Guane, el final de la vía férrea en Cuba

Rolando Pujol
26 November 2021 1:25am
Guane

Texto y fotos: Rolando Pujol

El poblado de Guane, fue el primer asentamiento fundado por los españoles en 1596, en el extremo occidental de la isla. Más al oeste, están los “Remates de Guane” y el Cabo de San Antonio, donde Cuba se acaba. Durante muchos años, fueron lugares distantes y casi perdidos de la mano de Dios, dentro de la geografía cubana, a pesar de que a partir de la segunda mitad del siglo XVII, allí comenzó a sembrarse el mejor tabaco del mundo.

El gran auge del comercio de tabaco cubano, coincide con la llegada del ferrocarril a la isla, en la primera mitad del siglo XIX, por lo que varios comerciantes de la aromática hoja, ven como algo muy ventajoso, invertir en la construcción de un ferrocarril que abriera la ruta hacia occidente. Tras vencer agotadores trámites burocráticos, la autorización para iniciar las obras, se expide en 1858, por Real Orden del Gobernador General de la Isla.

Guane

 

El primer trayecto de 12,5 Km, se construyó desde la Estación de Cristina en La Habana, hasta Calabazar; para continuar tramo por tramo, hasta Pinar del Río, donde quedó inaugurada el 15 de abril de 1894, completados los 240 Km de vías, terraplenes y puentes. La ejecución de los aspectos más complejos de las obras, estuvo a cargo del ingeniero francés Jules Francois August Sagebien. En el tendido de la línea, participaron cientos de negros esclavos, culíes chinos y jornaleros, que se enfrentaron a numerosas penurias y dificultades.

Como último acto del Gobierno de España en Cuba, en cuanto a los ferrocarriles se refiere, se autoriza el 24 de noviembre de 1898, extender la línea de occidente 60 Km más, desde Pinar del Río hasta Guane; llegando hasta allí, el primer tren, el 1 de febrero de 1908.

Guane

 

Pasados 113 años de aquel acontecimiento, Guane es una ciudad que dispone hoy de una red de carreteras, que la enlazan con los circuitos norte y sur de la provincia, la ciudad cabecera, Pinar del Río y la Autopista Nacional, lo que reduce el tiempo de viaje hasta La Habana, desde Guane; a menos de 3 horas, algo impensable hace un siglo atrás. 

A pesar de que las carreteras han acortado las distancias, Guane, sigue unida a la tierra y a sus tradiciones campesinas, con el mismo apego con que el tiempo, se aferra a las palmas que escapan lentamente en el horizonte, cuando el tren hace su viaje diario, hasta la última estación del ferrocarril en Cuba, abriéndose paso entre vegas y cañadas.

Al arribar a la añeja y algo desaliñada estación de Guane, los viajeros apenas notan, quizás por la fuerza de la costumbre, que allí, entre dos macizas y anónimas piezas de metal, terminan o comienzan, según se viaje hacia el poniente o el levante, los casi 1.500 Km de la Vía Central, que llega hasta la ciudad de Guantánamo, en el extremo opuesto de la línea.

Guane

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