Mirador de Mayabe arriba a sus 59 años

Como ventana natural desde donde se vislumbra la ciudad de Holguín a lo lejos y las tierras fértiles de un valle cercano, la villa Mirador de Mayabe entremezcla leyenda, ambiente ecológico, excelente gastronomía con la fama de un burro que toma cerveza, para convertirse en un indiscutible sitio a visitar por clientes nacionales y extranjeros.
Ubicado en las alturas de una colina, a unos 8 kilómetros de la ciudad cabecera, esta instalación perteneciente al grupo hotelero Islazul, a pesar de ser una de la de más años en explotación en este polo turístico de la provincia nororiental, no pierde sus encantos, por el contrario, cada vez más renueva su esplendor y así lo demuestran sus nuevos atributos agregados a la planta hotelera de 44 habitaciones.
De estas resaltan las 20 distribuidas en 5 modernos módulos de bungalós localizados en medio de la vegetación, las que fueron recorridas con especial interés, precisamente, por el señor José Carlos de Santiago, presidente del Grupo Excelencias, durante una reciente visita a Holguín.
Al diseño rústico de la concepción inicial del inmueble a base de madera, piedra y cobija en el restaurante principal, el área de la parrillada, los caneyes y la finca en un área de 532 hectáreas, se fueron incorporando la Finca de Campesino, lugar con diversa flora y fauna y donde prevalecen árboles frutales y plantas medicinales en combinación con aves y gran variedad de animales, así como nuevas construcciones, entre ellas el lobby bar, la Casa de Pancho y la piscina con su bar El Burro, donde siempre ha tenido su emporio el más famoso de los asnos del mundo, por tomar cerveza.
Allí, para contar la historia está Roque Góngora Díaz, cantinero con 34 años de servicio, quien fuera testigo de las hazañas del burro Pancho, fallecido el 20 de noviembre de 1992. “En un día de fiesta bebió 46 cervezas, récord que ninguno de los otros tres siguientes ha roto. Por lo regular él tomaba más de 15, claro que todo estaba en dependencia de las invitaciones de los clientes y la nota que cogiera el asno, quien apetecía comer carne asada de cerdo o chicharrones mientras bebía”.
“El de ahora mantiene la tradición de tomar “la fría”, pero a lo que más ha llegado es a bajar unas 7 en un día; además le gustan las galleticas de sal, pan, refresco, helado y los ´pelly´”, confirma.
Roque rememora que con Pancho se tomaron fotos desde anónimas personas hasta destacadas personalidades de la cultura del país y el mundo, atraídos por la mascota del Mirador de Mayabe, donde hoy se sigue la tradición con Panchito VII.
Juana Díaz Vaillant, jefa de alojamiento, explicó que la instalación arriba a sus 59 años este 16 de abril con mejor confort, a partir de la incorporación de nuevos elementos en los servicios gastronómicos y la hostelería y el empeño del colectivo de 44 trabajadores, con promedio de edad entre 30 y 33 años, de dispensar una atención de excelencia a los clientes.
Por eso, el que llega a Holguín no puede decir que conoció esta ciudad si no fue al Mirador de Mayabe, ventanal abierto desde donde todo se ve y disfruta más.


