Trinidad celebra su patrimonio artesanal con un mes dedicado a la cerámica y la gastronomía

Trinidad, una de las ciudades más emblemáticas de Cuba y declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, inicia este mes de octubre con una programación especial dedicada a enaltecer las labores manuales con el barro y la cerámica, al mismo tiempo que destaca la rica tradición gastronómica de la región. Este ciclo de actividades, impulsado por la Oficina del Conservador de Trinidad y el Valle de los Ingenios, forma parte de un amplio programa de celebraciones que comenzó en julio y se extenderá hasta finales de octubre.

El propósito de esta iniciativa es rendir homenaje a los artesanos de la ciudad, cuya creatividad y destrezas han sido esenciales para la preservación y promoción del patrimonio cultural de la villa. Cada mes del programa ha estado dedicado a resaltar una actividad artesanal distinta, lo que ha permitido mostrar la diversidad y riqueza de las tradiciones de Trinidad. Así, julio se centró en el trabajo con la madera y el metal, además de actividades culturales como la literatura, la música y la danza.

En agosto, las miradas se volcaron hacia el trabajo con fibras y semillas, así como a las artes plásticas, mientras que septiembre se dedicó a destacar las labores con hilos y agujas, así como a celebrar las tradiciones religiosas que forman parte del legado cultural de la ciudad. Octubre, por su parte, culmina este ciclo de actividades con un enfoque especial en la cerámica y la gastronomía, dos elementos fundamentales de la identidad trinitaria.

Según el programa de actividades, este movimiento cultural "constituye una oda a la creatividad de los habitantes de Trinidad", poniendo de relieve el trabajo de los artesanos locales que han logrado perfeccionar su habilidad con distintos materiales.

Trinidad, reconocida como Ciudad Artesanal del Mundo y Ciudad Creativa en Artesanía y Artes Populares, ostenta estos títulos gracias a proyectos como Siempre a mano y Urdimbre, que buscan preservar las técnicas artesanales tradicionales. Otro de los proyectos destacados es Entre Agujas, impulsado por la Oficina del Conservador desde 2008 con el objetivo de mantener vivas las técnicas del bordado y las manualidades con hilos.

A esta iniciativa se suma el proyecto Entre hilos, alas y pinceles, liderado por la renombrada artista de la plástica Yudit Vidal. Creado en 2014, este proyecto sociocultural tiene como fin legitimar el arte de la aguja y reconocer el trabajo de las mujeres que, a través de la costura, han aportado a la identidad artesanal de la región.

La Oficina del Conservador de Trinidad y el Valle de los Ingenios también ha lanzado el boletín Trinidad Artesanal y Creativa, una publicación que recoge las principales actividades de esta jornada de celebraciones, enfocadas en destacar los reconocimientos internacionales otorgados a la ciudad.

En septiembre pasado, Trinidad celebró el sexto aniversario de su nombramiento como Ciudad Artesanal, y pronto alcanzará el quinto aniversario de su designación como Ciudad Creativa en Artesanía y Artes Populares por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Esta distinción fue otorgada el 31 de octubre de 2019, en el marco del Día Mundial de las Ciudades, integrando a Trinidad en la Red de Ciudades Creativas, una plataforma que agrupa a más de 300 urbes de todo el mundo, incluidas La Habana.

El casco histórico de Trinidad, famoso por sus elegantes palacetes, calles empedradas, plazas coloniales, aldabas ornamentales y techos de tejas rojas, fue reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1988 por la Unesco, en conjunto con el Valle de los Ingenios, una vasta extensión que testimonia la rica historia azucarera de la región.

Con este mes de celebraciones dedicadas a la cerámica y la gastronomía, Trinidad reafirma su lugar como un bastión de la cultura artesanal cubana, donde las manos de sus habitantes continúan dando forma a la historia y el arte que la definen.