Los ríos de Cuba, un atractivo turístico en auge
Los viajeros que visitan Cuba cada vez se interesan más por conocer los ríos de la isla, que ofrecen paisajes hermosos y oportunidades para la aventura. Así lo revelan informes de la Academia de Ciencias de Cuba, que destacan la diversidad y el encanto de los cursos fluviales cubanos.
A pesar de que Cuba no cuenta con ríos muy largos, caudalosos o con grandes saltos de agua, sus ríos tienen una belleza singular y una riqueza ecológica. Muchos de ellos tienen tramos subterráneos debido a la abundancia de roca caliza, lo que les confiere una irregularidad especial.
Los ríos cubanos se dividen en dos vertientes: la norte y la sur. El río más extenso y con mayor superficie de cuenca es el Cauto, que atraviesa cuatro provincias del oriente del país. El más caudaloso es el Toa, que también se ubica en esa región. Otros ríos importantes son el Hatiguanico, el Hanabanilla y el Almendares.
Los ríos son corrientes de agua que se originan por la lluvia, el deshielo o las fuentes subterráneas. Los ríos principales desembocan en el mar o en un lago, mientras que los afluentes son ríos que se unen a otro río.
Cuba tiene 633 ríos que llegan al mar, ya sea por la superficie o por debajo de ella. De ellos, 272 drenan hacia el Golfo de México y el Atlántico Norte, y 361 hacia el Mar Caribe. El resto del territorio no tiene un drenaje fluvial definido, sino que está formado por zonas carsificadas, ciénagas y manglares.
Los ríos de Cuba son una opción turística que combina el disfrute de la naturaleza, la navegación y la aventura. Muchos de ellos se utilizan para realizar paseos en botes y lanchas, y permiten apreciar la flora y la fauna de la isla. Los turistas que los visitan quedan maravillados con sus paisajes y su historia.
