Islazul crece con cada edición de Varadero Gourmet

En el marco de la 15 edición de Varadero Gourmet, conversamos con Anisley Milián Laguardia, directora de la Sucursal Islazul Varadero. Desde hace años, este grupo hotelero asumió no solo la responsabilidad del alojamiento y la logística, sino también el compromiso de superarse en cada entrega.
En esta entrevista, Milián Laguardia comparte las proyecciones, retos y aprendizajes que deja para Islazul y su equipo el hecho de ser anfitriones de un evento que trasciende fronteras y enriquece la cultura gastronómica cubana.
—Varadero ha sido durante varios años sede de este gran festival. ¿Qué perspectivas y proyecciones tiene Islazul Varadero cada vez que se aproxima la antesala de un nuevo Varadero Gourmet?
—Para nosotros, ser anfitriones de un evento nacional con alcance internacional, y que además celebra ya su 15 edición, es un enorme privilegio. Cada edición nos exige perfeccionarnos, aprender y crecer. Ningún evento se parece a otro, y esa diversidad nos obliga a prepararnos constantemente.
Más allá del orgullo, lo asumimos con humildad, con la responsabilidad de descubrir y dar espacio a talentos que aún no han tenido la oportunidad de mostrarse. Ser anfitriones nos motiva a mejorar, a exigirnos más, a revisar nuestro trabajo y también a valorar el esfuerzo de nuestros propios trabajadores, que muchas veces pasan desapercibidos, pero que con sacrificio y dedicación hacen posible que todo funcione.
—¿Qué significa para Islazul acoger este festival en términos de estrategia y cooperación?
—Nos fortalece mucho. La cercanía con empresas y proveedores nos permite interactuar, sensibilizarnos y establecer alianzas que luego trascienden el evento. No se trata solo de acoger, sino de asumir el aseguramiento logístico, la hospitalidad, el alojamiento, la electricidad, cada detalle. Eso conlleva un gran esfuerzo, noches sin dormir, planificación rigurosa y un compromiso absoluto del equipo.
—Cada año aumenta la participación de proveedores y empresas. ¿Cómo asumen ese reto?
—Cada edición demanda más. Si en años anteriores tuvimos diez proveedores, este año fueron veinte. Eso nos obliga a diversificarnos, a adaptarnos y a responder a necesidades muy diferentes. Islazul Varadero se crece en cada oportunidad, siempre con el apoyo de nuestra casa matriz y gracias a un trabajo de preparación que comienza desde inicios del año, con talleres regionales y nacionales, que también hemos tenido el honor de acoger.
—Se ha hablado de organización y planificación como elementos claves. ¿Qué importancia les atribuye?
—Son vitales. No podemos esperar al último momento para tomar decisiones. Tenemos implementado un sistema de trabajo donde intervienen de manera constante la dirección territorial, el Mintur y el Partido. Eso nos da seguridad y claridad en lo que hay que hacer, incluso en circunstancias adversas.
—Más allá de lo organizativo, ¿qué enseñanza deja a su equipo ser anfitriones de Varadero Gourmet?
—Que todo debe hacerse con amor, disciplina y preparación constante. Este festival no termina en los salones ni en las competencias: lo que aquí se muestra debe llegar también a la mesa del cliente. La superación en el turismo es continua, siempre hay que estudiar, leer, capacitarse y estar listos para los retos.
—¿Un mensaje final?
—Agradecer a todos los que forman parte de este esfuerzo: proveedores, clientes, aseguradores, y sobre todo a los trabajadores que con sacrificio y entrega hacen posible que Varadero Gourmet sea cada año mejor. Estoy muy orgullosa de lo que hemos logrado y convencida de que aún nos queda mucho por crecer.