ONU y Agencia Cooperativa Española diseñan programa de frutales en Santiago de Cuba

Junto a sus valores históricos, paisajísticos y culturales, al territorio de Santiago de Cuba se le reconoce más allá de nuestras fronteras por el hecho de que sus tierras son pródigas en el cultivo de frutas, en especial del mango, cuyas variedades son únicas en el país.
No es fortuito entonces que la Organización de Naciones Unidas a través del PNUD y la Agencia Cooperativa Española (AECID), hayan diseñado en conjunto con el Ministerio de la Agricultura el programa Palma, que tiene entre sus prioridades fortalecer la cadena productiva del mango, por su importancia para el consumo nacional y la exportación.
El proyecto se encuentra en fase de diagnóstico, mediante profundos análisis en talleres, con el objetivo de determinar los puntos críticos de los distintos eslabones del sistema y contribuir a que el proceso fluya armónicamente entre productores, comercializadores, trabajadores de la industria procesadora de la fruta y las entidades de servicio.
El séptimo de los 10 seminarios de orientación, celebrado en el hotel San Juan de la capital santiaguera, se dedicó al completamiento y validación de los cuestionarios, próximos a aplicarse en todas las unidades del ramo, para detectar cuáles son las dificultades que impiden a la provincia oriental satisfacer las demandas de los productos derivados del mango.
Los planteamientos destacaron la necesidad de recalificar a la fuerza de trabajo en las distintas taras, especialmente al personal técnico de los viveros, como paso esencial en el logro de semillas de óptima calidad.
También se evidenció lo oportuno de crear nuevos Centros de Entomófagos y Entomopatógenos que respondan a las demandas actuales de los medios biológicos, así como la introducción de sistemas de riego entre otras tecnologías, para incrementar los rendimientos agrícolas y la eficiencia industrial.
El Taller fue impartido por la profesora del Centro de Estudios de la Economía Cubana, adscripto a la Universidad de La Habana, Betsy Anaya Cruz y la investigadora Estefanía Machín Guevara, del Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical, en representación del grupo técnico nacional que apoya el programa.
Cuando en septiembre el diagnóstico arroje las problemáticas que afrontan quienes se dedican a la producción, beneficio, acopio y comercialización de los productos derivados del mango en Santiago de Cuba, serán perceptibles las bondades de un proyecto internacional que permitirá trazar una estrategia de trabajo, dirigida a concebir planes para satisfacer las preferencias del consumidor en cuanto a variedad y presentación del preciado fruto.