Cuba y sus Útiles y Olvidados: Los Pirijods

Rolando Pujol
03 February 2021 11:45am

Los cubanos que visitaban la Unión Soviética hace más de 30 años, al relatar las anécdotas del viaje a los amigos, se referían con frecuencia a los “pirijods“, contando historias como esta: “-Y entonces pasé por el “pirijooo” y fui al “Guns” y me compré un osito Misha…”

Los oyentes no iniciados, por supuesto que se quedaban perplejos y trataban de imaginar qué aventura citadina sería esa, de tener que pasar por un “pirijooo”, para ir a un tal “Gun”, a comprar ositos Mishas…

“­-Jajaja, el Guns es una tienda enorme que hay en la Plaza Roja y los “pirijods”, son pasos subterráneos, que te permiten cruzar las calles de Moscú, por debajo, porque en Moscú hay calles que tienen más de 100 metros de ancho -aclaraba el “pirijonauta” de los tiempos soviéticos- Por arriba no hay quien las cruce, porque te despachurra un Lada, o viene el Tío Stiopa (policía bonachón de las historietas rusas) y te pone una multa y tienes que pagar una pila de rublos…jajaja”

Paso peatonal aéreo en la Via Monumental (1)
Paso peatonal aéreo en la Via Monumental

 

Pues sí, los “pirijods” de Moscú, han sido una solución para redirigir el tránsito peatonal, y eliminar el peligro que entraña cruzar las anchas avenidas, que hoy tienen un flujo de vehículos infinitamente mayor al que existía cuando era la capital de la Unión Soviética (URSS).

En las grandes avenidas de Moscú hay un paso subterráneo cada 200 metros aproximadamente, con pequeños comercios y una interesante vida cultural de juglares y músicos ambulantes, que amenizan el tránsito por el lugar.

A instancias de algunos entusiastas “pirijonautas” que estudiaron o trabajaron en la URSS, comenzó a calorizarse la idea de construir también aquí pasos subterráneos, quizás movidos por la nostalgia de los buenos tiempos que pasaron en un país donde la Segunda Guerra Mundial dejó más mujeres que hombres.

Pero los “pirijods”, celebrados como una genial idea al principio, empezaron a ceder terreno, ante la propuesta de que levantar puentes sobre la calle, era más conveniente y económico, o mejor aún, colocar cebras con semáforos para peatones, con un muñequito verde y otro rojo, y un reloj digital, para que los transeúntes supieran cuándo pasar caminando, o mandarse a correr.

Intercepción de 100 y Boyeros
Puente en la Intercepción de 100 y Boyeros en La Habana, donde se localiza, también, uno de los dos Pirijods aún activos en el país.

 

Después del forcejeo técnico y burocrático, la solución de los puentes y los semáforos peatonales se impuso, como solución más expedita. En La Habana, no obstante, se construyeron algunos “pirijods”, que poco a poco fueron quedando en desuso, pues se inundaban en épocas de lluvia, o eran utilizados como urinarios. Pasada la novedad, la gente siguió desafiando el tránsito vehicular en la superficie.

Sin embargo, e increíblemente, hace poco descubrí que todavía existen dos de ellos funcionando y en buenas condiciones. Uno es el “Pirijod de Manuel” en la ciudad de Holguín, construido gracias a la persistencia de un fanático del beisbol, que quería llevar a sus nietos al estadio con seguridad.

Pirijod de Manuel en Holguin
Pirijod de Manuel en Holguín

 

El otro, está en el cruce de los elevados de Calle 100 y Boyeros, en La Habana, que se mantiene limpio, fresco, seguro e iluminado prestando su útil servicio.

Pirijod de 100 y Boyeros
Pirijod de 100 y Boyeros en La Habana

 

Un tercer paso peatonal se encuentra en la rotonda del Obelisco de Marianao, construido para facilitar el tránsito seguro de los alumnos hacia Ciudad Libertad, aunque permanece cerrado, quizás porque perdió el toque o por la pandemia. Puede que algún otro “pirijod” esté en uso por ahí, solo que no lo sé.

Entrada del Pirijod en el Obelisco de Marianao
Entrada del Pirijod en el Obelisco de Marianao

 

Valgan estas líneas nostálgicas, para celebrar ese portentoso invento ruso que es el “pirijod”, y que, junto con las hoy ausentes pero apreciadas latas soviéticas de carne de res al jugo, han salvado incontables vidas a través del tiempo.

 

 

 

 

 

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