Alimentos e inocuidad, ¿carta a jugar por el turismo cubano?

alina
21 September 2014 4:44pm
Alimentos e inocuidad, ¿carta a jugar por el turismo cubano?

La realización en La Habana de un evento sobre alimentos y su inocuidad, además de comprometer el intelecto de muchos investigadores y especialistas de diversas esferas, trae a la mente el tremendo compromiso de las autoridades con una gastronomía que impulse concienzudamente al turismo.

En una América donde destacan con fuerza la culinaria de Perú y México, a partir de la tradición y con visos de lujo, la industria turística cubana está obligada a perfeccionar su gastronomía y elevarla a mejores cotas que le permitan posicionarse definitivamente con el destaque que las autoridades quieren para el área latinoamericana y caribeña.

La alimentación, además de constituir una necesidad, representa una carta de presentación en cuanto a la cultura y las tradiciones, de ahí que los pueblos se identifiquen por la forma de procesar los productos y sus gustos culinarios.

 Esta parece ser la clave para el desarrollo de un evento multilateral sobre el tema que sesionó en La Habana, en su Palacio de las Convenciones, del 15 al 19 de septiembre y con secuela en cursillos postevento del 22 al 26, sobre todo de chocolatería.

El VI Congreso Latinoamericano y del Caribe sobre Calidad e Inocuidad de los Alimentos concluyó con una agenda que dejó el sabor a futuro entre sus páginas, sobre todo teniendo en cuenta muchos temas especializados, tanto por servicios, como por productos.

Luego de una semana de discusiones, seminarios, charlas y otros encuentros con la presencia de especialistas de diferente rango (500 de 15 países), como chef, cantineros, investigadores, artistas y periodistas, arte y ciencia, el resumen bien puede ser la frase, nos vemos en el próximo.

Para algunos entendidos, se trató de una secuela de los eventos nombrados anteriormente Alimexpo, pero expandida hacia diversos sectores y especialistas.

Preparado por la Asociación para la Ciencia y la Tecnología de los Alimentos de Cuba (Actac) y otras instituciones afines, el VI Congreso apuntó al futuro y desarrolló de estos sectores.

Dicho evento llevó por lema La cultura alimentaria en la ciencia de los alimentos, la gastronomía y los medios audiovisuales de difusión masiva.

La reunión sucedió con motivo de los 20 años de la Actac y funcionó bajo la aspiración, por primera vez en Cuba, de tener un espacio donde se reúnan investigadores, tecnólogos, especialistas en elaboración y servicio de alimentos, entre otros entendidos.

Por tanto, esta cita facilitó la unión de los sectores de la ciencia y tecnología, turismo gastronómico y cultura para examinar diferentes aspectos de interés y tendencias actuales, y propiciar incluso inversiones en estas áreas.

UNA CULTURA DE FUTURO

El Congreso permitió tantas aristas, que algunos entendidos tuvieron que afinar la puntería para sacarle provecho real a los encuentros y charlas.

Sobre todo teniendo en cuenta que en el tapete, de alguna manera estaban el servicio de gastronomía privado cubano, que los medios de prensa tratan de evitar a toda costa bautizándolo como “no estatal”, pero en definitiva una arista casi imprescindible si de desarrollo turístico se trata en este país.

Precisamente, el apego al programa de actualización de la economía cubana tiene fuertes bases en la actualidad en el turismo, en particular la gastronomía.

Y un ejemplo lo aportó el caso del restaurante Divino, cuya dueña Yoandra Álvarez lo identifica de pleno acuerdo con las autoridades y con contratos incluso con el grupo de turoperadores cubanos Havanatur, que lleva más de 35 años operando en el extranjero este destino.

Significó que su restaurante en la periferia de La Habana (reparto Mantilla, La Habana), constituye en la actualidad una especie de complejo que aprovecha la naturaleza del derredor. Además, dato curioso, sus principales clientes son estadounidenses, del plan People to People (gente a gente)

Esa iniciativa ya acumula reconocimientos como finca Triple Corona de la Exclencia Nacional de la agricultura urbana y Jardín Botánico Provincial de árboles frutales.

Señaló la dueña, que ella y su esposo, Marco de Luca –sommelier italiano que trabaja en Cuba- primero buscaron desarrollar este proyecto para amortizar reparaciones de la vivienda originaria de Yoandra, y luego se enamoraron de ese trabajo, ahora exitoso.

Luego de tres años de la experiencia, el Divino se encuentra en las listas de contactos oficiales, debido a su alta calidad, en un lugar donde además de recibir comensales nacionales y extranjeros, facilitan iniciativas de la comunidad como trabajo con ancianos y niños.

El restaurante está donde existían fincas de la colonia, con empleo de mano de obra esclava y por lo tanto alude a la campiña cubana, a la historia de la isla y sus tradiciones alimentarias.

Los platillos, explica la propietaria, estilizan el recetario de este país y lo más pedido está en las costillas y el conejo al vino tinto.

Incluso cuentan con una cava de vinos y otras bondades, y un servicio de alta calidad que expusieron en la reunión, a donde fueron con un stand.

Pero este no es el único de este tipo, se podría completar una lista de más de 10 instalaciones que pugnan con un servicio de la mejor calidad posible, en un mar de cafeterías y otros expendios de alimentos, unos más cuidadosos que otros, algunos con cierto camino recorrido, otros con abandono prematuro de la marcha.

En el propio Congreso, la viceministra de Comercio Interior de Cuba, Ada Chávez Oviedo, significó que los servicios gastronómicos cubanos abarcan 11 mil establecimientos estatales, mil 260 instalaciones no estatales y 189 cooperativas no agropecuarias.

Dijo que 57 mil trabajadores por cuenta propia trabajan en cafeterías de alimentos ligeros, o con comida, restaurantes y servicio de alimentos a domicilio, solo el 15 por ciento de lo aprobado en este sector por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la isla.

De esta suerte, se entiende que la gastronomía cubana esta obligada a salirse de los marcos del estado para expandirse verdaderamente y a la par de facilitar alternativas económicas de empleo permitir otorgar un brillo particular a la culinaria, como incluso ocurría en los años 50 del pasado siglo.

Y es el caso, que en estos momentos la competencia es brutal entre los mejores restaurantes de lujo administrados por el estado, y los particulares, por supuesto a partir de formulas un tanto oscuras que de alguna manera involucran a subterráneos inversores extranjeros.

De cualquier manera, este evento, en el caso de aprovecharse su andadura, puede marcar un ágora en la que los especialistas y artistas relacionados con el sector pongan su granito de arena a un tema que tiene aún mucho por recorrer, no solo en el sendero de alimentos, sino –y sobre todo- en el de inocuidad.

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