Devuelta y el camino de la sostenibilidad

Redacción Exce…
16 September 2024 6:19am
Devuelta y el camino de la sostenibilidad

Devuelta es un estudio-taller de suprareciclaje con envases de vidrio. No solo vende productos, sino que tiene como objetivo que las personas adquieran un valor: el de la importancia de reutilizar, para una sociedad cada vez más consumista, y por su impacto medioambiental. Excelencias conversó con su líder, Anibex Abreu Rosales, quien presentó las bondades de sus creaciones en un intercambio en torno a la sostenibilidad convocado por Havana Club en el marco del 14to. Festival Internacional Varadero Gourmet, que tuvo por sede al Centro de Convenciones Plaza América, en esta ciudad balneario.

—Cuéntenos sobre su proyecto, sobre qué le motivó para empezar este emprendimiento, qué proyecciones al futuro tiene y cómo llegó a Havana Club, o sea, si hay alguna posibilidad de alianza porque, al igual que ellos, como empresa, están trabajando en el tema de la sostenibilidad, quizás puede haber una alianza, una colaboración en un futuro.

—El proyecto surgió cuando la pandemia de la Covid-2019. Siempre he sentido una vocación por la sostenibilidad y colaborar con el tema de la preservación del medio ambiente, cómo yo pudiera ayudar a esa causa, en tanto siempre he sentido pasión por el vidrio, que es un material sensible y fácil de conseguir.

“Todo eso me facilitó el hecho de escoger este material para trabajar, y de ahí a que me haya propuesto lograr un producto de excelencia, acabados realmente dignos. Estudio muchísimo y trabajo aún más para lograr esto.

“Otro de mis perfiles son los talleres que imparto todos los meses para sumar más personas a promover el cambio que necesita el planeta, en pos de que cada vez sean más las personas que se sumen a este empeño de reutilizar.

“Esa es una de las aristas de mi trabajo. Tengo ya una gama de 40 a 45 productos diferentes que muchos surgen a partir de las mismas propuestas de las personas que se acercan a mí, lo cual es muy interesante.

“Yo no trabajo a modo fábrica, ni en serie, sino que lo hago de manera personalizada a modo atelier, y le llego así al alma de las personas porque trabajo en función de la necesidad, del gusto, de la preferencia de cada persona.

“Asimismo, trabajo también con instituciones, en este caso con Havana Club, lo cual es un privilegio. Me vieron una vez y me captaron, y ahí estamos trabajando y colaborando juntos con ideales similares.

“Havana Club es una entidad que admiro, tanto por la calidad de sus productos como por todo lo que proyectan a futuro. En cuanto a sostenibilidad y responsabilidad social. Seguiremos colaborando y es un camino que se abre nuevo para mí, y ya empezamos evaluando los productos que a ellos les pueda hacer falta en sus eventos y actividades".

—¿Cómo obtienen la materia prima?

—Hay emprendimientos que me donan la materia prima totalmente, y es increíble que hay muchos clientes que después no botan más botellas y nos las donan. Estoy generando con mi trabajo un cambio de conciencia en las personas, mis vecinos, los niños, los adultos; mi jardín amanece casi todos los días con botellas.

“A futuro, pensamos hacer colaboraciones para realizar cortes en vivo, una experiencia donde involucras y sensibilizas a las personas, así como evolucionar quizá hacia un proyecto de desarrollo social.

“De hecho, colaboro con dos emprendimientos importantes que me donan materiales pues apuestan fuerte al tratamiento de los residuales en Cuba.

“Estamos trabajando para llevar la máquina a los muchachos a fin de demostrar, incluso a los padres, que trabajar con el vidrio no es nada peligroso. Es cierto que debes tener ciertos cuidados y requiere formarse, pero puede ser parte de una formación extracurricular para los muchachos.

“En cuanto a las máquinas, yo las diseño con las normas que debe tener una máquina de pulido al agua, o sea, con esos principios, porque el vidrio se tiene que trabajar con agua para disipar el polvo, para proteger las herramientas; la arena de sílice, que es uno de los componentes presentes en envases de vidrio, es altamente tóxico, y hay que trabajarlo con protección y el agua también ayuda a disipar un poco ese efecto. Trabajo mis máquinas, una horizontal y una vertical y reutilizo el agua, hasta 15 días si puedo, en dependencia de la intensidad del trabajo.

“Siempre tengo mucho trabajo, no doy abasto, trabajo sola, siempre es un proyecto de pasión y de amor con mis máquinas profesionales que me ayudan mucho.

“Todos mis talleres son presenciales, pero tienen un costo por participante porque son muy costosas las herramientas. Hay que lograr que de alguna manera el proyecto sea sustentable; yo pongo mis máquinas y mi conocimiento a disposición de personas que no saben trabajar y eso tiene un costo”.

Asimismo, Abreu Rosales está en proceso de insertar su emprendimiento en las escuelas para llegar a los más jóvenes y enseñarles este arte.

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