El Ballet Nacional de Cuba deslumbra en China
El Ballet Nacional de Cuba (BNC) cerró con éxito sus presentaciones en China, consolidándose como uno de los máximos exponentes de la danza clásica en el escenario internacional. La célebre compañía clausuró su participación en el prestigioso 23 Festival Internacional de las Artes de Shanghái con una interpretación de El lago de los cisnes, encabezada por su directora general y primera bailarina, Viengsay Valdés, quien asumió con maestría los roles de Odette y Odile.
En declaraciones a Prensa Latina, Valdés calificó de "especiales" las actuaciones realizadas tras varios años de ausencia en el país asiático. “Desde 2018 no habíamos estado en China. Esta es la primera vez que vengo como directora de la compañía y regresar fue muy importante, no solo para reafirmar nuestra presencia en la danza internacional, sino también para conectarnos con un público que mostró gran avidez por volver a vernos”, expresó emocionada.
Las presentaciones del BNC se enmarcaron en un evento que reunió a grandes nombres de la danza, entre ellos el Ballet Bolshói de Rusia. Para Valdés, compartir escenario con compañías de semejante prestigio fue una experiencia enriquecedora y un desafío que motiva el crecimiento profesional de los jóvenes integrantes del elenco. “Nos exigimos mucho y eso impulsa a nuestros bailarines a crecer y ganar experiencia”, destacó.
El cierre de la gira en Shanghái y Beijing fue especialmente significativo, con la interpretación de la versión de El lago de los cisnes creada por la icónica Alicia Alonso sobre la original de Petipa e Ivánov. En Beijing, las funciones cautivaron a un público diverso que abarrotó el Centro de Artes, dejando una fuerte impresión.
Nang Rue, espectadora en Beijing, resaltó la calidad artística del espectáculo y su capacidad para conmover. “El tiempo libre del pueblo chino está lleno de actividades enriquecedoras, y muchas personas tienen un alto conocimiento del arte. Esta actuación fue realmente emocionante y alcanzó un nivel muy alto”, comentó. La joven también expresó interés en visitar Cuba y valoró cómo el ballet contribuye a fortalecer los lazos culturales entre ambas naciones.
El impacto de esta gira va más allá de los aplausos; para el BNC, presentarse en escenarios de gran relevancia internacional no solo reafirma su prestigio, sino que le permite conectarse con sensibilidades culturales diferentes. “Estamos felices de poder llevar nuestra danza a nuevas latitudes y de compartir con públicos que valoran profundamente el arte”, comentó Valdés, subrayando el compromiso de la compañía con la excelencia artística.
Tras su paso por China, el Ballet Nacional de Cuba continuará su recorrido por Asia con presentaciones en Vietnam y Laos. En la Ópera de Ho Guom, en Hanoi, los cubanos compartirán escenario con cuatro bailarines vietnamitas en un programa que incluirá selecciones de piezas emblemáticas como Cascanueces, Don Quijote y Carmen, además de obras icónicas como Aguas primaverales y Majísimo.
Esta gira asiática representa una oportunidad crucial para el Ballet Nacional de Cuba de proyectar su legado artístico y tender puentes culturales, demostrando una vez más que la danza clásica es un lenguaje universal que trasciende fronteras.
