Cojímar: Donde Hemingway y el mar se funden en un rincón bohemio de Cuba

Redacción Exce…
07 February 2025 4:25pm
Terraza de Cojímar

En el pintoresco poblado de Cojímar, a solo siete kilómetros del corazón de La Habana, se erige un lugar que ha trascendido el tiempo y las fronteras gracias a la pluma del escritor estadounidense Ernest Hemingway. La Terraza de Cojímar, un bar-restaurante que hoy atrae a miles de turistas, especialmente europeos, es mucho más que un sitio para disfrutar de una paella o un trago exótico. Es un pedazo de historia viva, un rincón donde la bohemia y la aventura se entrelazan con la memoria de uno de los literatos más célebres del siglo XX.

Inaugurado el 20 de mayo de 1925, este lugar comenzó como una humilde taberna llamada Las Arecas, propiedad de Manuel García, en la Calzada Real de la Reina Isabel II, la calle más antigua de Cojímar. Con el tiempo, el sitio evolucionó hasta convertirse en una modesta fonda y, finalmente, en 1940, adoptó el nombre que hoy lo distingue: La Terraza de Cojímar, bajo la dirección de Salvador Blanco. Pero fue Hemingway quien le otorgó un aura de leyenda. El autor de El Viejo y el Mar, obra que le valió el Premio Nobel de Literatura en 1954, encontró en este lugar un refugio para compartir con sus amigos pescadores, quienes inspiraron algunos de sus personajes más memorables.

Hemingway llegó por primera vez a La Terraza de la mano de Gregorio Fuentes, patrón de su yate Pilar y uno de sus más cercanos compañeros en la isla. Desde entonces, el escritor se convirtió en un visitante habitual, disfrutando de la camaradería y las historias que se tejían en torno a la barra. Fue allí donde conoció al pescador Anselmo Hernández, quien le sirvió de inspiración para su icónica novela. Hoy, el yate Pilar descansa en el museo Finca Vigía, en San Francisco de Paula, pero el espíritu de Hemingway sigue vivo en cada rincón de La Terraza.

El restaurante, que cuenta con 80 plazas, y el bar, con 15, son un homenaje a la tradición pesquera y la cultura cubana. Entre sus platos destacados se encuentran la paella y el filete de pescado, mientras que su trago insignia, el Don Gregorio, rinde tributo a Gregorio Fuentes. Esta bebida, creada por los cantineros Daniel Cárdenas, Iván Murgado y Eider Guilarte, combina limón, azúcar, marrasquino, curazao azul y ron, evocando el azul del mar que tanto fascinó a Hemingway. Gregorio Fuentes, quien vivió más de un siglo, fue un personaje querido en Cojímar, y sus anécdotas siguen siendo parte del alma del lugar.

Cada año, el aniversario de La Terraza reúne a turoperadores, agentes de viajes y periodistas especializados, quienes celebran no solo la historia del establecimiento, sino también las figuras y momentos que lo han convertido en un ícono cultural. Cojímar, un poblado de pescadores con más de 20 mil habitantes, conserva su encanto rústico con un muelle, un fuerte antiguo y una glorieta que alberga un busto de Hemingway, construido con piezas de marinería donadas por sus amigos pescadores.

La Terraza de Cojímar no es solo un restaurante; es un viaje en el tiempo, un lugar donde el pasado y el presente se funden en un ambiente lleno de historias, sabores y colores. Para los amantes de Hemingway y para quienes buscan descubrir la auténtica Cuba, este rincón bohemio sigue siendo un destino imperdible, un lugar que jamás conoce la temporada baja.

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