Diana Fuentes, una diva del pop flechada por el bolero
Muchos la relacionan con el pop, lo urbano, ciertos coqueteos con el jazz, pero ahora mismo Diana Fuentes se declara “flechada por el bolero”. Ya quienes gozamos su tributo a Omara Portuondo en el disco Planeta Planetario lo sospechábamos, pero la propia cantante hizo público su amor, y así lo contó a Excelencias Cuba.
“Voy a pensar seriamente en hacer un disco de boleros. Una vez hice una maqueta con Renecito Espí, pero podría hacer algo más profundo. Ahora mismo siento una fuerte influencia, en las cosas que escribo, que me nacen”, aseguró la intérprete, que hace apenas dos días llegó a Cuba para una serie de conciertos promocionales.
Respecto a Otra Realidad, el mencionado tema dedicado a Omara, Diana admitió que hay un cierto guiño al I Will Survive de Gloria Gaynour, en tanto ella misma se expone emocionalmente en la canción, y de cierta manera ratifica cierta voluntad de reponerse a los golpes del amor y el desengaño, para salir adelante y vivir.
Se nota la impronta de grandes del bolero, como Omara misma, Elena Burke o la gorda Freddy, cantantes temperamentales, con esa “bomba” vocal que nace del corazón, no de la garganta. Uno mira a Diana Fuentes y se pregunta cómo cabe tanta voz en ese cuerpito menudo, pero que sabe desarmarse en una rumba.
Ya lo demostró con Planeta Planetario, producción precursora en tanto unió a la disquera cubana EGREM con la multinacional Sony Latin, que contribuyó sin dudas a internacionalizar la propuesta de Diana, y a hacerla visible en las Américas. Claro, también ayudó ser la esposa de Eduardo Cabra, el Visitante de Calle 13, aunque a la habanera le sobra el talento, la capacidad de trabajo y el deseo de encararlo.
De hecho, ya trabaja en su próximo disco, que también producirá Cabra, aunque aspira a ser menos electrónico. Quizás lo más claro que tenga sea lo formal: quiere un disco más acústico, que suene real, con canciones que cuenten historias. Y ahí es donde todavía no define el torbellino de ideas que tiene. Quiere alzar su voz contra la violencia de género, y seguirá cantándole al amor, “al final, lo que nos salva”, dice.
Por lo pronto, tiene muchas ideas aún en pañales, así que se concentrará en una serie de conciertos que realizará por varias ciudades cubanas. De Oriente a Occidente se llamará esta gira, que comenzará el próximo 28 de febrero en Cárdenas, aledaña al balneario de Varadero, y culminará su primera fase el 13 de marzo en La Habana. Esta aventura la llevará a ciudades como Santa Clara, Trinidad, Cienfuegos y Pinar del Río, para cumplir un viejo anhelo: trascender la escena habanera.
En sus conciertos regalará flashazos de sus éxitos anteriores, que interpretará en una onda más íntima, a golpe de guitarra. Durante el periplo ofrecerá además charlas en diversas escuelas de arte, para retribuir de cierta manera todo lo que le aportó el sistema cubano de enseñanza artística a su consagración profesional.
Aún así, se autodefinió como una "adolescente con más años", si bien ese aire juvenil se difumina en su actual faceta de bolerista: cuando se lo propone, es toda una femme fatale, una cantante de estirpe… ¿una Lupe en potencia? Quién sabe…