Camagüey celebra 28 años de su Oficina del Historiador
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En el corazón del Parque Agramonte, un espacio que desde hace más de un siglo guarda los ecos de la historia local, se celebró este lunes el 28vo. aniversario de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey. Fundada en 1997, esta institución ha sido mucho más que una entidad encargada de preservar edificios antiguos o monumentos históricos; se ha consolidado como un faro que ilumina las raíces culturales y los valores patrimoniales de una de las ciudades más antiguas y emblemáticas de Cuba.
El acto conmemorativo, celebrado precisamente en el lugar donde se alza la majestuosa estatua ecuestre de Ignacio Agramonte, fue escenario de palabras emotivas y reflexiones sobre el papel fundamental que ha jugado la Oficina en la protección y promoción del legado histórico de Camagüey. Autoridades locales subrayaron la importancia de esta institución que no solo como custodia del pasado, sino también como impulsora de iniciativas que nutren el presente y proyectan el futuro cultural de la región.
La jornada sirvió además para evocar el peso histórico de Camagüey en las gestas independentistas cubanas, recordando cómo figuras como Nicolás Guillén, el Poeta Nacional, nacieron y dejaron su impronta en esta tierra. En ese contexto, los estudiantes de la Enseñanza Primaria, integrantes del proyecto de las Aulas Patrimoniales, rememoraron un momento clave de la historia local: la develación en 1912 de la estatua de Agramonte, obra del escultor italiano Salvatore Buemi, hecha en granito de rosa de Baveno y bronce. Este símbolo, ubicado en el corazón del parque, es uno de los emblemas más reconocidos de la ciudad y refleja la lucha por la independencia que definió el destino de la nación.
Marjorie Chan, especialista en Gestión Sociocultural de la Oficina del Historiador, destacó durante el evento la relevancia de las iniciativas educativas y comunitarias lideradas por la institución. “No solo nos dedicamos a conservar edificios y monumentos”, afirmó Chan, “sino también a fortalecer la identidad cultural de los camagüeyanos a través de la educación y la participación activa de la comunidad”. Entre estas iniciativas destaca el programa de las Aulas Patrimoniales, un proyecto innovador que busca transmitir conocimientos sobre el patrimonio material e inmaterial desde edades tempranas. Este programa no solo educa, sino que también fomenta un sentido de pertenencia y compromiso entre los más jóvenes, quienes son llamados a ser guardianes del legado histórico de su ciudad.
La labor de la Oficina del Historiador de Camagüey abarca múltiples dimensiones, desde la investigación histórica y arqueológica hasta la organización de eventos científicos, artísticos y culturales que difunden el valor del patrimonio local. Su contribución ha sido decisiva en la restauración y conservación del Centro Histórico de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008. Este reconocimiento internacional es un testimonio del esfuerzo sostenido para proteger y revitalizar un espacio urbano que narra siglos de historia.
Más allá de los logros tangibles, lo que verdaderamente define a esta institución es su capacidad para tejer vínculos entre el pasado y el presente, entre lo monumental y lo cotidiano, entre lo individual y lo colectivo. La Oficina del Historiador no solo rescata piedras y documentos; construye puentes que conectan a los camagüeyanos con sus orígenes y les invita a asumir un rol activo en la construcción de su propio futuro. Así, en su 28 cumpleaños, esta entidad reafirma su compromiso con la salvaguarda del patrimonio y la identidad de una ciudad que sigue siendo, a pesar de los desafíos, un baluarte de la cultura cubana.