El Barracón: una fusión de culturas y sabores en Santiago de Cuba
Con una propuesta culinaria que une raíces africanas y cubanas, el restaurante El Barracón se ha consolidado como una de las ofertas gastronómicas más auténticas y distintivas de Santiago de Cuba.
Desde su inauguración en agosto de 2008, El Barracón ha mantenido viva la esencia con la que fue concebido: ofrecer una experiencia sensorial basada en la riqueza de dos culturas que forman parte fundamental de la identidad cubana. Liliana Gómez Martínez, administradora del restaurante, señala que el mayor desafío ha sido conservar los altos estándares de calidad desde sus inicios. “Aquí todos ponemos un pedacito cada día para que nuestra casa no se caiga. Le tenemos amor a lo que hacemos”, expresó.
El restaurante abre sus puertas diariamente de 12 del día a 11 de la noche, ofreciendo almuerzos y cenas en un entorno agradable, con un clima confortable y un servicio ágil y atento, características que resaltan los propios clientes. El ajiaco, plato insignia del lugar, representa esa fusión cultural que define su cocina. “Es nuestro entrante estrella y refleja el espíritu de fusión que nos distingue”, comenta Gómez Martínez.
Otro de los platos típicos del restaurante es la harina de maíz rellena con carne, una preparación de fuerte arraigo tradicional que conquista paladares por su sabor y originalidad, y que complementa la propuesta culinaria de El Barracón con una muestra más de identidad y creatividad.
Los visitantes de El Barracón valoran no solo la calidad y abundancia de los platos, sino también el ambiente acogedor que los hace sentirse como en casa. “La comida está muy bien elaborada y es abundante”, señala uno de los comensales. “El lugar es cómodo, con clima agradable y atención rápida”, añade otro.
En 2024, El Barracón recibió un reconocimiento de Amistur, al igual que la Casa del África y la Casa del Caribe, instituciones que valoran la calidad del servicio y la experiencia que se ofrece. Sobre la relación con Amistur, Liliana explica que cuando los clientes de esta agencia visitan el restaurante, se destaca un postre típico que es el favorito: el dulce de harina con coco. “En cuanto llegan y pactan el servicio, lo primero que les ofrecemos como postre es este dulce, y realmente es uno de los preferidos que vienen a degustar”, afirma.
El Barracón no solo aspira a mantener su reputación, sino también a crecer y consolidarse. Entre sus proyecciones está el fortalecimiento de su identidad cultural como vía para atraer nuevos públicos y contribuir, desde lo local, al rescate del turismo en Santiago de Cuba. “Queremos seguir profundizando en nuestra propuesta, siempre defendiendo lo que somos”, concluye su administradora.
