Partagás, marca emblemática de Habanos y su fiesta

Como símbolo de las marcas de habanos y atractivo relevante del tabaco cubano esta semana se convierte en centro de atención de seguidores de los puros Premium de todo el mundo, muchos de ellos en viaje hacia Cuba para departir sobre tan lujoso producto.
Partagás tiene un significado particular para Cuba y la relación con los lujos. Constituye una de las marcas más emblemáticas del portafolio insular de los puros Premium o hechos a mano, que cada año atrae a fumadores de todo el mundo para compartir y comprender este interesante producto.
Y ese es el caso que la XXVII edición del Encuentro de Clientes y Amigos de la Casa Partagás comenzó este lunes en la capital con la presencia de 350 empresarios de una veintena de países, más bien interesados en fumar habanos.
Hombres de negocios, directivos y comerciantes, llegan a Cuba por una semana hasta el 21 de noviembre para ceremonias y contactos, en suma privados, que permiten un acercamiento íntimo a una de las marcas más significativas del tabaco Premium cubano.
La directora de ese establecimiento, Grecia Quiñones, dijo que están presentes fumadores de todo el mundo que reverencian esta marca y establecimiento, ubicado en el edificio de Partagás (fundado en 1845, Industria No. 520, detrás del Capitolio de La Habana).
Entre los asistentes participan aficionados a los habanos de Alemania, Australia, Brasil, Bélgica, Kuwait, Canadá, México, Nicaragua, España, Gracia, Islas Caimán, Italia, Holanda, Reino Unido, China, Japón, Singapur, Chile, Francia, Estados Unidos, Suecia y los anfitriones.
Esta cita, está preparada por el Grupo Empresarial Comercial de Tiendas Caracol S. A. cuando la Casa Partagás además celebra su Aniversario 21.
Cenas de fumadores, competencias, espectáculos artísticos y recorridos tanto por La Habana, el balneario de Varadero y fincas rurales completan la reunión, ya tradicional, incluido un cierre en el centro de protocolo del gobierno cubano El Laquito.
De esa suerte, los habanos son considerados los mejores del mundo por la triple condición de suelos, clima y experiencia de los productores, con 37 marcas, entre las que destaca Partagás, y los tipo Premium se distribuyen en más de 125 países mediante la Corporación Habanos S.A.
LA CASA DEL HABANO DE PARTAGÁS, EN CUBA
La red o franquicia La Casa del Habano se encuentra en todo el mundo, con más de 100 establecimientos. Constituyen lugares muy especiales, bonitos, donde se vende el mejor tabaco cubano tipo Premium y, además, los fumadores pueden ilustrarse sobre historia y cultura de ese país.
Allí, compran buen habano, lo fuman, y lo comparten con ron y café, también cubanos, en salones bien alumbrados y preparados especialmente para tales menesteres.
Sin embargo, existe en La Habana, detrás de su Capitolio, una de estas moradas del humo muy particular, pues muchos extranjeros prefieren ir allí a comprar y fumar, ya que esta fue la primera de esa franquicia en Cuba, la patria del mejor tabaco del mundo.
Luego de varios exitosos años de venta de puros cubanos (fue fundada en 1993 como parte de esta red), La Casa del Habano de Partagás renueva vuelos y continúa al frente de las expendedoras de este producto reclamado mundialmente.
Sus voceros comentaron oportunamente que tienen un promedio de venta por año de tres millones de dólares, lo que la hace representativa, ser un establecimiento muy demandado por los turistas que llegan a Cuba.
Por demás, cada año esta tienda -que está ubicada en el mismo edificio de la fábrica de igual nombre, fundada en 1845 por el español Don Jaime Partagás-, organiza encuentros con sus clientes más asiduos, llegados desde cualquier parte del mundo, en cenas que por lo general se organizan en lugares de lujo como el Hotel Nacional de Cuba, o las plazas de la parte añeja capitalina.
De esos encuentros, el más significativo ocurre en noviembre de cada año, pues ese es el mes de aniversario de la fundación de La Casa.
La mayoría de los buenos puros que se confeccionan en esa fábrica, Partagás, llevan hojas de Pinar del Río, la provincia más occidental cubana y conocida por la calidad de las cosechas.
Se trata de un espacio pequeño, donde reina el humo. Sitio de íntimos atractivos, allí el lujo es sinónimo de sobriedad. Frente a su puerta apenas se puede identificar lo que se verá y sentirá al traspasar el umbral.
Adentro, un mundo particular, la estrechez la genera la propia cantidad de clientes - siempre muchos y muy distinguidos.
MOSTRADORES BIEN DOTADOS
Es un ambiente en movimiento y de mucha vida; el primer aposento de esta morada de sibaritas es como un colmenar. El silencio es bullicio cadencioso entre marcas de habanos y sonrisas amigables de los empleados.
Al fondo, el misterio, la leyenda de incógnitos sentados entre el maderamen del cuarto más íntimo, donde se protege el tabaco y aparecen las taquillas de los clientes, los humidores.
Taquillas, degustadores, luz adecuada, presteza ante el pedido. Se está como en un barco que navega en humos.
Y en el lugar ya estuvieron, de incógnito muchas veces, actores de Hollywood como Matt Dillon, Arnold Schwartzenegger, Jack Nicholson o el francés, Gerard Depardieu, y hasta el director Steven Spielberg. Sencillamente un lugar perfecto, de ensueños, mágico.