El Hondón: Un valle de maravillas en el corazón de la Sierra de Las Casas
En el corazón de la Sierra de Las Casas, en Isla de la Juventud, se esconde un tesoro natural que desafía las alturas: El Hondón. Este impresionante valle intramontano, con más de 50 metros de profundidad en comparación con las elevaciones que lo rodean, se erige como un espectáculo geológico y ecológico que atrae a curiosos y amantes de la naturaleza.
El camino hacia El Hondón serpentea a través de un abra, un paso natural que divide la parte más oriental de la sierra. Durante el recorrido, las cascadas de roca de mármol, talladas pacientemente por las lluvias torrenciales y los huracanes, ofrecen un paisaje pétreo de singular belleza, contrastando con la exuberante vegetación que lo rodea.
Con una extensión de aproximadamente ocho hectáreas, el valle está enmarcado por elevaciones que superan los cien metros de altura. Entre su variada flora, sobresale un grupo de jóvenes palmas reales, acompañadas por una majestuosa guácima centenaria que se alza más de diez metros hacia el cielo.
A medida que se desciende hacia el valle, la humedad relativa aumenta notablemente, creando un ambiente fresco y revitalizante. Este cambio se hace evidente en la proliferación de helechos y orquídeas silvestres, típicas de los ecosistemas más húmedos y densos.
El agua de lluvia que baja por las laderas converge en el fondo del valle. En épocas de huracanes y temporales, El Hondón puede inundarse, pero un profundo sumidero, una caverna de 3.0 metros de ancho y 70 de largo, actúa como desagüe natural, permitiendo que el agua alimente los acuíferos subterráneos de la región.
Sin duda, El Hondón es un patrimonio natural invaluable para Isla de la Juventud, un destino que merece ser explorado por quienes buscan aventura, tranquilidad y conexión con la naturaleza. Su biodiversidad y paisajes únicos lo convierten en un enclave imperdible para el turismo ecológico, invitando a todos a descubrir la magia oculta entre sus montañas.
Foto: Agencia Cubana de Noticias
