Jardín Ave del Paraíso, una aventura en los cielos de Santiago de Cuba

A solo 13 kilómetros de Santiago de Cuba y a una altitud de 1 110 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el Jardín Ave del Paraíso, un espacio natural que alberga más de 600 especies endémicas en un microclima de montaña. Este sitio ofrece una experiencia singular para quienes buscan un plan diferente, al combinar biodiversidad, historia y legado cultural en un entorno de gran valor patrimonial.
El recorrido por sus senderos permite descubrir rincones que conservan vestigios de una antigua hacienda cafetalera francesa. El asentamiento, ubicado en la comunidad Gran Piedra, forma parte de las 171 ruinas del sudeste de Cuba que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad el 29 de noviembre del año 2000. Aún se observan elementos arquitectónicos que pertenecieron a los cafetales de la segunda mitad del siglo XIX, lo que refuerza su valor histórico y cultural.

La transformación de esta ruina en jardín botánico se vincula con la labor del investigador Fernando Boytel, quien dirigió y ejecutó la limpieza del cafetal La Siberia en agosto de 1959. Los santiagueros conservan testimonios de esa intervención, respaldados por planillas timbradas del Parque Nacional Gran Piedra. La huella de Boytel permanece viva en este espacio, que se ha convertido en símbolo de conservación y memoria.
La Gran Piedra, situada a unos 25 kilómetros al este de Santiago de Cuba, se distingue como monumento natural e histórico. Sus casas señoriales, almacenes y dependencias reflejan el proyecto impulsado por Boytel, quien propuso convertir la ruina del cafetal La Siberia en un jardín de plantas exóticas. Hoy, parte de los pobladores de la comunidad trabajan y residen en este entorno, que mantiene su carácter emblemático.
El museo La Isabelica conserva documentos que describen con rigor científico las características del cafetal La Siberia, propiedad de la familia Dosso. Esta institución, perteneciente al Centro Provincial de Patrimonio Cultural de Santiago de Cuba, desarrolla acciones socioculturales y de conservación. Su labor promueve la protección y preservación de la ruina cafetalera mediante procesos de autogestión, con el objetivo de evitar el deterioro de este sitio arqueológico.
La presencia de Boytel en la Cordillera de la Gran Piedra se mantiene como parte del imaginario colectivo. Entre secaderos y tahonas, el Jardín Ave del Paraíso —antiguo cafetal La Siberia— recibe a visitantes nacionales y extranjeros. Sus senderos y muros empedrados, resultado de la transculturación franco-haitiana-cubana, ofrecen una experiencia enriquecedora que conecta naturaleza, historia y cultura en un mismo espacio.
