Una pareja artística de Cuba y EE.UU. brilla en Sudáfrica

Los primeros bailarines Viengsay Valdés, de Cuba, y Brooklyn Mack, de Estados Unidos, consolidaron su fama de “pareja explosiva” en la ciudad de Johannesburgo tras una actuación memorable en una puesta de El lago de los cisnes que desató ovaciones y reconocimientos públicos de altos funcionarios de los gobiernos sudafricano y chino.
El embajador de China en el país africano, Tian Xuejun, calificó de excelente la actuación de la primera figura cubana en la sala Nelson Mandela del Teatro de Johannesburgo. La gala inaugural de la temporada de este clásico de clásicos mezcló sobre un mismo escenario a bailarines de Cuba, China y Estados Unidos con los sudafricanos del Joburg Ballet.
"Toda la presentación fue simplemente maravillosa, en cuanto a los cubanos se puede ver que bailan con pasión y eso es muy buen ejemplo para nuestros jóvenes bailarines en Sudáfrica", afirmó Joyce Mabudafhasi, viceministra de Arte y Cultura en declaraciones a los medios de prensa acreditados en la nación africana.
La pareja compuesta por las estrellas del Ballet Nacional de Cuba y del Ballet de Washington volvió a compartir la escena el 17 de abril y además protagonizará varias funciones de la temporada que culmina el próximo 3 de mayo.
En declaraciones a Excelencias Cuba, Valdés alabó la energía que le transmite Mack con quien tuvo la oportunidad de bailar antes, en 2014, en una Gala de Estrellas de la danza celebrada en Puerto Rico y luego en el 24 Festival Internacional de Ballet de La Habana.
Según la crítica especializada, la pareja de la cubana y el estadounidense se consolidó allí como la más fuerte y virtuosa de esa edición del evento, en la que participaron artistas de 28 países.
“Mack es un bailarín fuerte técnicamente, siempre transpira bondad en su trabajo, tanto en los salones como sobre la escena y no deja de mostrar su admiración hacia mí. Siempre dice que le transmito muy buena energía y yo siento lo mismo de él, por eso trabajamos juntos con mucha comodidad”, contó la cubana conmovida.
Ambos artistas viajaron a Sudáfrica por invitación del Joburg Ballet a fin de compartir con esa compañía en una obra que les deleita pues el lirismo del príncipe Sigfrido le robó el corazón a Mack y los cisnes blanco y negro, Odette y Odile, son una carta de triunfo mundial de Valdés.
Para Mack, interpretar una obra completa junto a Viengsay es un sueño hecho realidad. “Volver a bailar con ella es un honor y un gran placer para mí porque es una bailarina extraordinaria, siempre está presente en el momento preciso y lo que más me impresiona es cómo se crece en los instantes más difíciles”, aseguró.
El bailarín estadounidense mira con admiración la técnica de los cubanos y, según dice, combinada con un "sabor" extra son una fórmula perfecta. Su ídolo personal precisamente nació en Cuba y ha sido uno de los partenaires más extraordinarios de la Valdés, el gran Carlos Acosta, primera figura del Royal Ballet.
La producción sudafricana de El lago de los cisnes cuenta con 21 artistas de China más la propia compañía local, integrada por representantes de otros países como Brasil y Cuba.
Al responder por qué entre las figuras invitadas estaba la primera bailarina cubana Viengsay Valdés, el director del Joburg Ballet, Dirk Badenhorst, no dudó en asegurar que ella es la perfecta Cisne Negro y una magnífica exponente de la técnica cubana del ballet.
En la primera función de la temporada, Valdés intercaló giros triples y cuádruples durante su actuación con una facilidad elogiada por todos. Personalidades del cuerpo diplomático chino y cubano, la ministra de cultura sudafricana y otras personalidades del país asiático acudieron a la escena para felicitar a todos los artistas y tomar fotos.