Fiesta del Vino fortalece gastronomía cubana

La XV Fiesta Internacional del Vino del Hotel Nacional de Cuba cerró sus puertas luego de tres días de encuentros que fortalecieron el sector gastronómico de este país, según especialistas.
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Unos 200 expertos de diferentes categorías se reunieron en dos salones principales de este hotel emblemático de la capital cubana, el 1930 y el Vedado, para debatir las tendencias actuales de dicho mercado y criterios sobre la calidad de los vinos presentados.
La reunión anual la profesionalidad de unos 100 sommeliers, muchos de alto rango y reconocimiento mundial.
A la reunión acudieron bodegas y empresas comercializadoras interesadas en el mercado turístico de Cuba y su reflejo en el área caribeña y otros países latinoamericanos.
Con la presencia de 14 empresas, y un grupo de representaciones, la presencia tanto de productos como de especialistas llegó desde Argentina, Canadá, Chile, España, Italia, Estados Unidos, Portugal, Panamá y Aruba, lo que significa un crecimiento.
Al festival asistieron los grupos Duprasa S.A. y Freixenet, y las compañías Inversiones Pucara S.A., Joan Sardá, Iberotrust de Mercado (ITM), Euro-Cuba y Dioniso International Trade, EuroCaribe Broker y Bavaria, esta última que llegó no con cervezas, sino con vinos chilenos, entre otros.
Las firmas comercializadoras de vino en Cuba: AM Group Srl., Bodegas y Viñedos Heras-Cordón S.L., Ittico Service, Ditalia di Tortomasi Maurizio y Vía Blanca, participaron también en la cita.
El encuentro sirvió para celebrar los 20 años de la creación de la cadena hotelera cubana Gran Caribe, que opera al Hotel Nacional, el más prestigioso establecimiento de su tipo en Cuba.
Emilio Moro, un vino que habla
Bodegas Emilio Morono necesita presentación en el mundillo del vino. Su slogan lo dice todo, sugiere, atrapa... su vino también: “Si se sabe escuchar el vino nos habla”. Por ello, tener a esta familia vinícola (como ellos mismos se denominan) en el marco de la XV Fiesta del Vino, con sede en el Hotel Nacional de Cuba, es todo un privilegio que nos ofrece la empresa Inversiones Pucara, repetitiva si de regalar buenas sensaciones se trata.
Finca Resalsonos llega desde el mismo corazón de la ancestral familia Moro. Elaborado con viñedos de entre 5 y 15 años, se presenta como el pequeño de la casa, el hijo menor, pero con el carácter que estampan los genes de tan singular apellido.
Proviene de la selección de las viñas más bisoñas, con un marcado color rojo cereza y ribetes violáceos propios de sus escasos años. Cuando nos acercamos a la copa se nota enseguida su intensidad y fragancia, que inundan los sentidos. Tiene marcados aromas primarios, a base de moras, regaliz y frutos negros del bosque.
En general, es un conjunto sabroso y apetecible que al llevarlo a la boca demuestra su vocación. Un vino expresivo e intenso, pero con una estructura trabajada para que enamore y resulte atrayente al beber.
La línea Emilio Moro, que lleva orgullosamente en la etiqueta el nombre de su fundador, también atrapa y seduce. “Es el alma mater, es mi padre, y con eso queda dicho todo”, sentenció José Moro en una ocasión.
Emilio Moro, elaborado con viñedos de entre 15 y 25 años, es el corazón de la bodega.
Este prestigioso vino tiene su origen en una selección de viñas de mediana edad, asentadas en los suelos más importantes de la familia. De ahí que en la bebida se refleje una gran variedad de matices aromáticos y sensaciones gustativas, notas que se presentan de una forma compleja y llena de armonía, apoyadas en una crianza en barricas durante 12 meses.
La combinación de orígenes de roble y tostados es consecuencia directa la elección de barricas que aportan finura y elegancia a través de su integración con el vino.
Una opción ideal para degustar entre amigos, un vino nacido en la ya famosa Rivera del Duero, con todo el aporte de sus suelos, su clima y la esencia que define a la familia: “El vino es el porqué de nuestro día a día. En cada cosecha queda inmortalizada una pequeña parte de nosotros. Un vino tiene vida, y evoca la tierra donde ha nacido”.