Un legado familiar de café y turismo en Cuba

Redacción Exce…
26 June 2024 3:35pm
Un legado familiar de café y turismo en Cuba

Ramón Aguilar, un emprendedor cubano, relata con orgullo la historia de su empresa familiar, fundada en 2022, que forma parte de las primeras 35 empresas privadas creadas en el país. Sin embargo, la verdadera historia de su negocio se remonta a varias generaciones atrás, en una tradición profundamente arraigada en el mundo del café.

Aguilar proviene de una larga línea de caficultores, según conoció Excelencias en el marco de la 19na. Feria Internacional ExpoCaribe 2024. "Este pilón tiene más de 250 años," comenta, "perteneció a mi bisabuelo, a mi abuelo y a mi papá." En su familia, el acto de tostar, moler y preparar café es una tradición que se mantiene viva con dedicación y amor. En la casa de campo, todos sabían que a las tres de la tarde se colaba café, un momento de reunión familiar y social que se prolongaba por cerca de una hora. Este ritual no solo consistía en tomar café, sino en crear un espacio de conversación y conexión familiar, sin importar las dificultades.

La calidad del café en Cuba es comparable a la importancia del té en otras culturas. "En Cuba, la hospitalidad empieza con una taza de café," asegura Aguilar. Esta costumbre de ofrecer café a los visitantes es un reflejo de la calidez y la hospitalidad del pueblo cubano.

En 2014, Ramón y su familia vieron una oportunidad de expandir su negocio al turismo. Desde entonces trabajan con agencias de viajes como Havanatur, Cubatur y Paradiso, especializándose en turismo cultural. Su enfoque inicial fue abrir un restaurante en Santiago de Cuba, pero en lugar de competir con los restaurantes gourmet, decidieron centrarse en la cocina casera, la comida de la abuela, un éxito rotundo que resonó tanto con locales como con turistas.

La pandemia de COVID-19 supuso un desafío significativo para su negocio, pero lograron adaptarse y seguir adelante. "Dimos un salto en el mercado turístico enorme", explica Aguilar, manteniendo relaciones estrechas con el Ministerio de Turismo y las delegaciones del MINTUR en todo el país. Con la reapertura del turismo, aunque de manera modesta, continuaron ofreciendo servicios de alta calidad.

Actualmente, el restaurante familiar, atendido por Aguilar, su esposa y sus dos hijas, se dedica exclusivamente al turismo internacional. "Nos consagramos a ofrecer un servicio turístico de alta calidad", comenta. A pesar de las dificultades económicas y los desafíos del mercado interno, han mantenido operaciones con turoperadores como Caribe Sur y Cubatur, y han establecido relaciones sólidas con otras agencias de viajes en La Habana.

Ramón Aguilar subraya la importancia de la bancarización en su negocio, lo que les permitió adaptarse sin problemas a las nuevas normativas financieras en Cuba. Su restaurante, conocido como "Compay Ramón," se ha convertido en un emblema del compromiso familiar y la pasión por la hospitalidad y el turismo. Este compromiso se refleja en su participación en ferias de turismo y en la atención a grupos de turistas en eventos como Turnat, organizado por el Ecotur en el Oriente Sur del país.

La historia de Ramón Aguilar es más que un relato de éxito empresarial; es un testimonio de la resiliencia y dedicación de una familia cubana que ha sabido transformar su amor por el café y la hospitalidad en un negocio próspero que contribuye al desarrollo del turismo en Cuba. "El turismo en el país tiene que recuperarse," afirma Aguilar, y su familia está decidida a ser parte fundamental de esa recuperación, llevando consigo el legado de generaciones y la esperanza de un futuro mejor para el sector privado en Cuba.

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