Repensando el turismo internacional en Cuba (Parte II)
Nuevos productos turísticos para nuevos mercados emergentes
En el largo plazo, la Organización Mundial del Turismo prevé que para el año 2030 la cifra de llegadas de turistas internacionales en todo el mundo superará los 1.800 millones de personas. Un volumen que se explica gracias a la incorporación de viajeros procedentes de la región de Asia: China e India; y otros países emergentes como Rusia.
La región asiática cuenta con más de 4 mil millones de personas, lo que representa aproximadamente el 60% de la población mundial y cuenta con los países más poblados del mundo, como India y China. Pero no se trata simplemente del potencial demográfico de la región o que Asia se haya convertido en el principal motor del crecimiento mundial, sino que la región ha experimentado uno de los más rápidos y elevados aumentos del número de ciudadanos de clase media y alta en la historia de la humanidad.
Este fenómeno explica el significativo incremento de la participación de Asia como región emisora de turistas internacionales; en que China es la auténtica superpotencia en lo que se refiere a emisión de turistas internacionales. El crecimiento del mercado turístico ha sido exponencial y representa sin duda el gran fenómeno del turismo global de este siglo.
Mediante la formulación de una política oficial más agresiva, el gobierno chino ha priorizado las inversiones en el extranjero por parte de las compañías chinas como cuestión clave para lograr una exitosa inserción del país en la economía internacional. A esto se adiciona la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda en la promoción de la facilitación del comercio y la inversión, así como en la mejora del entorno económico.
En estos últimos años, las grandes empresas de China están posicionándose en los mercados internacionales, en los que Cuba muestra que los intercambios comerciales registran crecientes y positivos índices al tiempo de ejecutar importantes proyectos industriales, energéticos y de infraestructuras con la cooperación de grandes compañías chinas. Sin embargo, una de las debilidades presentes en las relaciones económicas entre los dos países está asociada a la poca llegada de inversores chinos al sector del turismo de la Isla, que faciliten una mayor presencia de las cadenas hoteleras asiáticas. En este sentido resulta relevante que el sector hotelero chino, que comenzó su crecimiento hace apenas dos décadas; cuenta actualmente con 35 cadenas hoteleras que operan 2.868.700 habitaciones en 27.500 hoteles presentes en más de noventa países del mundo.
Para los turistas chinos, Cuba es su principal destino de vacaciones en el Caribe mostrando una tasa promedio anual de crecimiento del 23% a partir del año 2010. Sus potencialidades para la mayor de Las Antillas se justifican en el hecho de que China dio un paso importante hacia la parte media de la distribución de la riqueza mundial, y ahora se incorporan al segmento de la clase media más de 400 millones de adultos chinos con 50 mil dólares o más en activos netos.
Para el presente año 2020, se espera que China contribuya a la clase media global, con 600 millones de adultos; presentando un potencial muy significativo en el mercado de viajes y turismo. Además, según informes especializados, en los próximos años China registrará uno de los mayores incrementos en el segmento Ultra-HNWI, familias con más de 50 millones de dólares en activos netos, convirtiéndose en el segundo país más grande en personas con altos ingresos, después de Estados Unidos.
Resulta clave para aumentar la oportunidad de negocio en estos mercados, no sólo estar presente en sus plataformas de viaje online, sino mantener el seguimiento del posicionamiento en sus redes sociales (Renren, QQ, Weibo, Mixi, Line, Gree, Mobage), que son poco conocidas en Cuba y el Caribe.
Otro mercado asiático que irrumpe paulatinamente en el turismo internacional es India. Este país enfrentó en los últimos cinco años reformas fiscales que ralentizaron el ritmo de crecimiento de la economía. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional revelan que la economía india ha observado un repunte tras crecer un 7,2% a partir del último trimestre del 2017. Por lo tanto, la India reporta una economía con alto crecimiento, al igual que China. Los resultados en 2018 y 2019 también indican una tónica de desarrollo económico, para alcanzar al cierre de 2019 un 7,8% de crecimiento.
A medio plazo, con una media de 29 años de edad, la India se convertirá en el país con más jóvenes del mundo en el año 2020, y superará a China en mayor población del mundo con 1.400 millones de personas en 2022, según la Organización de las Naciones Unidas. Esta evolución de la población indica que la India tendrá la ventaja de tener una mayor población activa, con más del 50% de sus habitantes.
Según la Organización Mundial del Turismo, la India representa uno de los mayores mercados potenciales del turismo internacional; contando con 300 a 400 millones de personas pertenecientes a la creciente clase media. Mientras que el segmento de la población que se sitúa en los más altos niveles de renta es de 62 millones de personas y se va haciendo cada vez más numeroso. La European Travel Commission (ETC) considera que las salidas internacionales alcancen 32 millones en 2020, creciendo un promedio del 10% anual hasta 2025.
