ViHumos, una experiencia cubana de resiliencia y fe

En pleno corazón de La Habana, entre hojas de tabaco, notas de ron y música en vivo, nació Vihumos, un proyecto que va mucho más allá de la venta de souvenirs. Concebido durante la pandemia por Vivian Acosta Meléndez, creadora y directora de Vihumos, este espacio se ha convertido en un escenario donde la cultura cubana se celebra y se defiende a través de la resiliencia, la creatividad y el empoderamiento femenino. Aquí, cada cartera confeccionada con cajas recicladas de puros y cada experiencia de maridaje cuentan la historia de una Cuba auténtica que se reinventa y se abre al mundo.
¿Cómo nació la idea del proyecto Vihumos en La Habana y qué la motivó a iniciarlo?
El proyecto surgió durante la pandemia, cuando la ciudad colapsó, el mundo colapsó… Yo soy directora de la Casa del Habano del Meliá Cohiba y llevo 26 años trabajando allí. Mi vida siempre ha estado ligada al Habano. Encerrada en casa, lo único que se me ocurrió fue elaborar y diseñar carteras hechas con cajas de puros recicladas, a las que añadí elementos como pieles y otros detalles.
Al abrir nuevamente la ciudad, Vihumos dejó de ser solo un lugar donde las personas compran un souvenir; se convirtió en un espacio para vivir experiencias. Mis clientes de siempre, ya fuera porque me conocían del mundo del Habano o del Cohiba, venían aquí. Y así empezamos a trabajar también con agencias de viajes y grupos grandes, explicando, enseñando y enamorando al visitante con el tabaco cubano, su maridaje con el ron y, en general, con la cultura de nuestro país.
La mayoría de los visitantes no son fumadores, pero siempre digo: venir a Cuba y no hacerse al menos una foto con un habano es como ir a París y no tomarse una foto con la Torre Eiffel. Al final, casi todos se dejan seducir. Les mostramos cómo se compone el tabaco, cómo se hace un puro y lo acompañamos de música en vivo, dominó, maridajes… Es una experiencia completa.
¿Podríamos decir que Vihumos es un templo de la cultura cubana?
Defendemos la cultura cubana, pero lo más importante es que aquí trabajamos solo mujeres. El proyecto busca empoderar a la mujer en un mundo lleno de prejuicios y tabúes, donde muchas veces se asocia el tabaco únicamente a los hombres.
Transmitimos la cultura del habano con sencillez y elegancia. De ahí la exposición que estamos presentando hoy, protagonizada por jóvenes universitarias con los mismos problemas que cualquier muchacha, pero con la fuerza de transmitir una tradición. Además, el tabaco tiene componentes que estimulan la serotonina en el cerebro; por eso muchos sienten que fumar un puro los relaja o los prepara para un buen negocio.
Yo siempre digo que, dentro de los vicios, este es de los más saludables.
¿Qué importancia le atribuye al tabaco y al ron como símbolos de la identidad cubana y al mismo tiempo del empoderamiento femenino?
El tabaco es la cúspide del glamour en Cuba, no en el plano social, sino en el de la tierra. Es el mejor producto que tiene la isla. El ron le acompaña de cerca. Hacer un maridaje entre ambos es una experiencia única, recomendable para todo el que pueda vivirla.
Un puro cubano se puede maridar con ron, champán, vino, coñac o bourbon, según el gusto personal. Pero lo esencial es que el tabaco une a personas de distintas geografías, religiones, clases sociales y pensamientos políticos en torno a una sola conversación: el habano.
Y cuando es una mujer la que conduce la experiencia, los visitantes se sienten más cómodos, más en confianza. Aquí, además, cultivamos la resiliencia. No nos quedamos en la queja, sino que hacemos lo mejor posible con lo que tenemos.
¿Cómo acoge Vihumos al público internacional? ¿Es un proyecto independiente o vinculado al turismo?
Es un proyecto privado. Yo soy cuentapropista, aunque también dirijo una Casa del Habano hace muchos años y me conocen en el mundo del tabaco. He estado en casas del habano de Europa y Estados Unidos, y lo que me gusta es que quienes nos visitan lleguen a la raíz: aquí, con dificultades y carencias, seguimos teniendo el mejor tabaco del mundo, sin dudas.
Este proyecto también busca romper tabúes: que no solo los hombres fumen, se reúnan y disfruten del habano. Las mujeres también podemos hacerlo, disfrutarlo y transmitirlo.
¿Podría decirse que Vihumos es pionero en visibilizar a la mujer en el mundo del tabaco?
Sí, literalmente. Hoy, por ejemplo, nos acompaña la señora Zoe, muy reconocida en este ámbito, con quien comparto otro proyecto llamado Amigas del Habano. Todo esto, aunque surgió de manera privada, ha motivado a muchas mujeres de diferentes mundos: universitarias, amas de casa, jóvenes, esposas… Todas se han sumado.
Es bonito ver cómo algo nacido de nosotras se expande y se conoce en el mundo.
¿Qué expectativas tiene Vihumos para el futuro?
Me gustaría llevarlo a otros lugares del mundo, siempre manteniendo la tradición cubana: el ron, el tabaco, nuestra cultura. No descarto abrir espacios similares fuera del país, siempre de forma independiente.
Además, organizamos eventos llamados Vihumos Sunset, donde buscamos desconectar de la tecnología y reconectar con la naturaleza, el arte y la experiencia sensorial del tabaco y el ron. Hay gran interés en replicar este concepto en otros países.
Otro pilar importante es el trabajo con las carteras hechas de cajas de puros recicladas. Es un proyecto ecológico que responde a la tendencia global de cuidar el medio ambiente. A la vez, cada pieza es única y auténtica: algo que los visitantes valoran más que llevarse una gran marca internacional.
Si tuviera que resumir el proyecto Vihumos en una palabra o una frase, ¿cuál sería?
Diría que es una experiencia cubana de resiliencia y fe. Resume el trabajo, el esfuerzo, las dificultades, pero también la esperanza. Nunca rendirse, siempre avanzar. Y como mujeres, tenemos esa capacidad innata de seguir adelante.