad de cri-cri que emite en un minuto. Para hallar la temperatura en grados Celsius, existe una pequeña fórmula (la fórmula del grillo, quizás), con la que podemos saber cuál es la temperatura en el entorno del cuerpo del grillo.

Basta con hacer así, cuente los cri-cri del grillo en un minuto y aplique la siguiente fórmula de arriba en la gráfica, si es un grillo campestre, y la de más abajo, si es una especie llamada “esperanza”.

Fórmula para calcular temperatura por los cantos de los grillos

 

Hay también otras “fórmulas”, en dependencia de la especie y algunas, más cortas y sencillas, pero igualmente resultados menos precisos.

¿Cómo hacen los grillos para emitir ese sonido cri-cri con los que cantan?

Por lo general, los machos son los "cantantes". El grillo macho frota una cresta afilada en un ala, contra una serie de arrugas, o "limas", en la otra ala. El tono del canto depende de la distancia entre las arrugas. Y vean por qué en los dibujos animados representan al grillo tocando un violín. El origen del sonido es bastante similar.

Cómo canta un grillo

 

Hay varias razones por las que los grillos cantan. Pueden ser para llamar y atraer a una hembra con un sonido fuerte y monótono, o bien cortejar a una hembra cercana con un chirrido rápido y suave, pero también para comportarse agresivamente durante el encuentro de dos machos, o en otros casos, sonar una alerta de peligro al detectar algún problema. No, los grillos no cantan para que Ud. mida la temperatura, ni se enteran. Eso parece ser un subproducto que en algún momento fue descubierto por alguna persona anónima, y sumamente curiosa de la Naturaleza.

Pero, hasta los grillos tienen sus limitantes, aunque no vengan escritos en un prospecto como aparece en los equipos electrodomésticos. Para que los grillos comiencen a cantar, debe haber una temperatura de 15 o más grados Celsius, lo que no es un problema en los países tropicales, pero sí en latitudes medias, como en Europa y Norteamérica durante el invierno. Ahora bien si por el contrario hace mucho calor y la temperatura sobrepasa los 36 ºC, entonces disminuyen sus chirridos, y el cálculo de la temperatura puede no ser tan confiable; y cuando la temperatura ambiente es mayor de 40 ºC, no es que se cocinen los grillos, aunque casi, casi, sino que simplemente dejan de cantar. Y si Ud. no tiene un termómetro tecnológico, está verdaderamente perdido. ¿Curioso, verdad?

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