Reconoce Pladur Gypsum potencialidades del sector turístico cubano
Entrevista a David Linares, Gerente de Exportación de la compañía española
Cuando hace más de tres décadas Pladur Gypsum irrumpió en el mercado cubano, comenzó un proceso de colaboración en ascenso, que hoy muestra nuevas potencialidades y rutas de intercambio cada vez más sólidas. La compañía española, líder en la fabricación de sistemas constructivos compuestos por placas de yeso laminado, ha expandido su presencia en la Isla e incluso apuesta por diversificar sus relaciones con empresas nacionales.
Los talleres de capacitación impartidos entre el 6 y el 8 de junio en el hotel Panorama, no han hecho más que confirmar esos pasos de avance. Pladur Gypsum cuenta con un Centro de Formación que promueve este tipo de encuentros y cuyo impacto trasciende las fronteras del país ibérico. Es esta la primera vez que emprenden una experiencia así en el contexto cubano, con lo cual dan nuevas muestras de su interés por ampliar los nexos ya existentes, sobre todo en el sector hotelero.
David Linares, Gerente de Exportación de la compañía española, declaró en entrevista exclusiva a Caribbean News Digital, que la intención es continuar fomentando los proyectos con la Isla, desde una perspectiva de crecimiento a mediano plazo.
“Los vínculos de Pladur Gypsum con Cuba —explicó— se iniciaron hace más de treinta años con la construcción de los primeros Meliás. Posteriormente, hace unos tres años, retomamos ese acercamiento y empezamos a contactar con las importadoras, en específico con Tecnotex para lo que es la venta directa. Mantenemos una relación constante y muy cordial, en virtud de los contratos que hemos ido ganando y con los cuales cumplimos en forma, plazos y calidad”.
¿Cuáles son los principales resultados y proyectos que se han derivado hasta ahora de la relación entre Pladur y Cuba?
De momento todavía estamos en un período de construcción. Lo primero que hemos hecho es traer productos que se utilizaban menos aquí, en este caso, los productos perforados para el acondicionamiento acústico, sobre todo con destino a los hoteles. Ya comenzamos también con la fase de lo que es la placa de yeso laminado. A partir de que hemos ido introduciendo materiales, aportamos soluciones técnicas que permiten abaratar el costo de la obra global, aunque tal vez se pague un poco más en lo que es el metro cuadrado inicial del producto.
El punto fundamental en el que nos encontramos ahora mismo es el de tratar de proveer servicios de formación, de capacitación, para que el mercado pueda ir utilizando nuestros productos de una manera que le resulte rentable, cómoda, y que contribuya a que las personas tengan una mejor calidad de vida.
El Centro de Formación de Pladur ha coordinado cursos no solo en España, sino también en otros países como Francia, Portugal, Colombia y Perú. ¿Cuándo surgió la idea de extender estos talleres a Cuba y con qué proyecciones?
Fue un ingeniero de una de las importadoras el que nos dio la idea de hacer estas capacitaciones, pues él sentía que los materiales no se utilizaban adecuadamente en las obras y se les podía sacar mayor partido. Comenzamos entonces a preguntarle a otros especialistas y todos nos dijeron que era una idea fabulosa. Nos pareció que era muy positivo invertir en personas que nos estaban pidiendo formación. Fue por eso que dimos el paso.
La compañía tiene dos gamas: Pladur —que es la de placa de yeso laminado— y Algíss —que incluye una cantidad de yesos impresionante—. Este taller en Cuba lo enfocamos en la primera gama, pero hace dos semanas estuvimos en Colombia y en Perú, y centramos los talleres en Algíss. O sea, que vamos organizando los cursos en función de lo que nos demanda cada país. Cuba nos ha demandado el tema de Pladur, y nosotros escuchamos siempre al mercado. Si más adelante nos piden una formación más enfocada al yeso, que podría aplicarse en todo lo concerniente a la remodelación del Centro Histórico de la Habana Vieja, pues estaríamos encantados de darla.
¿Además de este tipo de encuentros prevén realizar intercambios que tengan lugar directamente en obras o inmuebles en construcción?
Pensamos que sería positivo no enfocarnos solo en directivos, especialistas e ingenieros, sino también en los instaladores, para así cerrar el círculo y que al final el consumidor reciba con calidad el servicio que precisa. Desde este punto de vista se coordinó una capacitación para instaladores, o sea, ir a una obra a medio hacer y corregir posibles deficiencias en la instalación y mejorar las prácticas.
La idea es trabajar en dos sentidos: enseñar, pero además aprender del mercado cubano y saber cómo hacen aquí las cosas. Las que funcionen, las incorporamos en nuestro sistema; y en el caso de las que no funcionen o se puedan mejorar, pues entonces les comentamos cuáles son las mejores prácticas que se utilizan en España y Europa. Ese es el objetivo que perseguimos: dotar de conocimientos a todos nuestros mercados, para que al final obtengan la rentabilidad que están buscando y los productos se puedan aplicar con eficiencia.
¿Cuáles son las potencialidades más importantes que Pladur identifica en Cuba como un mercado para colocar sus productos?
Las principales potencialidades están, primero, en el sector hotelero. Con este tipo de productos se consigue un aislamiento acústico con mucho menos espesor, por lo cual se puede disponer de más espacio para los clientes. Esto es clave, pues el país necesita potenciar la industria turística, que constituye su principal fuente de ingresos. Creo que inicialmente es una de las zonas donde podemos crecer, ayudando a que tengan productos de calidad en ese segmento. Luego estaría también el segmento de la vivienda cuando nuestros productos vayan popularizándose, ya que permiten cambiar la distribución de este tipo de inmuebles con mucha facilidad y rapidez.
Durante el curso trascendió que se va comenzar a ampliar el espectro de comercialización de Pladur Gypsum en Cuba. ¿Qué proyecciones y objetivos centrarán su atención en ese ámbito?
Realmente las perspectivas que tenemos de ampliar la comercialización están en función de que los especialistas de las importadoras, después de haber aprendido a utilizar este producto, quieran, por ejemplo, incorporar mejoras a los sistemas. Ir más allá dependería un poco también de las instituciones y de que quisieran apostar, incluso, por una serie de emprendimientos industriales. Nosotros en un momento determinado hemos estado aquí trabajando también en esa línea. Sin embargo, dependemos de que las autoridades estén considerando la misma línea de trabajo en inversiones que hemos propuesto, para poder ampliar esta gama de comercialización. En ese sentido todavía estamos en una etapa incipiente.
Aun así, la intención es seguir potenciando su presencia en el contexto cubano…
Sin duda. Nosotros creemos en el mercado de Cuba y tenemos muchas expectativas de crecimiento a mediano plazo. Ahora la Isla tiene pequeños problemas de financiación, pero existe un gran potencial y riqueza turística. Hay una serie de industrias que se están empezando a instalar aquí y estamos convencidos de que eso va a generar un dinamismo que en un futuro tendrá un éxito tremendo.