El gobierno indio otorga una importancia estratégica a la creciente inversión extranjera directa en medio de la renovación de su estructura de gobernanza que tiene como objetivo convertir a la India en la “fábrica del mundo” a través de la iniciativa “Make In India”.
Actualmente, este país asiático cuenta con cinco compañías hoteleras que operan 555.515 habitaciones en 17.731 instalaciones. En Cuba está presente la cadena hotelera india MGM Muthu Hotels con 1.248 habitaciones en tres hoteles de playa bajo contrato de administración y comercialización.
La irrupción de Rusia en el escenario turístico
Este país euroasiático se presenta como un mercado con un alto potencial económico y turístico. El aumento del poder adquisitivo de la población es el factor determinante en el incremento del número de rusos que salen al extranjero. La eliminación de trabas administrativas también ha jugado un papel fundamental en el aumento del flujo turístico internacional.
El crecimiento rápido de la clase media se debe al empeño del desarrollo estable del país para el futuro; propiciando un crecimiento acelerado de los viajes turísticos de larga distancia. Según reportes sobre la riqueza mundial, Rusia cuenta con unas 600 familias cuyos activos financieros supera los 100 millones de dólares. Las proyecciones del FMI sobre la economía rusa hacen pensar que en los próximos años este país será uno de los países emergentes con mayor crecimiento, propiciando un mayor incremento del ingreso en muchos segmentos poblacionales. Los flujos de viajeros al exterior han crecido continuamente en los últimos 10 años con tasas anuales que oscilan entre el 10% y el 20%. La clase media y la clase alta componen la población que tiene medios suficientes para realizar viajes al extranjero.
En estos últimos tiempos, las sanciones económicas, políticas y financieras contra Rusia dañan gravemente al turismo, disminuyendo el flujo turístico hacia los países de la Unión Europea y América del Norte; lo que a su vez hará que el turista ruso cambie sus preferencias geográficas de viajes y elija otros países fuera de estas regiones, como ya lo está haciendo.
Para Cuba, Rusia representa una oportunidad como socio estratégico para el desarrollo de proyectos destinados a la infraestructura de apoyo al sector del turismo; así también en la consecución de la estrategia comercial destinada a la captación de los segmentos medio y alto con ofertas en las modalidades de turismo cultural e histórico, MICE, de naturaleza y de balneario. Entre el 2015 y 2019, la tasa de crecimiento promedio anual del mercado ruso para Cuba fue de 42%, siendo el de mayor tasa de crecimiento promedio. En 2019, visitaron la isla 177 mil 977 turistas rusos, ocupando la cuarta posición entre los principales mercados turísticos para Cuba. La tendencia de estos flujos turísticos en el 2020, pudieran alcanzar 250 mil turistas rusos a los destinos urbanos y de playas con que cuenta Cuba.
A manera de reflexiones
La constante revitalización de los productos y las ofertas es lo que garantiza el sostén y crecimiento de los estándares para un mercado cada vez más heterogéneo, exigente y segmentado; en que la cultura se entremezcla con el medioambiente natural, el patrimonio, la historia; y el respeto por la diversidad y las diferencias con una voluntad inclusiva.
La oportunidad de ser cada vez más eficiente y lograr desarrollos considerables en relación al crecimiento del turismo en Cuba está en los deseos de los sectores público y privado. En este empeño, producir no se limita a la ejecución correcta de tareas mecánicas, sino que es también dar nacimiento a nuevas ideas que serán el combustible de las innovaciones.
Un desarrollo turístico sostenible implica pasar de un desarrollo pensado solo en términos cuantitativos ?basado en el crecimiento de visitantes? a uno de tipo cualitativo, donde se establecen estrechas vinculaciones entre los ámbitos económicos, sociales y ambientales, en un renovado marco institucional democrático y participativo, capaz de aprovechar las oportunidades que supone avanzar simultáneamente en estos tres ámbitos, sin que el avance de uno signifique ir en desmedro de otro.
Confiar solo en el atractivo natural, como las playas o los verdes campos, o la cultura vista como manifestaciones artísticas; puede llevar a inmovilidad o exceso de confianza, recreando “un más de lo mismo”.
Esto no representa en ningún momento, abandonar al hoy predominante turismo de sol y playa, que también forma parte de la identidad y la cultura del turismo cubano y caribeño; y que satisface a un mercado nada despreciable, que concibe las vacaciones junto al sol, las arenas y el mar; en un destino seguro, diverso y hospitalario.