Paulo FG se confiesa sobre Vuelos Prohibidos

alina
26 March 2015 1:15am
Paulo FG se confiesa sobre Vuelos Prohibidos

De niño Paulo Fernández Gallo imaginó que si algún día llegaba al cine interpretaría a un pistolero o un gánster, pero nunca a un hombre común dentro de un filme de corte dramático. El experimentado director Rigoberto López tampoco creyó que aquel niño, devenido popular cantante de sólida carrera, pudiera ser el protagonista de su película Vuelos prohibidos, hasta que comprobó en vivo la seriedad de Paulo FG, como le identifican dentro y fuera de Cuba. Solo tras conocerlo, el cineasta abrió la puerta de la posibilidad.

No me dejó cantar ni un estribillo, aclaró Paulo para despejar dudas sobre algún momento musical de la cinta. Jamás creyó recibir una propuesta de este tipo y el ofrecimiento llegó en un momento muy difícil porque se encontraba en pleno proceso de edición de un disco y un DVD por sus 20 años de carrera artística en la música.

Durante el rodaje en París, el cantautor debía memorizar numerosos textos para las escenas y luego revisar y corregir la mezcla de las piezas editadas por su grabador en otro continente, a fin de no descuidar la faceta de músico.

Este fue su reto de madrugada, por culpa de la diferencia de hora entre París y La Habana. Luego dormía unas tres horas y cuando lo llamaban para el set de filmación el director le reclamaba por las inevitables ojeras, ante lo cual el artista imploraba por la ayuda de los maquillistas.
   La profesión de actor reclama mucho profesionalismo, se trata de un ser humano que debe convertirse en otro y si antes admiraba a los actores, ahora los respeto más, porque el esfuerzo es inmenso, complejo, explicó Paulo. 
   Según confesó, con la película se identificó primero como cubano y el apoyo del director Rigoberto López le permitió adentrarse en un personaje con el que tiene en común el amor por su país, por la esencia humanista de su sociedad.
   El cine es una aventura y no deja de ser siempre un riesgo, afirmó López, ganador del premio Coral del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de 1996 en la categoría de documental por Yo Soy del Son a la Salsa.
   Una amiga productora musical le propuso que probara a Paulo FG en un papel asignado inicialmente a un actor conocido, pero numerosos obstáculos postergaron la filmación y cuando se completaron los mínimos recursos necesarios el intérprete estaba ocupado con un trabajo.
   Tras conversar un rato con Paulo, Rigoberto creyó posible la colaboración y se conmovió al ver cómo al cantante se le aguaban los ojos mientras leía en el guión una cita del poeta cubano de origen mexicano Fayad Jamís, quien tuvo un vínculo estrecho con su familia.
   Paulo logró un personaje sincero, con la sensibilidad requerida por una película que reflexiona sobre la realidad cubana, aseveró el cineasta.
   Un pilar de Vuelos prohibidos son las actuaciones y si un reto fue trabajar con alguien sin experiencia, el director catalogó también de desafío trabajar una protagonista francesa, de origen marroquí, sin conocimiento previo de la lengua española.
   La actriz Sanaa Aloui interrumpió un rodaje en Marruecos para audicionar mediante el software Skype para la cinta cubana y López se sorprendió con su agilidad para memorizar los textos y aprender el idioma español, hasta entonces desconocido para ella.
   Al ser aprobada, cuenta la joven que debió olvidar a su familia árabe por un tiempo, tomó la drástica decisión de cortar toda comunicación con ellos, con el propósito de concentrarse en la vida de Cuba y París, para irse metiendo poco a poco en la piel de Monique, una francesa deseosa de conocer a su padre cubano.
   Además, el personaje le planteó el reto de hablar la mayor parte del tiempo en español, un idioma que aprendió en pocas semanas, pero López le inspiraba la confianza suficiente y la cautivó con buen gusto y seguridad.
   La buena energía durante el rodaje fue determinante, los cubanos fueron muy cálidos y luego al viajar a Cuba descubrí un país pobre, pero al mismo tiempo con una energía maravillosa, aseguró Aloui.
   Cuando el director le habló del filme, le expuso la intención de hacer un homenaje a un clásico del cine, la película franco-japonesa Hiroshima mon amour, dirigida en 1959 por Alain Resnais. Esto enseguida la cautivó y ayudó a entender el propósito del guión de López y Julio Carranza, quien reveló una cita directa a la cinta europea cuando el personaje de Paulo FG le dice a Monique: ¿qué sabes tú de La Habana si no has visto nada, nada?
   Un día la hermana en la vida real de Aloui se asustó al no reconocerla, tanto cambió para convertirse en Monique y cree que la preparación del personaje mejoró mucho su trabajo como actriz.
   Ahora está muy enamorada de Cuba, feliz de poder disfrutar de su energía y de la calidez de sus habitantes, entusiasmada por el próximo estreno de Vuelos prohibidos en los principales cines del país caribeño.

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